La Relatora Especial sobre las formas contemporáneas de esclavitud, Urmila Bhoola, en el marco de la presentación del informe anual de su mandato al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, llamó la atención de los Estados sobre el hecho que muchas empresas privadas, especialmente las corporaciones transnacionales de suministros globales [1], utilizan el trabajo forzado, el cual constituye una nueva forma de esclavitud.

Bhoola, de origen sudafricano, indicó que “según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) el 90% de aproximadamente 20,9 millones de personas que son víctimas de trabajo forzado, son explotadas por individuos o empresas del sector privado” y de acuerdo a investigaciones recientes de la misma organización, la economía privada obtiene por año unos 150 billones de dólares como beneficios de esa práctica. Sólo en Estados Unidos las víctimas del trabajo forzoso, incluyendo el trabajo doméstico, agricultura, construcción, manufactura y minería, generan unos 51 mil millones dólares en ganancias anuales. Ver más