Esta es una lección que debemos tener siempre presente y recordarla a nuestros clientes toda vez que se pueda. No dejen de leerlo!
Algunas veces es un error juzgar el valor de una actividad simplemente por el tiempo que toma realizarla… Un buen ejemplo es el caso del Ingeniero Mecánico que fue llamado a arreglar una máquina muy grande y extremadamente compleja… una máquina que valÃa 12 millones de
dólares.
Sentado frente a la máquina, oprimió unas cuantas teclas, asintió con la cabeza, murmuró algo para sà mismo y apagó el aparato. Procedió a sacar un pequeño destornillador de su bolsillo y dio vuelta y media a un minúsculo tornillo. Entonces encendió de nuevo la máquina y comprobó que estaba trabajando perfectamente.
El presidente de la compañÃa se mostró encantado y se ofreció a pagar la cuenta en el acto.
¿Cuánto le debo? -preguntó.
Son mil dólares, si me hace el favor.
¿Mil dólares? ¿Mil dólares por unos momentos de trabajo? ¿Mil dólares por apretar un simple tornillito?. ¡Ya sé que mi máquina cuesta 12 millones de dólares, pero mil dólares es una cantidad disparatada! La pagaré sólo si me manda una factura perfectamente detallada que la justifique.
El Ingeniero Mecánico asintió con la cabeza y se fue.
A la mañana siguiente, el presidente recibió la factura, la leyó con cuidado, sacudió la cabeza y procedió a pagarla en el acto, sin chistar.
La factura decÃa:
Servicios prestados:
Apretar un tornillo…………………. 1 dólar
Saber qué tornillo apretar……… 999 dólares
Manda este mail a todos aquellos profesionales que dÃa a dÃa se enfrentan con la desconsideración de quienes por su propia ignorancia no alcanzan a entenderlos y regálales al menos un momento de humor.
MORALEJA: «Se gana por lo que se sabe, no por lo que se haceâ??.
Fuente: Newsletter N° 73 «Seguridad & Ambiente» – RIW Consultores