GREGORIO BENITO BATRES
A causa del trabajo mueren, enferman o quedan inválidas de por vida millones de personas todos los años. La exposición “Trabajo y Salud. Desde la protección a la prevención” hace un recorrido a lo largo de la historia analizando las movilizaciones obreras que han modificado la legislación social, las condiciones de trabajo y el cuidado de la salud.
La Ley de Accidentes de Trabajo de 30 de Enero de 1900, que marca en nuestro país, según muchos analistas, el inicio más relevante, a nivel legislativo, de la intervención del Estado en materia laboral y en la protección social de los trabajadores, establece, en sus Artículos 6, 7, 8 y 9, la constitución de una “Junta técnica encargada del estudio de los mecanismos inventados hasta hoy para prevenir los accidentes de trabajo”, así como la formación de un “Gabinete de experiencias, en que se conserven los modelos de los mecanismos ideados para prevenir los accidentes industriales”.
Viene de lejos, pues, en nuestro país la preocupación por la conservación y la exposición de los mecanismos dedicados a la prevención en el campo de la salud laboral, con fines pedagógicos. Pero quedó en eso: pre-ocupación.
En la actualidad los museos permanentes dedicados a la prevención con más reconocimientos son el de Dortmund en Alemania, el de Tampere en Finlandia y el espacio dedicado al tema en el Parque de las Ciencias en Granada. En nuestro país hay numerosos museos y archivos documentales, de instituciones, de municipios, de sindicatos y de empresas, que sin estar dedicados a la salud de los trabajadores y su prevención, conservan una cantidad importante, con un valor histórico relevante, de objetos, material gráfico, fotografías, libros y documentos relacionados directamente con el tema. La explotación científica de esos fondos dispersos es una necesidad imprescindible para construir un conocimiento social sobre el trabajo.
Coleccionismo, Gabinetes, Museos y Exposiciones
El coleccionismo es una afición que consiste en buscar, agrupar y organizar objetos de una clase o categoría. El poder religioso, el real y el civil, han sido los primeros acumuladores de riquezas. En emperadores, reyes y aristocracia, junto con las iglesias, podemos encontrar el origen de la mayoría de las piezas de los museos más prestigiosos del mundo. La visualización del poder necesita de la exhibición pública de las riquezas acumuladas. Los Estados contemporáneos sustituyen antiguos poderes y levantan arquitecturas singulares para facilitar el acceso al público, -la nueva plaza pública a la que se va a “mirar”-, de lo que se ha ido conformando como patrimonio nacional o privado.