Vinieron de Tucumán a trabajar en una finca. Nunca les pagaron y la comida ofrecida al comienzo y desapareció. Había menores y algunos cosechaban. El Gobierno local hizo la denuncia penal.
Unos 20 tucumanos –entre ellos cinco menores cuyas edades van de 1 a 12 años– fueron encontrados abandonados en una finca de Rivadavia esta semana. Hacinados, sin comida ni dinero para subsistir y durmiendo desde febrero prácticamente a la intemperie, habían llegado a la provincia a comienzos de la temporada para cosechar en un terreno ubicado en el distrito La Central.
El pago por ese trabajo y las condiciones pautadas antes de su arribo nunca se cumplieron.
“Como esclavos” y “en situación de vulneración absoluta de derechos humanos, con su vida e integridad en juego”, es como describieron la escena algunas de las autoridades de distintas áreas del Gobierno que participaron en el operativo, que se inició el miércoles y tuvo ayer un nuevo capítulo.
Se constató además que la mayoría de los chicos allí instalados con sus familias también recolectaban uvas, en una clara violación de las normas que los amparan.
Una inspección de la Subsecretaría de Trabajo fue el puntapié inicial del procedimiento. Luego de revisar las condiciones de higiene y seguridad, también las laborales –como el trabajo en negro–, y de labrar las respectivas actuaciones con infracciones incluidas, ante la imposibilidad de ubicar al propietario (en la razón social de la finca figura como Raúl Comeglio) intervinieron la Subsecretaría de Derechos Humanos y la Dirección de Protección de los Derechos Humanos, dependientes del Ministerio de Desarrollo Social.
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