Unos dicen que la foto no fue improvisada. Que los obreros fueron fotografiados de forma intencionada, bajo las órdenes de los “grandes del Rockefeller” como punto de partida de una gigantesca campaña publicitaria, que aún sigue generando millones.
Otros dicen que Charles Ebbets, el autor de tan famosas fotografías, se subió ahí arriba para realizar un trabajo de denuncia con el objetivo de conseguir mejoras en las medidas de seguridad de los trabajadores, todos o la mayoría de ellos, inmigrantes que llegaron a Nueva York en busca del sueño americano.
Almuerzo en lo alto de un rascacielos
La teoría más extendida y en la que no hay malos de la película es aquella que habla de unos indios llamados Mohawk que no tenían miedo a las alturas, y que además, eran todos unos valientes que se ofrecían voluntarios para dar forma a esos enormes rascacielos.
Pese a las muchas historias que los mitifican, todavía no se ha podido demostrar que los indios Mohawk tuvieran esa carga genética de la se habla, y con la que se justifica el reclutamiento de estos para la construcción de los grandes rascacielos de Nueva York. Ver más