Por mejores condiciones laborales

Para celebrar el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, el Banco Nación realizará una jornada de concientización sobre la importancia de la prevención en accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.

El 28 de abril no es un día como cualquier otro. Es el día en que más de 100 países recuerdan a los millones de trabajadores que son víctimas de accidentes y enfermedades profesionales. En el que el movimiento sindicalista mundial conmemora, desde 1996, a los muertos y heridos en el trabajo. Y en el que, desde 2003, la OIT comenzó a celebrar el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo.

Para sumarse a esta conmemoración, la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT) organiza, desde 2004, la Semana Argentina de la Salud y Seguridad en el Trabajo y este año se llevará a cabo, a partir de mañana, la quinta edición. Se trata de un ámbito que reúne, una vez al año, a especialistas nacionales e internacionales, gobiernos, trabajadores y empleadores. ¿El objetivo? Intercambiar experiencias, exponer nuevas teorías y mostrar acciones concretas relacionadas con estos dos ejes.

Como adelanto de lo que sucederá, se puede decir que pese a los esfuerzos de algunos sectores, las cifras no son muy alentadoras. Según el informe de la OIT, Mi vida, mi trabajo, mi trabajo en seguridad , más de 2,2 millones de personas mueren cada año por accidentes o enfermedades relacionadas con el trabajo. Y se producen 270 millones de accidentes de trabajo no mortales, con un mínimo de tres días de baja laboral, y 160 millones de casos nuevos de enfermedades profesionales, es decir, aquellas causadas de manera directa por el ejercicio de una profesión u oficio.

Pero además de repercutir sobre la salud, y la vida de los trabajadores, una mala gestión del riesgo en el entorno laboral también afecta fuertemente a la economía. «El costo económico mundial de los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales equivale al cuatro por ciento del producto nacional bruto mundial», explica la OIT.

La prevención, una clave descuidada

Las estadísticas locales, por su parte, muestran una tendencia similar. «Pese a los avances tecnológicos en medicina, especialmente en traumatología, los períodos de baja laboral por accidente han aumentado, en promedio, de 13 a 27 días», comenta Juan González Gaviola, superintendente de Riesgos del Trabajo.

Y aunque la cantidad de trabajadores cubiertos en nuestro país se duplicó en los últimos diez años, los niveles de accidentabilidad también aumentaron. Según la SRT, en el último período analizado se notificaron 635.874 accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, de los cuales casi un 85 por ciento registraron una baja laboral e implicaron más de 14,7 millones de jornadas de trabajo perdidas. Lógicamente, esto no afecta a todos por igual: en el último período, los accidentes crecieron en el agro y en la construcción, y el índice de fallecidos se disparó en la construcción con un 16, 3 por ciento.

El tamaño de la empresa también es un factor que parece influir: los empleadores con nóminas de entre 26 y 50 empleados presentan la mayor probabilidad de tener trabajadores lesionados. Para Roberto Pinto, presidente de la Sociedad Argentina de Medicina del Trabajo (AMA), esto se debe a que en las pymes se usa muy poca tecnología y no hay tanto control.

González Gaviola, por su parte, aclara: «Notamos que, muchas veces, la seguridad en el trabajo no está en manos de un especialista, y el empleador pierde de vista que el sistema de riesgos del trabajo no es sólo un seguro, sino que apunta a desarrollar la prevención». En este sentido, el empleador debe intentar eliminar el riesgo o, si no fuera factible, aislarlo o minimizarlo. Si aún así peligra la salud o la seguridad del trabajador, debe otorgarle elementos de protección personal, informarlo sobre los riesgos a los que está expuesto y capacitarlo».

El mismo problema surge al hablar de enfermedades profesionales. Aquí también Pinto resalta la importancia de anticiparse: «Cuando aparece una patología, la medicina del trabajo ya falló, porque es eminentemente preventiva y social».

Según las cifras de la SRT, desde hace tres años crece la notificación de enfermedades profesionales, y en el último período llegó a 12.229 casos. Casi el 90 por ciento de las afecciones registradas se agruparon en enfermedades del oído (44,7%), del sistema respiratorio (24,9%), del sistema osteomuscular y tejido conectivo (11,2%), del sistema nervioso (3,5%) y en traumatismos y causas externas (5,5%).

Para Gaviola: «Las estadísticas reflejan el déficit preventivo que existe en el país y que no ha logrado revertirse. Es fundamental la capacitación y el compromiso de empresarios y trabajadores, y un aumento y perfeccionamiento de la tarea de contralor del Estado».

Ana Moreno

Responsabilidad asumida y compartida

Según la OIT, para que el ámbito laboral sea lo más seguro y saludable posible, tienen que entrar varios actores en escena. Aquí, el papel que debería desempeñar cada uno:

Empleadores: tienen que garantizar que los lugares de trabajo, la maquinaria, el equipo y las operaciones y procesos sean seguros. También deben facilitar a los trabajadores la información y formación necesarias y, cuando las circunstancias lo exijan, suministrar ropa y equipos de protección apropiados.
Trabajadores: deben cooperar en el cumplimiento de las obligaciones de sus empleadores e informar de situaciones que presenten un peligro inminente. También deben cumplir con las instrucciones que reciben para cuidar su salud y la de terceros.
Gobiernos: una de sus competencias es establecer una política nacional en materia seguridad y salud en el trabajo, y un sistema eficaz de inspección y control. Y deberían recopilar datos estadísticos de interés sobre accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.
Instituciones de educación, formación e investigación: Su función es crucial para concientizar sobre los riesgos laborales y el modo de gestionarlos eficazmente. La investigación, por su parte, proporciona una sólida base técnica y científica para evaluarlos y reducirlos.
Comunidad internacional: las organizaciones internacionales pueden comprometerse activamente para promover la seguridad y la salud en el trabajo.

Fuente: www.lanacion.com.ar

En Finlandia culpan a Botnia por la seguridad en la planta

De visita en Uruguay y tras la muerte de un obrero en la planta de Fray Bentos, sindicalistas finlandeses dijeron que â??Botnia no puede escapar de su responsabilidadâ?? en el tema.

Aseguraron que la planta es garante de los accidentes en los lugares de trabajo.

El sitio eloncedigital.com.ar publicó que el ministro de Trabajo uruguayo, Eduardo Bonomi y el director nacional de Trabajo, Julio Baraibar, recibieron a una delegación de sindicatos fineses forestales y papeleros, quienes visitan Uruguay con una abultada agenda que incluye la evaluación de un proyecto que procura consolidar la cadena productiva, tanto en el sector maderero, papelero y químico del país.

Asimismo, evaluaron la seguridad laboral de la planta de Botnia, tema que tratarán con el Directorio de la empresa al retornar a su país.

Además, participaron de la reunión el presidente de la Federación de Papeleros Finlandeses, Jouko Ahonen; el representante de relaciones internacionales de la Federación de Forestales de Finlandia, Ulf Forsman; el presidente de Cuopyc (Centro Unión Obreros Papeleros y Celulosa de Juan Lacaze), Walter Silva y el coordinador regional del SASK (Centro de Solidaridad Sindical Finlandés), Vicente Carrera, quien coordina un proyecto uruguayo que data de 14 meses y que es asistido desde Finlandia, con un convenio del Sindicato de Papeleros de Juan Lacaze con la central finlandesa que, entre otros rubros, tiene la rama del papel.

En cuanto a seguridad laboral y teniendo en cuenta el accidente que hace unas semanas sucedió en Botnia, Jouko Ahonen dijo que se trata de â??un problema jurídico del país. Se requieren recursos de control para estos temas, porque aunque exista una legislación muy buena, en cuestiones seguridad laboral, se necesitan recursos para controlar que las leyes se cumplanâ??.

Así es que el dirigente sindical sostuvo que, sin duda, Botnia no puede escapar de su responsabilidad en el tema, porque la empresa es la garante de los accidentes en los lugares de trabajo.

Asimismo, Ahonen indicó que al regresar a Finlandia, se reunirá con el directorio de Botnia para conversar sobre la seguridad laboral en Uruguay. Y consideró que aunque en Finlandia la seguridad es de alto nivel, es muy importante que las diferentes filiales tengan el mismo comportamiento.

Por otra parte, confirmó que Botnia es una compañía muy responsable en materia de seguridad. â??Generalmente el problema, tanto aquí como en Finlandia, son las empresas subcontratadas. Es muy difícil controlar la seguridad laboral entre ellasâ??, dijo.

Fuente: www.infobae.com

SINIESTRALIDAD LABORAL

Hasta noviembre murieron 1.104 personas en accidente laboral, un 12% menos

Madrid, 17 ene (EFECOM). Entre enero y noviembre de 2007 murieron en accidente laboral 1.104 personas, de las que 791 fallecieron en jornada de trabajo y 313 «in itinere» (en el trayecto de casa al trabajo o viceversa), según el último Boletín de Estadísticas Laborales (BEL) del Ministerio de Trabajo.
El número total de accidentes hasta noviembre de 2007 fue de 1.668.349, el 4,1 por ciento más que en el mismo periodo de 2006, de los que 963.054 (misma cifra que el año anterior) necesitaron baja y 705.295 (un 10,1 por ciento más que en 2006) no la necesitaron.

De los accidentes ocurridos en la jornada de trabajo, 863.490 fueron leves (una caída del 0,1 por ciento), 8.176 fueron graves (un 0,5 por ciento menos) y 791 mortales (12,8 por ciento menos).

En el caso de los accidentes «in itinere», hubo 88.515 leves (un aumento del 1,9 por ciento); 1.769 graves (2,7 por ciento menos) y 313 mortales (9,5 por ciento menos).

Además, entre enero y noviembre de 2007 se reconocieron 15.821 enfermedades profesionales, el 23,1 por ciento menos que en el mismo periodo de 2006, de las que 10.720 necesitaron baja (38,8 por ciento menos) y 5.101 no la necesitaron (66 por ciento más).

Andalucía fue la comunidad que registró el mayor número de accidentes mortales hasta noviembre, con 182, seguida de Madrid, con 140; Cataluña, con 138 y la Comunidad Valenciana, con 111.

Por el contrario, las comunidades con menos muertes en el trabajo fueron La Rioja, con 8, seguida de Baleares y Navarra, con 16 en cada caso.

El sector servicios fue donde hubo más fallecidos en accidente laboral hasta noviembre, con 296; seguido de la construcción, con 266; la industria, con 154 y el sector agrario, con 75.

Fuente: http://usa.invertia.com

El trabajo no puede costarnos la vida

NADA hay más valioso que la vida. Por encima del trabajo. Por encima de todo. Pero, lamentablemente, millones de trabajadores arriesgan su salud y seguridad a diario en el desempeño de su labor. Y en muchas ocasiones pagando el precio más elevado, el precio que nunca debería pagarse: su propia vida. El convencimiento de que el trabajo no puede costarnos la vida es lo que nos ha llevado a los cuatro sindicatos mayoritarios de Asturias a convocar una manifestación, mañana, jueves, día 22, en Oviedo, contra la siniestralidad laboral y en defensa de la salud y seguridad de los trabajadores. Porque hay motivos más que justificados para reivindicarlo.

En los nueve primeros meses de 2007 habían perdido la vida en accidente laboral a 23 trabajadores en Asturias. En apenas ocho días, durante el mes de octubre, tuvimos que lamentar la muerte de cinco trabajadores más. Esta dramática escalada de la siniestralidad fue el detonante para decidir llevar a la calle nuestra repulsa e indignación por esta lacra del mercado laboral. Una preocupación que hemos trasladado en estos últimos días a la Delegación de Gobierno, los empresarios asturianos, al consejero de Industria y Empleo y a la Fiscalía.

Porque los datos producen escalofríos. Desde que entró en vigor la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, hace casi doce años, han perdido la vida cerca de 550 trabajadores y trabajadoras en Asturias. Y hablamos de personas. Y de familias que quedan destrozadas para siempre.

Desde enero de 1996 hasta el pasado 1 de octubre se habían registrado en Asturias 268.539 accidentes laborales. De ellos, 3.051 fueron graves. Más de tres mil personas que han quedado seriamente dañadas, muchas de forma irreversible.

El desafío es enorme si tenemos en cuenta que cada cinco minutos se produce un accidente de trabajo con baja en Asturias, una región en la que aumentó la siniestralidad laboral más de un 8% en los nueve primeros meses del año. Una situación que hay que abordar y atajar entre todos y cuanto antes, aunque es evidente que unos, los empresarios, que están obligados por la ley a garantizar la salud y seguridad de sus trabajadores, tienen más responsabilidad que otros, los trabajadores, que son quienes sufren los accidentes.

Desde hace muchos años, la defensa de la salud y la seguridad de los trabajadores y trabajadoras asturianos y la lucha contra la siniestralidad laboral se han convertido en una prioridad de nuestra acción sindical. Porque es nuestra vida la que está en juego, la que corre peligro.

La presión y las movilizaciones sostenidas que venimos llevando a cabo en los últimos años han conseguido no sólo concienciar a los trabajadores y a la sociedad en general de la importancia de garantizar nuestra salud y seguridad, sino que han logrado enormes avances legislativos, tanto en el conjunto del país como en nuestra comunidad autónoma. Pero, desgraciadamente, no hemos logrado desterrar la siniestralidad laboral. Por eso, tenemos que seguir reivindicando nuestro derecho a trabajar en un contexto laboral sano y seguro.

Uno de los grandes avances logrados en Asturias en la lucha contra la siniestralidad laboral ha sido la creación de la figura de los delegados territoriales de prevención, un logro en el que hemos sido pioneros. De hecho, la Estrategia Española de Salud y Seguridad para el periodo 2007-2012 recoge la extensión de esta figura a escala nacional.

Los delegados de prevención ya trabajan en Asturias en el sector de la construcción, llevando a cabo una tarea de suma importancia en la lucha contra la siniestralidad en uno de los sectores que más la padece. Pero su presencia tiene que ampliarse a otros sectores productivos, como el metal, en el que los accidentes laborales se han disparado en los últimos años, poniendo de relieve que la prevención de los riesgos en el trabajo sigue siendo una asignatura pendiente para muchos empresarios.

Entre las principales reivindicaciones sindicales en la lucha contra la siniestralidad laboral están la creación de una Fiscalía específica y exclusiva, que persiga los incumplimientos legislativos que puedan incurrir en delito; el reforzamiento de la Inspección de Trabajo, que debe ser más contundente en sus actuaciones, y la integración de la prevención en la estructura de las empresas.

Pero no sólo eso. Además de leyes avanzadas, formación constante, políticas preventivas eficaces y capacidad sancionadora para quienes incumplan la normativa y pongan en peligro la seguridad de los trabajadores, es absolutamente imprescindible mejorar las condiciones de trabajo. La precariedad a la que muchos trabajadores se ven abocados está detrás de la inmensa mayoría de los accidentes laborales.

Por eso, resulta intolerable que mientras la economía mejora, mientras los beneficios empresariales aumentan sin límite, los trabajadores, que son principales actores en el escenario que lo hace posible, se dejan la salud y la vida en el desempeño de su labor. Y tenemos derecho a un empleo seguro. No queremos ni una muerte más en el trabajo.

Fuente: www.elcomerciodigital.com