Javier Saucedo, el operario que murió el martes en el incendio de una fábrica de colchones en el barrio Ludueña, no era un trabajador registrado y carecía de cobertura de obra social
En acción. Los bomberos zapadores sofocaron el incendio el martes y ahora trabajan en las pericias.
Javier Saucedo, el operario que murió el martes en el incendio de una fábrica de colchones en el barrio Ludueña, no era un trabajador registrado y carecía de cobertura de obra social y estaba inscripto en una ART. El dato, que ya había sido anticipado ese día a La Capital por familiares del muchacho, fue ratificado ayer por la esposa de la víctima. Este miércoles también se conoció un pedido de informes realizado hace un año por el Concejo a la Municipalidad sobre la situación legal de esa planta industrial. El autor de esa iniciativa, Jorge Boasso, reveló que el Ejecutivo jamás respondió al pedido.
«Mi marido trabajaba en negro. Ahora está muerto y yo no tengo nada», dijo la esposa de Saucedo frente a uno de los portones de la fábrica donde se produjo el siniestro. Ver más