Las diferencias entre el seguro de vida, de accidentes personales y la ART

Los seguros brindan previsibilidad y estabilidad financiera en la economía de una persona y su familia. Así, ante el fallecimiento, un seguro de vida paga una suma de dinero; ante un accidente, el seguro de accidentes personales paga una suma de dinero; y ante un siniestro atado al ámbito laboral, la ART paga una suma de dinero. Sin embargo, las coberturas no son las mismas.

Un seguro de vida no cubre los gastos por accidentes, al igual que un seguro de accidentes personales no cubre la muerte por otros motivos que no sean un accidente y la ART no cubre siniestros por fuera del ambiente de laboral o por fuera del trayecto desde y hacia el trabajo. Esto deja en evidencia que el motivo y el lugar de un siniestro son claves.

Las aseguradoras de Grupo Provincia, como empresas que apuntan al desarrollo productivo mediante la articulación de iniciativas alineadas con las políticas estratégicas del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, buscamos que nuestras clientas y nuestros clientes sepan la importancia y las ventajas de estar asegurados. A través de Provincia Vida, Provincia Seguros y Provincia ART ofrecemos una cobertura muy amplia y queremos que se conozcan las implicancias de cada una.

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En Quilmes un trabajador municipal cae de una grúa en malas condiciones

Una vez más la precarización laboral da como resultado un accidente evitable en el municipio de Quilmes. Que la patronal sea el municipio de la intendenta Mayra Mendoza agrava el hecho.

El trabajador estaba colocando la decoración para el “Corredor Gastronómico” del municipio quilmeño cuando un desperfecto de la grúa casi le cuesta la vida.

Tuvo que ser hospitalizado. Si la grúa hubiera subido a su máxima altura el hecho podría haber sido aún más lamentable, cobrándose una vida.

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No le enseñaron a usar la sierra, se amputó un dedo y lo echaron: condenan a la constructora

El hombre sufrió un accidente de trabajo mientras usaba una sierra electromecánica para la empresa Construcciones Normalizadas de Viedma

(VDM Noticias) El Superior Tribunal de Justicia (STJ) confirmó una condena laboral para una constructora de Viedma que despidió sin causa a un empleado, un mes después de haber perdido un dedo mientras cortaba madera.

El hombre sufrió un accidente de trabajo mientras usaba una sierra electromecánica. Tras varias cirugías, perdió las dos primeras falanges de su dedo pulgar derecho.

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Obrero cayó del techo en plena obra y la ART deberá pagar una suma millonaria

Tras el accidente laboral dijeron que el hombre no estaba cubierto pero los familiares ganaron el juicio en primera y segunda instancia. La empresa podría volver a apelar, esta vez, ante la Corte.

El 29 de enero del 2016 un accidente laboral terminó con la vida de M.B. López. El hombre, quien trabajaba en blanco como obrero, falleció luego de caer desde un primer piso. 

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Se fracturó el dedo con una maza, la ART no cubrió los gastos y lo despidieron: tendrán que resarcirlo

Un soldador que cumplía tareas en la zona aledaña a Jacobacci se fracturó el dedo al golpearse la mano con una maza de dos kilogramos, la ART no se hizo cargo de muchos de los gastos médicos y la empresa donde trabajaba lo despidió. Un fallo ordenó que sea indemnizado por la incapacidad, que le reintegren los gastos, que le cubran el tratamiento y que le paguen los sueldos desde que fue echado.

Sufrió un accidente realizando su trabajo para la empresa Burgwardt y Compañía. Se fracturó el dedo índice al golpearse con una maza de dos kilogramos y un cortafierros, al momento de estar sacando una corredera de bronce de una motoniveladora. Debió ser atendido en el hospital de Jacobacci.

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Trabajó parada por años y le salieron varices: el súper tendrá que pagarle

Después de acumular miles de horas atendiendo de pie a los clientes, una cajera empezó a sufrir las consecuencias en su salud. Como no quisieron reconocer su patología como accidente de trabajo, los demandó y ganó el juicio.

Sandra trabajó 14 años como cajera y muchas de esas horas las pasó parada, sin una silla donde descansar. Sus dolores en las piernas se convirtieron en várices, más adelante vinieron calambres y después un médico le diagnosticó artritis en una rodilla. Cuando planteó el problema en su trabajo, el supermercado y la ART le dijeron que no era una enfermedad laboral sino un problema suyo. Sandra los denunció y esta semana consiguió un fallo a su favor: tendrán que pagarle por los daños en sus piernas.

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