Otro trabajador más que se quita la vida en la operadora francesa. De 57 años de edad, el empleado se ha suicidado quemándose a lo bonzo. Los hechos ocurrieron esta mañana a las afueras de Burdeos.
«Estamos consternados con la muerte de un empleado de la agencia profesional de Burdeos, que terminó con su vida en el estacionamiento de la comisión de Mérignac», indica la dirección del gigante francés de las telecomunicaciones.
Cuando los equipos de rescate llegaron al lugar sólo pudieron certificar la muerte de este trabajador, que se suma a una larga lista de suicidios en la operadora. Fuentes del operador señalaron que no es el primer caso de 2011, pero se negaron a facilitar la cifra exacta por la política de la empresa y la dificultad de vincular esas muertes a las condiciones de trabajo. El año pasado, 25 personas se quitaron la vida y entre 2008 y 2009, 35.
Pese a este terrible historial, la empresa no admitió por primera vez su culpa hasta julio de 2010, cuando aceptó considerar como accidente de trabajo el suicidio de otro trabajador que denunció una «sobrecarga de trabajo» y una «gestión basada en el terror».
Desde entonces, France Télécom ha lanzado una campaña de prevención de suicidos que incluye un cuestionario a sus empleados para que puedan expresar sus inquietudes y la congelación de la movilidad forzosa.
Esa oleada de suicidios le valió, además, las críticas incluso del Gobierno y le hizo proceder al relevo en su dirección general, lo que propició la llegada de Stéphane Richard, que fue quien se comprometió ante los más de 100.000 asalariados en Francia a tener en cuenta sus circunstancias personales para adaptar las condiciones.