Empresas que cierran, que solicitan aplazar el pago de sus impuestos, que se fusionan con la competencia para salir como sea de los números rojos… y empresas que celebran una buena noticia. Entre estas últimas está Catelsa. Sus ejecutivos presumen de que dos de cada cinco coches europeos llevan piezas procedentes de la firma instalada en el polígono de las Capellanías. Ser líderes europeos es, más que un objetivo, una realidad constatable, como recuerda su director gerente, José Marcelo Muriel. Su mensaje es elemental pero instructivo: en tiempos de crisis general «hay que apoyarse en cosas positivas». Cumplir un año sin bajas laborales por siniestralidad, sin duda, es una de ellas. Fue la excusa perfecta para que los profesionales y los responsables de la empresa se reuniesen ayer en el Complejo Álvarez en una fiesta y lo celebrasen como la ocasión merecía.
«Estábamos convencidos de conseguirlo, y eso que hubo que empezar el recuento más de una vez. Antes teníamos más accidentes y decidimos que era el momento d e mejorar también en eso», subraya Horacio Daza, jefe de mantenimiento y uno de los profesionales que no quiso perderse la cita de ayer.
Mientras Marcelo Muriel departe con los invitados y comenta los detalles de esa particular operación contra los accidentes de trabajo, un empleado pasa a su lado y se dirige a él: «A ver si al año que viene volvemos a estar aquí». Muriel responde con una sonrisa. Su contestación deja pocas dudas de que cumplido el primer objetivo ya está fijado el siguiente: continuar mejorando.
«Hace dos años adquirimos un compromiso entre la dirección de la empresa y los trabajadores. Cuando hablamos con el comité, dijimos: ‘si conseguimos esto nos vamos todos a comer’. El salto se consigue cuando la gente se implica. Cada uno en su puesto puede hacer muchas cosas, para mejorar la seguridad, la calidad… en definitiva para hacer más firme la supervivencia de Catelsa».
José Marcelo Muriel, no obstante, admite que el reto de un año sin un solo siniestro que ahora se ha superado tuvo su origen en un pasado reciente mucho menos brillante en este apartado de la seguridad: «Nosotros estábamos en el ranking de accidentes en un puesto alto. Eso nos situaba en una posición negativa dentro del grupo Hutchinson. Teníamos que hacer algo». Y se hizo. Y el resultado es que en el conjunto de la empresa han superado la frontera de los 365 días sin siniestralidad. Todo un registro si se tiene en cuenta que en España se contabilizan unos 500.000 al cabo del año.
En algunas secciones de Catelsa ese récord sin percances se alarga hasta los 1.000 días. «Son talleres de 60 personas que no han tenido un solo accidente en este tiempo», confirma. Ayer hubo un reconocimiento para ellos, al igual que para los profesionales que cumplen 25 años de antigüedad. Catelsa tiene 280 trabajadores en plantilla, 15 de ellos en plantilla en situación de jubilación parcial y factura unos 30 millones al año.
La jornada festiva arrancó con una charla de José María San Segundo, consultor de empresas y autor del libro ‘La respuesta. Cómo David venció al Goliath de la crisis’. Ayer, en su alocución ante los profesionales de Catelsa, abordó la necesidad de ensalzar esos valores ocultos que nunca se pierden a pesar de que prevalezca la sensación de que todo se hunde.
«Son esas abundancias que están ahí y no vemos. No todo va a ser un desastre o un caos», incide Marcelo Muriel, que aplica el ejemplo en su propia firma: «No e s fácil que un ingeniero coja el coche, se vaya a Madrid, tome un avión y trabaje en Frankfurt con otros ingenieros en otro idioma. Y luego llegue a las dos de la mañana y siga trabajando al día siguiente. Eso se hace con ilusión. Pero sin no lo haces no eres líder». Y resume: «Catelsa tiene que prepararse para ser líder europeo en termoplásticos y en caucho de carrocería del automóvil. Y para eso tenemos que ser mejores que alemanes, franceses…».
«Cada mes que cumplíamos sin tener accidentes de trabajo dejábamos abierta la máquina del café. Era un pequeño complemento para animarnos a conseguirlo». José Marcelo Muriel, ingeniero industrial y director gerente de Catelsa, reconoce que superar el reto de un año sin siniestralidad laboral ha requerido del compromiso y trabajo en equipo de la empresa y sus 280 trabajadores.
