El maltrato en el trabajo

El fenómeno es conocido como mobbing o violencia laboral y consiste en la discriminación hostil dentro de ese ámbito. La situación puede llevar al despido, abandono voluntario del trabajo y hasta el suicidio. En España y los Estados Unidos ya existen legislaciones y casos juzgados al respecto. Argentina sólo cuenta con pocas denuncias y ninguna ley.

Se trata de una conducta humana tan extraña que para nombrarla los psicólogos tuvieron que recurrir a la Etología, donde la conjugación â??to mobâ?? es utilizada como verbo para definir cómo los animales se atacan con violencia.

En general, el mobbing se actúa y sufre en el ámbito laboral, donde una oficina puede de pronto transformarse en una jungla para un trabajador desprevenido.

La primera persona que estudió el fenómeno como causante de una patología fue el psicólogo alemán Heinz Laymann, quien en 1986 describió en un libro las consecuencias, sobre todo en la esfera psíquica, de las personas expuestas a un comportamiento hostil y prolongado en el tiempo por parte de los superiores o compañeros de trabajo.

En la Argentina, si bien el término está poco difundido y no existe legislación al respecto, el fenómeno de la violencia laboral afecta al 6.1% de los hombres y al 11.8% de la mujeres trabajadoras, según un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

El mobbing es una forma de violencia discriminatoria hacia un trabajador por parte de sus superiores o el resto de sus compañeros que afecta de manera tal que puede llegar a ocasionar el hundimiento psicológico de la víctima.

Comienza a manifestarse cuando se obliga al trabajador a realizar tareas contra su propia voluntad, cuando lo cambian habitualmente de ubicación, cuestionan todas sus decisiones, lo critican, dicen que tienen problemas psicológicos o simplemente lo ignoran. Se ejerce sobre él una presión psicológica que puede tener como como consecuencia el despido o la renuncia.

Efectos de la desocupación

El especialista en Derecho Laboral Héctor Recalde afirma que la situación de desocupación en la Argentina hace que el efecto mobbing sea mucho más grave ya que los trabajadores se hallan en un estado de indefensión total, tienen más temor y pocas leyes que los defiendan.

Por su parte, la especialista en Derecho Laboral Andrea Fabiana Mac Donald, recopiló algunos casos sucedidos en el país en un informe publicado por el Diario Judicial. Allí recuerda que en junio de 1998 el encargado de seguridad de una cadena de supermercados de la ciudad de Córdoba â??hizo desnudar a 36 empleadas para tratar de recuperar seis mil pesos que faltabanâ??.

En tanto, en octubre de 1999 â??unas 150 empleadas de una fábrica de ropa de la provincia de La Pampa fueron obligadas a desnudarse por un control. Los directivos de la firma alegaron que la requisa era una atribución legalâ??.

La violencia laboral ya está legislada en Europa, donde 12 millones de personas padecen de mobbing. También los Estados Unidos se pronunció al respecto, llamándola la nueva epidemia laboral del siglo XXI.

â??Estamos ante la presencia de un fenómeno de importante consideración, dado que ocasiona en el trabajador consecuencias físicas, emocionales y psicológicas, provocadas por uno o varios agentes. Dicho fenómeno se manifiesta a través de una violencia psicológica ocasionando así una intención discriminatoria hacia un trabajador por parte de sus superiores o incluso sus paresâ??, asegura Mac Donald en su artículo.

Este fantasma perseguidor que tanto acosa a los animales en sus hábitat naturales, también aparece en la jungla de cemento de las grandes ciudades y es el hombre trabajador quien debe temer de oras especies, psíquicas.

Fuente: www.infobae.com

El milagro argentino: LA DESAPARICION DE LAS ENFERMEDADES PROFESIONALES

Quien aún tenga presente el «milagro» de la «mano de Dios» que vivió el ídolo del fútbol argentino Diego Maradona en los cuartos de final de la Copa Mundial de Fútbol del año 1986, tendrá también razones para dudar al leer el título de este artículo. Y así es el comunicado proveniente de Argentina bajo el título «El milagro de las ART. Desaparecieron las enfermedades profesionales» sobre un tema polémico que cuenta, no obstante, con un agudo trasfondo.

El tema de dicho artículo, publicado en la revista argentina de derecho laboral «La Causa Laboral»[1], es la baja cuota de enfermedades profesionales existente desde la reforma de Sistema de Seguro de Riesgos de Trabajo llevada a cabo en la Argentina en el año 1996[2]. Según la estadística oficial de la autoridad competente, la «Superintendencia de Riesgos de Trabajo» (SRT), de los 344.045 casos de lesiones en la salud en ocasión del trabajo correspondientes al año 2002, el porcentaje de enfermedades profesionales fue del 1,54%; conforme a lo cual, un 81,81% corresponde a verdaderos accidentes de trabajo, 10,95% a accidentes en el trayecto desde y hacia el trabajo (in itinere) y un 4,13% a las llamadas reagravaciones. En el año 2001 el porcentaje de enfermedades profesionales fue del 1,7%, en el año 2000 del 1,3%, y en 1999 sólo del 0,9 por ciento[3].

En el artículo se pone en duda la baja proporción de enfermedades profesionales en relación a la totalidad de lesiones en la salud causadas por el trabajo existentes en la Argentina, más aún teniendo en cuenta la ineficiencia del sistema de notificación y registro existente en Latinoamérica en el campo de las enfermedades profesionales, según la Organización Panamericana de la salud (Pan American Health Organization – PAHO) en Latinoamérica la cuota de enfermedades notificadas está apenas entre el 1 y el 5 por ciento[4]. Aún cuando el porcentaje en la Argentina se encontrara claramente sobre este mínimo valor promedio, el país debe lidiar con un precario problema de sub notificación (underreporting), como lo confirmaran hace poco al respecto representantes de la SRT en un encuentro internacional del IASS[5].

Si la baja cuota de enfermedades profesionales no es dato suficiente, existe otro fenómeno que no deja de sorprendernos. De la totalidad de los casos de enfermedades profesionales reconocidos en Argentina, alrededor del 80% corresponde a casos de hipoacusia y las víctimas son compensadas con un fondo especial. Esto significa, a su vez, que de todas las lesiones en la salud causadas por el trabajo en el año 2002 sólo el 0,31% corresponde a otras enfermedades profesionales que no sean hipoacusia. A modo de comparación, en Alemania en el año 2002, las enfermedades profesionales relacionadas con la acústica representaron el 40% (6.685 casos) y ocuparon el segundo lugar luego de las enfermedades de la piel (53%, 8.835 casos), como la enfermedad más común en el ámbito de las instituciones aseguradoras de accidentes, seguida por la asbestosis y la silicosis.

¿Cómo puede explicarse esta sorprendente cantidad de enfermedades acústicas? ¿Acaso ya no hay enfermedades cutáneas en la Argentina?, se pregunta el autor del artículo ¿No hay mas casos de silicosis y asbestosis? ¿Acaso las aseguradoras privadas argentinas han invertido de manera tan exitosa y eficiente en la prevención de enfermedades? En vista de los contratos de seguro que normalmente son celebrados por el período de un año, no parece que las inversiones en la prevención de enfermedades profesionales sean posibles. Las empresas aseguradoras verán amortizados los efectos eventualmente recién luego de varios años.

Para poder explicar la situación argentina es más importante saber que la ley establece, que los exámenes médicos preventivos, a los que deben presentarse periódicamente los empleados en empresas aseguradas, es función de las aseguradoras de riesgos de trabajo privadas. Una posible explicación al bajo número de casos de enfermedades profesionales notificados será entonces que dichos exámenes son realizados de manera insuficiente. La falta de rigor en los exámenes médicos preventivos sería una explicación posible; a fin de cuentas serían las propias aseguradoras las que tendrán que compensar todas las enfermedades profesionales detectadas. El antiguo jefe de la SRT se quejó el año pasado de esa «falla de diseñoâ?? de la ley. La especial atención puesta en el diagnóstico médico temprano no es compatible con la â??lógica del sistema capitalista» de las aseguradoras de riesgos de trabajo privadas: «Nadie llevará a cabo voluntariamente exámenes médicos preventivos para detectar enfermedades profesionales o lesiones en la salud que en definitiva tendrá que indemnizar»[6].

Las actividades preventivas insuficientes representan sólo un aspecto crítico que se le objeta a las aseguradoras de riesgos de trabajo argentinas en su propio país. Otro aspecto son los altos costos que deben afrontar la mayoría de las pequeñas y medianas empresas. Al respecto el actual Director General de la SRT reconoce que se trata de un «problema ético» que se debe a una «falta de solidaridad». En un artículo publicado en la revista «Noticias Gremiales»[7] escribe: «los aportes de las pequeñas y medianas empresas son mucho más altos que los de las grandes empresas; naturalmente esto se debe a que las pequeñas y medianas empresas no disponen del mismo poder de negociación», y agrega que, â??por otro lado el monto de las primas no tiene en cuenta los trabajos de prevención que emprenden las empresas; que las aseguradoras privadas olvidan que ellas deben ser principalmente empresas de servicios que se financian como aseguradoras y no empresas de seguros que brindan algunos servicios, los mínimos suficientes como para (…) retener a los grandes clientes.»

De esta manera podemos sostener que, por lo menos, a los ojos del organismo de supervisión competente aún está por darse un balance positivo de la privatización del Sistema de Seguros de Riegos de Trabajo.

Dr. Stefan Zimmer
Director de Política Social Internacional – Federación Nacional de Cajas del Seguro de Accidentes del Trabajo en la Industria de Alemania.
E-Mail: stefan.zimmer@hvbg.de
HVBG Sankt Augustin
Traducción del alemán: Natalia Dassieu

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[1] Luis Enrique Ramírez. «El milagro de las ART: desaparecieron las enfermedades profesionales!!» en «La Causa Laboral» del 12 de febrero del 2004.

[2] La Ley de Accidentes sancionada en el año 1915 aún no preveía la obligación de seguro contra el riesgo de accidentes de trabajo y de enfermedades profesionales. Sin embargo, las empresas, responsables por una compensación de las víctimas de los accidentes, se aseguraban en aquel entonces por medio de aseguradoras privadas. Sólo mediante la reforma de ley que entró en vigor en el año 1996 se hizo obligatorio el seguro.

[3] Fuente: Superintendencia de Riesgos del Trabajo (www.srt.gov.ar).

[4] www.globalhealth.org

[5] Ver «die BG», cuadernillo 2/04 pág. 64 y sgte.

[6] José Maria Podestá: «El sistema es bueno pero perfectible» en: Mercado Asegurador, N° 179, abril de 2003. Traducción del español por el autor.

[7] Carlos Aníbal Rodríguez: «Las normas laborales están para cumplirse» en: Noticias Gremiales, N° 528, mayo de 2004. Traducción del español por el autor.

Fuente: Superintendencia de Riesgos del Trabajo – Argentina

Ciudadela: un hombre murió electrocutado al pisar las vías del tren

El accidente ocurrió momentos después de comenzar la tormenta

(Télam). Un hombre murió esta mañana electrocutado al pisar las vías del tren en la localidad bonaerense de Ciudadela, informaron fuentes policiales.

La víctima, un joven de 24 años, cruzó las vías en momentos en que comenzó la lluvia y al pisar el tercer riel murió en el acto, según contó la joven que lo acompañaba, quien entró en una crisis nerviosa y fue derivada a un hospital.

Fuente: Diario La Nación

Difunden un demoledor informe contra la NASA

LO ELABORARON SIETE MIEMBROS DE UN GRUPO DE CONTROL
Critican la falta de liderazgo y la acusan de eludir las medidas de seguridad.

La NASA pasó por alto mejoras de seguridad para cumplir con plazos poco realistas de lanzamiento del transbordador espacial Discovery, sostuvieron ayer, tras los contratiempos sufridos por la última misión espacial, siete de los 26 miembros de un gremio de control independiente en un demoledor informe sobre la agencia espacial estadounidense NASA.

Para la NASA, el calendario sigue siendo más importante que la seguridad y la agencia espacial norteamericana no ha aprendido de sus errores, señala el informe final publicado ayer, en una sección que ya fue bautizada «El informe de los Siete».

Se trata de un grupo de expertos que integran un ex astronauta, un ex subsecretario de Marina, un ex director de la oficina de Presupuestos del Congreso, un ex ingeniero en cohetería, un ingeniero nuclear retirado y dos profesores universitarios.

La cúpula de la NASA debe romper definitivamente, según los siete expertos, el círculo vicioso en el que «la vanidad sustituye al conocimiento experto. Jefes autoritarios y petulantes afectaron decisiones cruciales y errores de gestión y falta de responsabilidad han costado tiempo y dine ro», señala el duro informe.

Las deficiencias de liderazgo fueron la causa de que el regreso del transbordador al espacio resultara más complicado, más caro y más prolongado de lo que debió ser. «Esperábamos que la conducción de la NASA impusiera patrones de trabajo rigurosos después de la tragedia del Columbia. En general, estamos decepcionados», señala el fragmento de diecinueve páginas del grupo minoritario del organismo de control de la agencia espacial.

Por el contrario, el grupo mayoritario del órgano independiente de control indica en su informe final, de 216 páginas, que la NASA ha modificado a pasos agigantados las condiciones que en febrero de 2003 condujeron al accidente mortal del «Columbia».

Esta mayoría señala también como inevitable la caída de trozos de espuma aislante que tuvo lugar en el lanzamiento del «Discovery» e indica que en el espacio se pueden hallar y posiblemente reparar daños.

El grupo minoritario, sin embargo, considera que la NASA no cumplió con las tres obligaciones más importantes de una lista de 15 antes del lanzamiento del «Discovery». Critica que la NASA retrasase en total en veintitrés ocasiones la fecha de despegue para los transbordadores, provocando una presión innecesaria sobre los grupos de trabajo.

Este grupo independiente de expertos se creó tras el accidente del «Columbia» en 2003, que costó la vida a sus siete los tripulantes. El «Discovery», también con siete astronautas a bordo, regresó el martes de la semana pasada a la Tierra tras una misión en el espacio que se alargó más allá de lo previsto. El transbordador no pudo aterrizar en la estación espacial estadounidense de Cabo Cañaveral, sino que tuvo que hacerlo en California.

El retorno del «Discovery» desde el Estado de California al Kennedy Space Centre de Florida tendrá lugar sobre un avión Boeing 747 modificado. Ya se ha retrasado porque el acople de la nave a su «medio de transporte» llevó más tiempo de lo previsto. La NASA señaló el miércoles que el vuelo desde la Base de la Fuerza Aérea Edwards no saldrá antes de la mañana del viernes.

Quién sabe si bajo la influencia del informe o no, y quién sabe también bajó cual de las dos opiniones, la crítica o la complaciente, la NASA decidió ayer aplazar al menos hasta marzo de 2006 el lanzamiento del próximo transbordador espacial, según una nota entregada ayer por la agencia a la prensa. Al margen de las críticas y los elogios, los ingenieros siguen intentando comprender por qué un pedazo de aislante se desprendió del Discovery el pasado 26 de julio.

Fuente: Diario Clarín

Trabajar muchas horas aumenta el riesgo de enfermarse

Los workaholics dedican hasta 14 horas diarias al trabajo. En los EE.UU. advirtieron que el riesgo de enfermarse se incrementa hasta en 61%.

Un estudio de la Universidad de Massachussets demostró que aquellas personas que trabajan muchas horas al día tienen un 61% más de posibilidades de enfermarse o lastimarse.

El estudio involucró también otros factores como la edad y el género. Así, los que trabajan más de 12 horas diarias incrementan un tercio el riesgo de caer en cama o sufrir algún tipo de heridas, independientemente del tipo de trabajo que se realice.

Una persona que trabaje 60 horas a la semana sube el riesgo un 23%, según los científicos norteamericanos. En ese sentido, más de la mitad de los accidentes laborales ocurrió en personas que habían sobrepasado el límite de horas laborables.

Asimismo, se descubrió que las enfermedades más probables son el estrés y la fatiga crónica.

Para hacer el informe, los investigadores se basaron en estadísticas de trabajo desde 1987 al 2000.

Otro de los peligros de las condiciones laborales cada vez más desfavorables y las exigencias mayores es el síndrome Burn Out. Este tipo de estrés laboral se trata de un estado de agotamiento físico, emocional e intelectual.

Entre las consecuencias de esta patología, la libido y conductas sexuales, tanto de hombre como mujeres, se ven afectadas. Los síntomas se manifiestan bajo la forma de irritabilidad, insomnio, cefaleas y falta de energía.

Médicos, profesores, policías, vendedores y periodistas son los más afectados por este mal posmoderno, ya que el â??burn outâ?? parece preferir a las personas con mayor vocación de servicio o que tratan constantemente con otra gente.

Fuente: www.infobae.com

Un obrero herido al derrumbarse una losa en una estación de servicio de Villa Elisa

Un obrero resultó herido hoy al derrumbarse una losa del techo de una estación de servicio de la localidad de Villa Elisa, en el partido de La Plata.

El caso ocurrió esta mañana, cuando cinco trabajadores de una empresa contratista realizaban tareas de demolición, a cinco metros de altura, en una parte de una estación de servicio Esso ubicada en las calles Arana y Camino General Belgrano.

Por causas que se investigan, se derrumbó la losa del techo que hirió a uno de los trabajadores, identificado como Pedro Guillani, de 35 años.

El obrero fue rescatado por Bomberos de Villa Elisa y trasladado al hospital San Roque de Gonnet, donde se constató que el trabajador había sufrido politraumatismos.

Fuente: Diario Clarín