Un juzgado investiga el accidente que ocasionó que a un joven le tuvieran que amputar los dos brazos y una pierna. Este electricista sufrió una fuerte descarga eléctrica cuando se subió a una torre de alta tensión por orden de sus jefes
Antonio Llama Santiago maneja el móvil con la nariz. Se agacha hacia la mesa y con la punta busca una información en internet. Tiene 27 años y reside con sus padres en la localidad de Osuna (Sevilla). Este electricista nunca olvidará ese 14 diciembre del 2017. Una descarga de 15.000 voltios estuvo a punto de segarle la vida después de que su jefe le enviara al lugar y el encargado le ordenara subir a una torre de alta tensión para hacer un empalme. Se quedó sin los dos brazos y sin una pierna. El pie de la otra extremidad lo tiene también destrozado. “No me molesta recordarlo porque noto que estoy vivo. Eso sí, he tenido que aprender a vivir de nuevo”, asegura. Un juzgado de Montilla está investigando si se produjo una negligencia por parte de la empresa. En estos momentos, está a la espera del acta de la inspección de trabajo. “No me gustan los hospitales”, asegura el muchacho, a pesar de que estuvo varios días en la unidad de cuidados intensivos, otros tantos en un centro sanitario y muchos más en una fundación donde le enseñaron a desenvolverse con las prótesis. Ver más