Se trata de un joven de 29 años oriundo de Zapala que estaba trabajando en una torre del paraje Leuto Caballo, próximo a Chos Malal.
Un operario de la Oficina Provincial de Tecnologías de la Información y la Comunicación (OPTIC) murió ayer por la tarde al caerse de una torre en Leuto Caballo, a 25 kilómetros de Chos Malal.
Un obrero murió y dos personas resultaron heridas este martes a raíz del derrumbe de una losa en una obra en construcción ubicada en avenida Mitre y Gutiérrez, en la localidad bonaerense de Munro.
Trabajaba colocando un techo en un comercio junto a un compañero. Murió en el acto.
Víctor Luis Marrone perdió la vida en un accidente de trabajo. Tenía 58 años y era de Rosario, Santa Fe, pero vivía en Rivadavia.
Un obrero que trabajaba en la colocación de un techo en un comercio de Capital murió ayer al caer de cabeza desde una altura aproximada a 8 metros. Pese a que tenía casco, el golpe lo mató prácticamente en el acto, dijeron fuentes policiales.
La novia de la víctima denuncia que el organismo del barrio porteño de San Nicolás no le brindó a su pareja las medidas de seguridad necesarias para llevar a cabo sus tareas.
Un obrero de 36 años estaba realizando tareas en la Cámara Nacional de Elecciones situada en el barrio porteño de San Nicolás cuando un andamio se rompió y provocó su caída. El sujeto cayó desde el primer piso hasta el tercer subsuelo y murió en el acto. La novia de la víctima denuncia a Crónica que su pareja no tenía las medidas de seguridad necesarias para realizar su trabajo.
Un juzgado investiga el accidente que ocasionó que a un joven le tuvieran que amputar los dos brazos y una pierna. Este electricista sufrió una fuerte descarga eléctrica cuando se subió a una torre de alta tensión por orden de sus jefes
Antonio Llama, esta semana en Barcelona. / RICARD CUGAT
Antonio Llama Santiago maneja el móvil con la nariz. Se agacha hacia la mesa y con la punta busca una información en internet. Tiene 27 años y reside con sus padres en la localidad de Osuna (Sevilla). Este electricista nunca olvidará ese 14 diciembre del 2017. Una descarga de 15.000 voltios estuvo a punto de segarle la vida después de que su jefe le enviara al lugar y el encargado le ordenara subir a una torre de alta tensión para hacer un empalme. Se quedó sin los dos brazos y sin una pierna. El pie de la otra extremidad lo tiene también destrozado. “No me molesta recordarlo porque noto que estoy vivo. Eso sí, he tenido que aprender a vivir de nuevo”, asegura. Un juzgado de Montilla está investigando si se produjo una negligencia por parte de la empresa. En estos momentos, está a la espera del acta de la inspección de trabajo. “No me gustan los hospitales”, asegura el muchacho, a pesar de que estuvo varios días en la unidad de cuidados intensivos, otros tantos en un centro sanitario y muchos más en una fundación donde le enseñaron a desenvolverse con las prótesis. Ver más
