La Cámara Laboral falló a favor del hombre que recibió una descarga eléctrica. Edersa deberá pagar más de un millón de pesos.
Edersa y la Meridional Compañía Argentina de Seguros Generales SA deberán indemnizar a un técnico electricista que sufrió un grave accidente laboral con un pago de 1.212.109 pesos por daño material, moral e intereses. La Cámara Laboral de Viedma con el voto rector del camarista Gustavo Guerra Labayén y la adhesión de sus pares María Luján Ignazi y Eduardo Roumec condenó también a Provincia ART SA a pagar hasta la suma de 886.562 pesos en concepto de prestaciones dinerarias e intereses.
De esta forma la Justicia respondió al reclamo planteado por Juan Carlos Delgado, quien el 4 de diciembre de 2009 recibió una descarga eléctrica que le provocó quemaduras tipo B en la región de ingreso (parte posterior del hombro izquierdo) y salida (zona genital) de la energía. En el fallo se explicó que la descarga se produjo por la cercanía del trabajador a la línea energizada, lo que propició la formación de un arco eléctrico entre ésta y el operario, fenómeno físico que se origina por la diferencia de potencial que existe entre la instalación eléctrica y la persona, conectada a tierra a través de la barquilla, el brazo de la grúa y la camioneta. Esa descarga eléctrica provocó en el trabajador lesiones en distintas partes del cuerpo que lo mantuvieron internado 53 días y le provocaron una incapacidad del 82%.
Delgado trabajaba para la firma Ingeniería Marte propiedad de María Teresa Wild, dedicada a la construcción que en el momento del accidente laboral trabajaba para la obra “LMT 33kv Cemat- acceso San Javier” que Río Negro adjudicó a la empresa Sylpa SRL y ésta a su vez subcontrató a la firma de la que dependía el operario.
Los jueces laborales no sólo tuvieron en cuenta el daño físico padecido por Delgado sino también el psíquico. “La sola descripción del suceso que se tuvo por probado y sus consecuencias permiten tener una percepción conciente del sufrimiento y las aflicciones del actor”, señalaron.
En la extensa y detallada resolución firmada en los últimos días del año pasado se destacó que “tanto los testigos como el propio representante legal de Edersa dieron cuenta que se había programado el día y la hora en que el grupo de trabajo que conformaba Delgado -y del cual él era el capataz- llevaría a cabo sus tareas, como así también que efectivamente personal de Edersa dio el aviso correspondiente de que la línea había sido desenergizada”.
El Tribunal rechazó la demanda respecto de María Teresa Wild y declaró la ausencia de responsabilidad en el evento dañoso de las citadas como tercero Sylpa SRL y provincia de Río Negro “con costas a Edersa en razón de haber sido quien indebidamente requirió su citación a juicio”.
Juan Carlos Delgado ingresó a trabajar en la empresa de Wild en marzo de 1997. Se desempeñó como ayudante de electricista dedicado a la colocación de postes, tendido eléctrico y trasformadores en líneas de distribución. Como tantas otras mañanas a las 7.30 del cuatro de diciembre de 2009, Delgado se disponía a sustituir un poste de madera por una columna de hormigón en el kilómetro 977,8 de la ruta nacional N°3, en la zona del ingreso al camino N°9 del Idevi, en la línea de media tensión de 13,2 kilovatios de propiedad de Edersa que nace en la planta transformadora de Viedma y sigue por aquella ruta hasta Guardia Mitre. Según sostuvo el operario en su denuncia, previo a inicar la tarea encomendada consultó al personal de la distribuidora que se encontraba a la altura del ingreso al manino N°7 del Idevi si estaba cortado el servicio y, una vez que ello fue confirmado, lo elevaron en la grúa hacia el seccionamiento identificado con el N°241 de la línea citada para moverlo.
Agregó que en esas circunstancias, al acercarse con la barquilla a los cables recibió una descarga de la línea paralela que se encontraba con tensión, lo que provocó un arco voltaico que lo impactó por la espalda, atravesó su cuerpo e ingresó a la barquill, desde donde descargó a tierra. Delgado detalló que esa descarga le hizo que perdiera la conciencia y, según los dichos de sus compañeros, quedó colgado de la barquilla con medio cuerpo hacia afuera y emitiendo humo por las quemaduras. Fue trasladado al hospital de Viedma, donde estuvo internado en terapia intensiva un par de días y luego derivado a una clínica privada de Neuquén.
En la denuncia laboral reprochó a su empleadora Wild y a Edersa, en calidad de contratista, haber mantenido una conducta culposa y negligente por haber violado el deber de seguridad en el trabajo y les asignó responsabilidad civil por tratarse de un trabajo con líneas de media tensión y en altura de una actividad riesgosa.