La jornada de trabajo del médico español es “tóxica para su salud y también para la de sus pacientes”, según el documento marco sobre jornada complementaria en el ámbito hospitalario de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), que está a punto de publicarse, en el que se asegura que la posibilidad de que un médico cometa un error en un turno largo “se multiplica por siete”.
Trabajar de sol a sol también afecta a la salud de los facultativos, ya que “se ha demostrado que aumenta el riesgo de infarto de miocardio un 67 por ciento”. Ante este panorama, y según CESM, “las guardias médicas se han convertido en un desastre laboral”.
De hecho, los facultativos que hacen guardias y extienden su jornada laboral “más allá de lo saludablemente permitido comprometen su propia salud en aras de mejorar la de sus pacientes”.
Esta afirmación es un hecho constatado que se repite en muchos estudios, sobre todo internacionales, que demuestran que trabajar 24 ó 32 horas ininterrumpidas produce un estado de fatiga que mina la salud del médico y que facilita los errores de juicio.
Uno de estos trabajos, dirigido por Colin P. West, de la Clínica Mayo (Minessota, Estados Unidos), analiza la relación entre la fatiga y la ansiedad que sufren muchos residentes y la probabilidad de que éstos cometan errores médicos, que pueden llegar a afectar hasta un 50 por ciento de los pacientes hospitalizados. El estudio se centró en los datos aportados por 380 residentes de Medicina Interna, de los cuales 356 afirmaron haber cometido algún error durante la práctica médica y un 39 por ciento dijo que era responsable de, al menos, un fallo importante durante el periodo de estudio.