General Motors dice que no va a la quiebra

General Motors calificó ayer como ridículos los rumores que circularon en los mercados financieros sobre la posibilidad de que la compañía se haya declarado en bancarrota o tenga planes para hacerlo en el futuro.

Jerry Dubrowski, un portavoz financiero de General Motors, indicó a EFE que la compañía, el primer fabricante mundial de automóviles, cuenta con suficiente liquidez para hacer frente a sus obligaciones y añadió que los rumores son tan infundados que la empresa no va a prestarles demasiada atención.

Algunos analistas vincularon los rumores al inicio de las negociaciones con los trabajadores de la compañía y los comentarios del director ejecutivo de la empresa, Richard Wagoner, sobre la necesidad de que los empleados sacrifiquen parte de los beneficios de salud que tienen en el actual convenio colectivo.

La banca JP Morgan afirmó que las palabras de Wagoner habían sido distorsionadas para hacerlas parecer que la posibilidad de bancarrota es real.

El comportamiento de las acciones de General Motors en los mercados de valores también alimentó la especulación sobre el futuro financiero del fabricante por la caída del valor de los títulos, debido a las débiles ventas de la empresa en los Estados Unidos durante este año.

Desde que el pasado 16 de marzo la automotriz anunció que no alcanzaría las ganancias previstas, las acciones cayeron un 21 por ciento.

Fuente: Diario Clarin

El Gobierno reconoce que los subtes son insalubres

El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, adviritió sobre el estado del subterráneo. El delegado de la UTA aseguró que están «trabajando por la salubridad».

El ministro de Trabajo, Carlos Tomada reconoció esta tarde la insalubridad de los subterráneos, demanda que exigen desde el año pasado los trabajadores.

Tomada, en una conferencia, señaló esta tarde que la prevención será uno de los ejes que se mantendrá para reestablecer la salubridad en el subterráneo.

El ministro estuvo acompañado del secretario de Transporte, Ricardo Jaime, y del titular de Unión Tranviarios Automotor (UTA), Juan Manuel Palacios.

«Creemos que el lugar donde uno va a ganarse la vida no es donde vaya a perderla», aseveró Tomada y enfatizó que se tendrán los principios de prevención para la modificación de la ley de riesgos del trabajo.

Por su parte, el delegado de la UTA señaló a Radio 10 que la insalubridad «está en vigencia total» y que se identificó con estudios que hizo la cartera laboral.
Palacios explicó que uno de los beneficios tras el reconocimiento oficial de la insalubridad es que los empleados del subte podrán jubilarse a los 55 años, es decir, 10 años antes de lo que establece la ley.

«Lo importante es tratar de que el sistema sea salubre», remarcó.

La «insalubridad» en las líneas de subterráneos provocó durante el año anterior diversos paros generales dispuestos por el cuerpo de delegados de las cinco líneas y el Premetro en reclamo de la reducción de la jornada laboral a 6 horas.

Los delegados argumentaron entonces que la tarea en los subterráneos resulta «insalubre», por lo que exigieron las 6 horas de jornada de trabajo, finalmente aceptadas por Ibarra.

Fuente: www.infobae.com

Clausuran cerealera por no cumplir normas sobre contaminación

Impacto ambiental. Una inspección constató que la firma sólo hizo algunas reformas exigidas por las ordenanzas. El municipio de Firmat concretó la medida. Antes, una jueza hizo lugar a un amparo contra la empresa.

Firmat. La Municipalidad de esta ciudad procedió ayer a clausurar la planta de acopio de una empresa cerealera ubicada en plena zona urbana. La medida llegó un día después de que la última inspección realizada constatara que la firma había cumplido parcialmente con las indicaciones formuladas para que hiciera una serie de reformas en sus instalaciones a fin de evitar evitar el fuerte impacto ambiental que provocan sus actividades.

Según se pudo saber, el pasado 10 de abril venció el plazo para que la firma Nidera acondicionara el extenso predio que ocupa junto a las vías de ferrocarril, entre los bulevares Solís y Colón. Como las mejoras no se realizaron en tiempo y forma, el juez de faltas Darío Girotti ordenó la clausura del lugar.

El procedimiento se llevó a cabo en horas del mediodía de ayer con la intervención de personal policial y del cuerpo de inspectores municipales, encabezados por el titular del área de Medio Ambiente local, Luis Di Paolo.

«A partir de nuestro informe el juez dictaminó la clausura preventiva hasta que se realicen todas las mejoras que se les indicó desde la Municipalidad», señaló el intendente firmatense Carlos Torres.

La medida se basó sobre la larga lista de reclamos que durante décadas realizaron los vecinos del lugar, quienes evidencian padecimientos de salud por consecuencia del polvillo, los ruidos y la contaminación de los productos que se utilizan en el manejo de los granos.

Para dar un ejemplo de la gravedad de sus reclamos, los vecinos graficaron la situación que soportan desde hace años con un sola frase: «No quedó una flor». A pesar del marco de requerimientos planteado, las sucesivas advertencias realizadas por las autoridades municipales a la empresa nunca tuvieron éxito.

Según Torres, la actividad de la cerealera excede en mucho los niveles permitidos de polvillo que están estipulados por la ordenanza que regla dicho proceso en esta ciudad.

«Para adecuarse a los parámetros que le requerimos, la empresa tenía que hacer una serie de mejoras que incluían un cerramiento en las cintas transportadoras y de descargas hacia camiones y vagones», explicó el intendente.

Otra empresa en la mira
Torres también adelantó que la Municipalidad está sustanciando un expediente similar por contaminación de polvillos y ruidos a Cereales Firmat. «Si no hacen las cosas como corresponde vamos a actuar con la misma rigurosidad con que actuamos con Nidera», comentó Torres.

Desde hace meses un vecino de esta empresa viene haciendo denuncias por las forma deficiente en que se realiza la manipulación de los granos, lo que genera un alto grado de polvillo que se asienta e invade sus propias instalaciones.

Reacción tardía
La abogada Patricia Ferrareto, representante legal de Vicente Ginner, un vecino damnificado por las condiciones ambientales que genera la planta de Nidera, presentó un amparo contra la cerealera, al que la jueza de distrito Silvia Pozzi hizo lugar el pasado 8 de abril.

En el recurso se solicita el cese de las actividades hasta que las instalaciones funcionen en forma adecuada, sin ocasionar perjuicios al vecindario. La medida también fue notificada a la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable de la provincia y a la Fiscalía de Estado.

Sin embargo, para Ferrareto la clausura que ayer realizó la Municipalidad obedece a una tardía reacción del Juzgado de Faltas, que aplicó una sanción después de una acumulación impresionante de constataciones de las que surgen en forma clara los perjuicios que experimenta el vecindario por la actividad de Nidera, que van desde molestias de todo tipo hasta serios problemas de salud.

«Lamentablemente se llega a estas instancias por la falta de respuestas por parte de las autoridades durante largo tiempo. Esperemos que ahora la Justicia llegue a remediar esta situación, y por la vía de la acción de amparo logremos que esta empresa no ocasione más daño a la salud pública de Firmat», enfatizó la letrada.

Los días contados
De acuerdo a una ordenanza, las cerealeras deben levantar sus instalaciones de la zona urbana en el año 2013. La fecha surge de la reglamentación dada por el Concejo en 1988, cuando se les concedió 25 años para trasladarse. Firmat, como tantas comunidades de la Pampa Húmeda, es agrodependiente, pero el crecimiento urbano entró en contradicción con la ubicación de las plantas de acopio y tratamiento de los cereales. Con la tecnificación del campo, dicho escenario cambió y entrampó al medio ambiente con contaminación del aire, además de visual y acústica.

Polvillo con veneno
Víctor Schimd, un vecino del barrio Malvinas de Rosario que participa de la lucha contra la contaminación ambiental, explicó que en la manipulación de granos hay plaguicidas que se usan en los cultivos. «Si esos vecinos se hacen un análisis para detectar productos clorados, casi con seguridad los van a encontrar», señaló y sostuvo que esos elementos ingresan al organismo por vía digestiva, respiratoria, por la piel y hasta por la mucosa, acumulándose en los tejidos grasos.

Silvia Carafa / La Capital

Fuente: Diario La Capital

Fumar en horario laboral reduce la productividad un 10%

Un estudio italiano halló que las pausas de los empleados, un promedio de cinco cigarrillos en nueve horas, atentan contra la máxima operatividad.

(EFE). Las pausas que realizan los empleados para fumarse un cigarrillo en horario laboral pueden reducir la productividad empresarial hasta un 10,5 por ciento, según un estudio de la Asociación italiana de Directores de Recursos Humanos (GIDP/HRDA).

La investigación, realizada en 177 empresas italianas, revela que el problema afecta al 75 por ciento de las compañías que no cuentan con instalaciones reservadas a los fumadores, en las que los empleados deben salir al exterior para encender un cigarrillo.

Ello hace disminuir la productividad del trabajador entre el 6,5 y el 10,5 por ciento, según el informe.

Un fumador «medio» consume unos cinco cigarrillos por cada nueve horas de trabajo, según el estudio, que calcula unos 10 minutos «perdidos» por cigarrillo fumado, lo que se traduce en pérdidas de rendimiento de unos 50 minutos al día para la empresa.

En Italia hay cerca de catorce millones de fumadores activos, un 26,2 por ciento de la población, que se convirtieron en el sector perjudicado por la nueva ley anti-tabaco que entró en vigor el pasado 10 de enero.

Esta norma prohíbe fumar en los lugares públicos, con la única excepción de las áreas expresamente acondicionadas, con multas que van desde los 27,5 a 275 euros, que se agravan si se consume tabaco en presencia de niños o mujeres embarazadas.

A raíz de esta ley sólo un 9,5 de las empresas aclimató salas destinadas a los fumadores, lo que les supuso un desembolso de entre 5.000 y 10.000 euros, según el estudio.

Fuente: www.infobae.com

En Santa Fe preocupan las secadoras de granos

Venado Tuerto. El Concejo sancionó por unanimidad una ordenanza por la cual se dispone que a través de la Secretaría de Salud y Medio Ambiente de la Municipalidad se realicen dosajes en sangre en un grupo de vecinos que residen en zonas aledañas a semilleros y acopiadoras de cereales.

El edil autor de la iniciativa, Juan Moscoso, explicó que «los polvos producidos por el secado de cereal presentan restos de insecticidas y otros productos fitosanitarios potencialmente dañinos para la salud humana».

«Hay antecedentes cercanos que comprueban esta información y con estudios realizados en Rosario donde se demostró que los vecinos de un barrio que estuvo por años en contacto con la polución presentaban cifras muy superiores a los testigos de dosaje de clorados en su sangre».

«Hoy no se discute en los medios científicos el daño que significa el contacto crónico con estas sustancias, por lo tanto consideramos necesario que la Secretaría de Salud y Medio Ambiente realice este estudio que servirá como elemento importante para decidir el futuro de las localizaciones de las empresas dedicadas a esta actividad», señaló.

El problema con las acopiadoras o los semilleros no es excluyente de Venado Tuerto, porque en la mayoría de las localidades de la Pampa Húmeda ocurre algo similar, aunque en algunos casos hay medidas que mitigan los efectos del polvillo que se genera cuando las secadoras de granos hacen su tarea.

Generalmente se utilizan filtros para evitar que los restos que se desprenden se trasladen al ejido urbano, teniendo como aliada a la forestación que también actúa como contenedor. Pero el principal problema es que la mayoría de las cerealeras están ubicadas en zonas muy pobladas, una de las bases del problema de la polución.

Fuente: www.lacapital.com.ar

Denuncian graves daños a la salud por fumigaciones en campos con soja

Médicos de Rosario del Tala dicen que las embarazadas expuestas a tóxicos pueden tener hijos malformados.

Rosario del Tala. Pobladores de la zona rural de esta ciudad denunciaron que padecen trastornos respiratorios y dermatológicos como consecuencia de la aplicación indebida de agroquímicos en los sembrados de soja que circundan el casco urbano.

Si bien varios vecinos que viven en barrios linderos a los campos revelaron a través de una radio local que en muchas ocasiones no se respetan las distancias para la aplicación de pesticidas, sólo dos personas radicaron denuncias formales en el Juzgado de Instrucción, por lo que el fiscal Samuel Rogkin tomó cartas en el asunto y se encuentra investigando los presuntos casos de intoxicación.

Una de las denunciantes, Silvia Frigo, directora de la escuela Juan José Paso, aseguró que poco después de que un avión fumigador aplicara plaguicidas por los alrededores de la institución y por sobre una de las viviendas cercanas, ella y tres de sus alumnos experimentaron erupciones en distintas partes del cuerpo, mientras que otros dos alumnos y un hermanito de ellos de seis meses sufrieron broncoespasmos.

«Consulté a tres médicos pensando que tenía sarna, pero me aseguraron que era una alergia. Los chiquitos no vieron a ningún profesional porque sus padres consultaron a curanderos, que les recomendaron bañarse con agua de espinillo para aliviar la picazón», explicó la docente a La Capital.

Frigo reveló que los pilotos «no cortan la estela de fumigante ni tienen conciencia del daño que producen. El otro día, cerca de la escuela una señora embarazada y su marido venían caminando por la calle y un avión practicamente los bañó con el líquido».

«Además, yo misma he visto cuando lavan las máquinas en las lagunas de la zona y contaminan el agua. Por eso hace unos días hubo gran cantidad de peces muertos».

María de los Angeles Duré fue la primera en manifestar públicamente que sufrió secuelas por el mal uso de agroquímicos. «Mi marido, mi hija de 7 años y yo, que estaba embarazada de tres meses, nos intoxicamos con un producto que usaron sobre un campo con soja cercano a mi casa y durante dos días tuvimos vómitos, colitis, malestar general».

«Me di cuenta de que se debía a que el producto cayó sobre las verduras de mi huerta que habíamos comido. Desde entonces tuve que controlar más seguido el embarazo y hacer reposo, porque a los seis meses comencé a tener contracciones. A los ocho meses nació mi beba, que estuvo una semana internada con monitoreo permanente», relató Duré.

«Gracias a Dios a la nena, que ahora tiene nueve meses, y al resto de la familia no nos quedaron secuelas. Pero los médicos me aseguraron que lo sucedido tenía que ver con las fumigaciones de los campos y me recomendaron que no me vuelva a embarazar porque puedo sufrir abortos reiterados, embarazos prematuros o tener un bebé con malformaciones», remarcó.

«Tampoco puedo tener contacto con ningún tipo de aerosol porque se me hicha el cuerpo. Además debo usar guantes en forma casi permanente porque ni siquiera puedo tocar el maíz para las gallinas porque está curado, y cuando fumigan cerca de mi casa me lleno de ronchas y me da picazón en la boca», expresó.

«La semana pasada me decidí a denunciar por radio lo que me está pasando porque otra vez pasó un avión blanco fumigando a pocos metros de mi casa y me broté a pesar de quedarme encerrada. Espero que ahora muchos se animen a denunciar esto, pero hay otros que no lo hacen por miedo, porque no quieren líos o no tienen cómo comprobarlo».

«Hay un vecino que periódicamente tiene que llevar su bebé a Paraná para atenderlo por problemas respiratorios y le dijeron a la esposa que no tenga más familia por diez años, pero no se atreve a decir nada porque su patrón tiene soja», señaló Duré.

Axel, el bebé de Maricel Bogao, nació sin los dedos de su pie izquierdo, con problemas en los testículos e insuficiencia renal crónica, por lo que debió permanecer internado casi tres meses en Paraná y recibir asistencia en dos oportunidades en el hospital Garraham de Buenos Aires.

La mujer vive en una precaria vivienda a escasos metros de la escuela Juan José Paso y a media cuadra de la casa de María de los Angeles, junto a su hijo y su esposo que desde hace más de dos años se dedica a la aplicación de agroquímicos, entre otras tareas rurales.

Dado que al bebé se le practicó una ureterostomía, la familia debe comprar el doble de pañales y leche, que le demanda un gasto mensual de unos 400 pesos, sin contar las próximas intervenciones que deberán practicarle para que orine normalmente.

«A veces no tenemos ni para comer porque no tengo planes sociales ni ayuda para enfrentar la enfermedad de Axel. Mi marido se dedica a las fumigaciones porque no tenemos otra cosa», señaló Maricel.

«Cuando estaba embarazada, las ecografías mostraban al bebé con dos manchas negras en la panzita que resultaron ser los riñones llenos de líquido. A raíz de esta complicación lo primero que me preguntaron los médicos fue si mi marido alguna vez estuvo expuesto a plaguicidas», recordó.

Lizi Domínguez / La Capital

Fuente: www.lacapital.com.ar