Un joven de 22 años murió aplastado por toneladas de soja mientras trabajaba en un silo situado en la localidad bonaerense de 9 de Julio. Familiares de la víctima aseguran que el dueño del silo “tardó más de 10 horas en rescatarlo porque no quería perder el cereal” y piden justicia.
En horas de la tarde de este viernes 29 de marzo, un joven de 22 años se cayó en el interior de una planta de silos de la ciudad de 9 de Julio. Después de un extenso operativo de rescate, fue hallado el cuerpo sin vida en este hecho que terminó con un triste desenlace.
Un joven de 29 años perdió la vida este jueves, luego de sufrir graves lesiones al ser aplastado por una máquina, con la que estaba trabajando. Según indicaron, el mismo bajó a mirar un desperfecto mecánico y la máquina se le vino encima.
Las caídas, el atropellamiento de animales y los esfuerzos excesivos son los incidentes más frecuentes. “Se debe profundizar mucho más la tarea por proteger a quienes llevan adelante esta producción”, señaló el Dr.Marcos Grigioni, referente en prevención y salud agropecuaria.
En el año 2017, como consecuencia de algunos accidentes muy tristes ocurridos en tambos y la solicitud de un grupo de productores, el Dr. Marcos Grigioni, médico cirujano y productor agropecuario, comenzó a investigar la situación de los productores y trabajadores tamberos, qué tipos de incidentes prevalecían y cuáles aspectos de prevención se deberían abordar y cómo. Ver más
El hombre de 72 años estaba cargando un camión con cereal cuando habría realizado una mala maniobra y le atrapa la pierna el elevador sinfín, donde sufrió gravísimas heridas que le produjeron la muerte. El predio rural está ubicado a unos 15 kilómetros al noreste de la localidad de Intendente Alvear.
Junto a un compañero de trabajo estaba colocando pastillas de fosfuro de aluminio en una celda de almacenamiento de granos.
A meses de jubilarse. Tras 23 días de agonía, Roberto Poli falleció producto de haber respirado un producto tóxico.
Roberto José Poli jamás imaginó que el final estaba tan cerca; ni que llegaría de una forma casi inverosímil, tras un episodio tan fugaz como certero. Su entorno y sus afectos más cercanos tampoco pensaron que su vida se apagaría como un sarcasmo del destino, justo cuando había disparado sus planes para comenzar a gozar de su retiro. Al hombre le faltaban dos meses para jubilarse, luego de 30 años de servicio para Agricultores Federados Argentinos, cuando destapó el envase de Fos Kill —la marca comercial de un químico utilizado para controlar insectos en granos almacenados—, que liberó el gas que lo intoxicó y apagó su vida, luego de 23 días de agonía. Ver más