La demolición por fases permite echar abajo una nave en desuso y retirar las placas de fibrocemento sin impacto para la salud de los vecinos del barrio

El vestigio de la mayor industria de Redován en el siglo XX pasará a ser un recuerdo para poner en valor el polígono industrial. La vieja fábrica de Cerámicas El Chato ha sido desmontada por fases para evitar desprendimientos ante el mal estado de la nave y que no provoque problemas de salud a los vecinos de la pedanía de San Carlos derivados del uso del amianto en su construcción. Los reiterados robos de chatarra habían dejado las cubiertas de la estructura sustentada sobre unos frágiles pilares arqueados por el paso del tiempo, ante lo que el equipo de gobierno firmó una orden de demolición para evitar males mayores.
Las naves que se encontraban a pleno rendimiento en los años sesenta se levantaron sobre un forjado metálico y cubiertas con placas de fibrocemento y este material es el que ha provocado que el proyecto de demolición sea costoso y complejo, puesto que el propietario ha tenido que evitar que el techo se desplome y origine polvo de amianto, material nocivo para las personas que lo inhalen.
El gobierno local se planteó hace dos años demoler de la entrada al municipio la vieja fábrica de ladrillos que abasteció de material de obra durante décadas a gran parte de la Vega Baja, una producción en cadena que se abandonó hace muchos años y que era parte, junto a las canteras, de la primera estampa que el visitante veía de Redován. El alcalde, Emilio Fernández, alertó entonces de que los amigos de lo ajeno se habían llevado gran parte de la estructura y dejaron las naves en riesgo de derrumbe. Ver más