El hombre trasladó su extremidad en una conservadora y la operación duró siete horas.
«En lo vascular, se hizo hicieron cuatro bypass; dos arteriales, arterias radial y cubital, y dos venosos» informó la Municipalidad. (El Doce)
El jueves pasado un hombre de 52 años llegó al Hospital de Urgencias de Córdoba con su mano izquierda adentro de una conservadora con hielo. Había sufrido la amputación en un accidente laboral y lograron reimplantársela tras una operación que duró siete horas.
Dormían hacinados, sin agua potable, con hambre, sin baño y varios de ellos contagiados con sarna», denunciaron desde la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores.
Tras distintos operativos realizados en campos de las provincias de Corrientes y San Juan, fueron rescatados más de cien trabajadores que estaban “en condiciones infrahumanas, dormían hacinados, sin agua potable, con hambre, sin baño y varios de ellos contagiados con sarna”.
Un nuevo trabajo de investigación ha documentado la presencia de partículas de cesio gran tamaño y altamente radiactivas en las inmediaciones de los reactores dañados de la central nuclear de Fukushima
Parque de Yamatsuriyama, en la prefectura de Fukushima, Japón Foto: iStock
Este mes de marzo se cumplen 10 años desde que una desgraciada cadena de acontecimientos provocara uno de los desastres nucleares más sonados del siglo XXI. Así el 11 de marzo del 2011, a unos 130 kilómetros de la costa de Japón y a unos 32 de profundidad en el océano Pacífico se producía el que fue bautizado como el Gran Terremoto de la Costa de Japón. Con una magnitud de 9,1 MW en la Escala Sismológica de Magnitud de Momento, y catalogado como el cuarto terremoto más fuerte detectado en la Tierra durante los últimos 500 años, este daría lugar a un tsunami en el que olas de hasta 15 metros de altura golpearían la costa del país nipón con la mala fortuna de encontrarse en su camino a la central nuclear de Fukushima Daiichi.
Un particular episodio sucedió en relación a un accidente de trabajo en Alboraya: una comunidad autónoma de Valencia.
Todo sucedió el viernes a la tarde cuando un trabajador ecuatoriano sufrió una caída desde el andamio que estaba desmontando en un edificio de tres plantas en la calle Tavernes Blanques de esa localidad.
Un sujeto de 39 años que estaba trabajando como capataz en una obra en construcción de City Bell está acusado de empujar a uno de sus albañiles de una altura de cinco metros tras enojarse porque no le gustó como quedó la losa que había terminado.