Milagro en Puerto Madero

Un contenedor que era transportado por un camión aplastó a dos vehículos en la esquina de Brasil y Dellepiane. Dos de los pasajeros fueron internados por los golpes sufridos.

Dos automóviles quedaron hoy aplastados por un contenedor que cayó desde el camión que lo transportaba en la zona portuaria de Buenos Aires, en un impactante accidente que causó heridas a dos personas.

Testigos del accidente dijeron que el contenedor se desplazó por la caja del camión hasta caer sobre los autos luego de que la carga chocara en las alturas contra las ramas de un árbol en el cruce de Brasil y Dellepiane, debajo de la autopista 25 de Mayo.

Las ramas arrastraron al contenedor hasta arrojarlo sobre un Volskwagen Gol y un Renault Clío.

Los dos ocupantes del Gol, un hombre de 63 años y una mujer de 37, tuvieron que se hospitalizados con traumatismo de cráneo, dijo la policía.

Después del accidente, el contenedor quedó durante varios minutos apoyado sobre el capó del Clío, que avanzaba detrás del camión y la parte trasera del Gol, que viajaba a un costado, sin tocar el suelo.

Varios conductores de automóviles y peatones que circulaban por la zona se detuvieron para ver las consecuencias de un accidente con características infrecuentes.

Fuente: www.infobae.com

Subte le destrozó un brazo a un nene que cayó del andén

El accidente ocurrió ayer en la estación Carlos Pellegrini de la línea B. El chico, de 11 años, fue trasladado al hospital Gutiérrez donde se le amputó el brazo.

Un nene de 11 años sufrió la amputación de su brazo derecho, tras un accidente en la estación Carlos Pellegrini del Subte B.

El accidente ocurrió ayer, a las 18.15, en esa estación de la línea B, cuando el chico cayó en un andén y una formación le destrozó el brazo que luego fue amputado.

El niño fue trasladado en una ambulancia del SAME desde esa estación, que se halla a la altura de la avenida Corrientes y Carlos Pellegrini, al hospital de Niños Ricardo Gutiérrez donde fue asistido.

El hecho fue caratulado como «accidente ferroviario no fatal» con intervención de la división Subterráneos de la Dirección General de Seguridad del Transporte de la Policía Federal y de la fiscalía 42 de la Justicia de la Capital.

Fuente: www.infobae.com

Deben indemnizar a dos pasajeros de subte por lesiones

Una mujer, que estaba embarazada, y su hijo se cayeron en una estación a causa de un charco de agua. El chico sufrió fractura de tibia y peroné. Y la Justicia condenó a la empresa a resarcirlos con 10 mil pesos.

Marcela Pachao estaba por entonces embarazada. Viajaba con su hijo Lucas en brazos cuando resbaló y cayó en la estación Federico Lacroze de la línea «B» de subte, porque el piso estaba mojado. La mujer fue trasladada con heridas al Hospital Pirovano, mientras el nene sufrió la fractura de tibia y peroné y pasó tres meses enyesado.

El accidente se produjo el 26 de junio de 2000, y desde esa epoca se desarrolló un juicio contra Metrovías. Ahora, un tribunal condenó a la empresa a pagar casi 10 mil pesos a la mujer y a su hijo por las lesiones que sufrieron.

En su defensa, la empresa alegó que el agua llegó al anden de la estación a causa de la gran cantidad de lluvia caída ese día, pero los jueces rechazaron ese argumento.

La Sala «F» de la Cámara Civil subrayó que «los pasajeros tienen derecho a que se garantice su seguridad en los ámbitos (vagones, andenes, pasillos, escaleras) en que la empresa de transportes presta el servicio por sí». Esos sitios «son lugares que se hallan bajo la vigilancia y control del transportador que explota el servicio, quien, por eso, es responsable de los daños sufridos por los usuarios», opinaron los jueces Eduardo Zannoni, Fernando Posse Saguier y José Luis Galmarini.

Los camaristas evaluaron que al hijo de Pachao le correspondía un resarcimiento de 2.500 pesos por el tiempo que permaneció enyesado, mientras a la mujer le corresponden 7.200 por el tratamiento psicoterapéutico al que debió someterse.

El fallo completo, un adelanto exclusivo de Clarín.com

(Fuente: Télam)

Fuente: Diario Clarín

Cayeron once contenedores en aguas del Río de la Plata

En el lugar se encuentra trabajando personal de Prefectura. Cayeron cuando un barco intentaba ingresar al puerto de Buenos Aires.

Prefectura Naval trataba este mediodía de rescatar de la ribera del Río de la Plata, frente al aeroparque porteño, 11 contenedores vacíos que horas antes habían caído de un buque de bandera chipriota que se dirigía al puerto metropolitano.

Fuentes de la Prefectura informaron que los contenedores fuern localizados a la altura del kilómetro 16 del canal Emilio Mitre y quedarin flotando, pero «sin obstaculizar la navegación por el canal».

Este mediodía efectivos de la Prefectura en cuatro guardacostas, con dos lanchones y tres gomones, asistidos desde el aire por helicópteros de la fuerza, trataban de rescatar las pesadas cajas.

Los contenedores cayeron al agua cuando eran transportados en el buque «Polargo I», junto a otros 64 conteiners.

Fuente: www.infobae.com

Los códigos del ciclista y el peatón nunca se aplicaron

A contramano. El 84% no usa ojo de gato, el 48% no respeta los semáforos y el 88% circula por la izquierda.
Las ordenanzas cumplieron dos y cuatro años. Tránsito lanza este fin de semana una campaña de «concientización».

Una encuesta hecha por la Dirección de Tránsito entre mayo y junio de este año entre 15 mil ciclistas de la ciudad arrojó resultados decepcionantes: el 84 por ciento no usa ojo de gato, el 48 por ciento no respeta los semáforos y el 88 por ciento circula por la izquierda. El relevamiento pone en evidencia el incumplimiento de la ordenanza Nº7.513 que estableció un ordenamiento vial con un registro de propietarios de bicicletas, reglas de circulación y normas de seguridad obligatorias para circular. La directora del área, Hebe Marcogliese, reconoció que «no se ha podido multar a ningún infractor porque los ciclistas se resisten y no acatan la orden de los inspectores, así resulta imposible detenerlos».

Frente a este cuadro de situación, a partir de este fin de semana, Tránsito lanzará una campaña de uso de elementos de seguridad y actitudes responsables entre los ciclistas rosarinos, pero sin aplicar sanciones. Los accidentes protagonizados con bicicletas ocupan el segundo lugar luego de los motociclistas.

En el período octubre de 2004 a agosto de 2005, el 22 por ciento de los ingresados a la guardia del Hospital de Emergencias fueron ciclistas, superando a los peatones y lesionados en autos y camionetas.

La mayoría de los rosarinos que usan habitualmente la bici infringen las normas de tránsito: cruzan el semáforo en rojo, van por el carril izquierdo y a contramano.

En muchos corredores viales y grandes avenidas es común que los ciclistas impongan sus propios códigos de tránsito. Suelen pedalear formando hileras de tres y hasta cuatro por Oroño, 27 de Febrero, Pellegrini, Seguí, Avellaneda y Presidente Perón (donde hay ciclovías pero casi nadie las usa, al igual que un tramo de Oroño y Buenos Aires).

Sondeo alarmante
La Dirección de Tránsito entrevistó a 13.543 hombres y a 1.872 mujeres que andan en bici en los distritos oeste, centro, norte y sur. El sondeo finalizado en junio pasado contrasta con el ordenamiento vial estipulado en la ordenanza Nº7.513.

«De las 340 mil bicicletas que circulan por Rosario, en casi ninguna se usa el casco de protección, salvo los que hacen deporte», reconoció Marcogliese. Idéntica situación pasa con la colocación de ojos de gato en la bici y elementos refractarios.

La ordenanza – vigente desde el 8 de mayo de 2003 – exige la creación de un registro municipal de bicicletas que nunca fue reglamentado por el Ejecutivo.

Según reza el texto de la ordenanza, los comercios del rubro deberían grabar el número registral debajo de la pedalera y en el cuadro, y comunicar al registro de propietarios de bicicletas las ventas efectuadas. La misma situación debía darse con la transferencia o baja de bicicletas.

Inclusive existen otros aspectos que son letra muerta. Por ejemplo, cada ciclista debería circular con documentos, utilizar exclusivamente las bicisendas o usar sólo el carril derecho.

Para estar en regla cada ciclista debe usar el casco de protección, así como ropas claras y visibles.

También tienen prohibido transportar a otros, colgarse de otro vehículo, andar por autopistas, cruzar los semáforos en rojo, en paralelo, a contramano, en peatonales, con auriculares, en zig-zag o haciendo willy.

Cada rodado debería estar equipado con elementos retrorreflectivos en pedales y ruedas, uno delantero blanco y otro trasero rojo. A su vez deberían portar timbre, corneta o bocina; también destelladores con baterías o pilas y espejo retrovisor.

Frente al contraste entre la norma y los datos del censo hecho este año, Marcogliese aseguró que «es necesario trabajar sobre la conciencia de la gente con un fuerte compromiso de la sociedad y de las entidades intermedias». La funcionaria reconoció que el poder de policía de los inspectores resulta casi nulo a la hora de ejercer el control. «No se pueden labrar multas a personas sin identificación, además este procedimiento resultaría muy ríspido desde el punto de vista social», admitió la funcionaria.

En este sentido, la preocupación del Ejecutivo está centrada en trabajar sobre la conciencia y la educación vial de los ciclistas para lograr resultados a mediano plazo. «Aplaudo la ordenanza, pero hoy debemos avanzar sobre las normas de circulación más que en crear un registro de bicicletas», advirtió Marcogliese.

A partir del próximo mes, Tránsito invitará a las empresas de la construcción, siderúrgicas y otras compañías a que adhieran a una propuesta que podría reducir costos en accidentes laborales. «Vamos a sugerirles que les provean cascos a sus empleados, y ojos de gato para circular seguros en bicicleta. Si logramos este objetivo seguramente se producirá un efecto contagio en el resto de los 100 mil rosarinos que usan bicicletas para circular», detalló.

Para defender al peatón
En otro orden, la ordenanza Nº7.181 de mayo de 2001 estableció para toda la ciudad la puesta en marcha del código del peatón que salvaguarda sus derechos e impone duras sanciones a los conductores.

Por ejemplo, la norma establece que «en los casos en que se compruebe que el conductor de un vehículo realice una maniobra que implique poner en peligro la integridad física del peatón, será penado con multas de 300 a 970 pesos», siendo la multa agravada en el casos de peatones discapacitados con montos de 400 a 970 pesos. Y a su vez impone que cada peatón cruce exclusivamente por la senda de las esquinas. Pero a cuatro años de su vigencia, la directora de Tránsito reconoció que aún no rige como ordenanza.

El actual diputado socialista, y ex concejal Raúl Lamberto es el padre de ambas criaturas legislativas. «Este es un país al margen de la ley, por eso el acatamiento de las normas de convivencia nos cuesta tanto. Como autor del código del ciclista y del peatón nunca pretendí que las conductas se cambien de la noche a la mañana, es todo un proceso», justificó Lamberto para preguntarse: «¿Cuántos años demoró el uso del cinturón de seguridad? ¿Cuántos motociclistas andan por la calle sin casco?».

Lucas Ameriso / La Capital

Fuente: Diario La Capital

TBA debe pagar por incumplir las normas de seguridad

La Cámara Civil condenó a la empresa Trenes de Buenos Aires a pagarle una indemnización a un pasajero que se cayó de un tren y sufrió varias lesiones. La empresa adujo que hubo un forcejeo previo a la caída en el andén y que el tren estaba lleno. FALLO COMPLETO