Susto y milagro ayer al mediodía en la esquina de Sarmiento y Mendoza. Los trabajos no tenían autorización municipal y los albañiles no contaban con elementos de seguridad.
Conmoción. El desplome del techo movilizó a equipos de emergencias.
Un estruendo sacudió ayer al mediodía la esquina de Sarmiento y Mendoza. Gran parte del techo de una vieja casona, donde se proyectaba inaugurar un bar, se desplomó en un instante ante la mirada atónita de los seis operarios encargados de remodelar el lugar. Si bien no pasó a mayores, el accidente volvió a poner en el centro del debate la informalidad en que se desarrollan muchas obras en construcción. En pleno centro de la ciudad y frente a dependencias oficiales, los trabajos no contaban con autorización del municipio, no exhibían el cartel reglamentario de obra y las personas que trabajaban allí no tenían los mínimos elementos de protección, como calzado y casco. Ver más
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