Los accionistas de la empresa Apolo, que voló en 2016, abrieron luego las firmas Ramallo y HLB Pharma Group SA, donde se fabricó el fentanilo contaminado. La sanción que se le impuso a los acusados fue llamativa: debían concurrir una vez a la semana a realizar la limpieza del Museo Justicialista.

El laboratorio Apolo explotó en la madrugada el 24 de junio de 2016. No quedó casi nada del edificio que funcionaba en el corazón del barrio La Tablada, en Alem al 2900, en el sur de Rosario, donde cinco vecinos resultaron heridos. La sanción que recibieron en 2019 fue al menos llamativa: debieron concurrir una vez a la semana a realizar la limpieza del Museo Justicialista en San Nicolás.
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