Dime de qué trabajas y te diré a qué problema te expones

Todos los trabajos realizados en condiciones inapropiadas tienen consecuencias seguras, entre ellas, enfermedades y trastornos en el organismo. Un repaso por cada una.

â??Cada profesión, oficio o empleo que no cumple con las normas de higiene, de medicina del trabajo y seguridad genera enfermedades profesionales y accidentes del trabajoâ??, afirma Roberto Pinto, presidente de la Sociedad Argentina de Medicina del Trabajo.

En el caso del periodista, hay varios tipos de problema. Para empezar el ámbito de trabajo casi nunca está en condiciones. â??Muchas veces es insalubre porque se fuma, hay mala iluminación, hay mucho ruido y poca ventilaciónâ??, explica Pinto.

Las ocho horas de trabajo para el periodista fueron instituidas por la Organización Internacional del Trabajo en prevención de la fatiga. Al excederlas, se manifiesta en enfermedades del trabajo como la hipertensión arterial, colon irritable, problemas neurológicos, trastornos de ciclo menstrual en la mujer, falta de deseo sexual e insomnio.

Extender el horario hasta el cierre de edición genera síndrome depresivo ansioso, con cuadro de tensión arterial, falta o exceso de apetito, trastornos digestivos en general y hasta respiratorios. Al cubrir notas, el periodista se enfrenta con un conflicto social que influye en la psiquis del periodista y que va sumando hechos negativos.

La recepcionista se ve afectada cuando el ritmo de llamadas y de salidas son permanentes durante 3 o 4 horas, aunque luego haya un período de descanso. Por esto puede terminar descolocando los sistemas de reflejos de la empleada. Según detalló Pinto, las telefonistas de otras épocas, en las que tenían que realizar las comunicaciones cambiando los cables de lugar, terminaban neuróticas, es decir, «con los cables cruzados».

La mayoría de los taxistas trabaja doce horas diarias para que sea rentable. Durante toda la jornada laboral están sentados en la misma posición y aunque bajen cada dos horas del auto se generan trastornos de postura, óseos, articulares y varices. Las constantes frenadas pueden provocar un traumatismo cervical y, a su vez, pueden desembocar en una patología importante. Lo mismo padecen los colectiveros.

â??A todo esto, se suma la contaminación ambiental de los gases que origina el mismo vehículo y los otros, sobre todo en verano y en el Centro, donde corre poco aire y hay altas temperaturasâ??, explica Pinto. Además, tienen que convivir en el tránsito que está totalmente alterado y con â??ruidos infernalesâ??.

Según el especialista, en el caso de los locutores, en general se trata de un trabajo â??que les encantaâ??, pero el exceso de cubrir notas puede llegar a producir trastornos de laringe, diafonía y afonía. Por otra parte, el uso permanente de audífonos también puede ocasionar cierta hipoacusia (disminución del nivel de audición de una persona por debajo de lo normal).

Los más afectados por su labor son todos lo trabajos relacionados con la medicina nuclear o con maquinarias complicadas que producen accidentología, como por ejemplo, los puente grúas.

La situación de los médicos es muy particular: â??Paradójicamente son los más desprotegidos en el área de salud. Sobre todo los que hacen radiología y los cirujanosâ??, asegura Pinto. Los cirujanos están 24 horas de guardia realizando varias operaciones, por lo que inevitablemente desemboca en la fatiga que, a su vez, puede expresase en una â??praxis inadecuadaâ??.

En ese caso, las características de trabajo son consideradas riesgosas y penosas, por lo tanto insalubres. A la vez, si deja que otro lo opere y el paciente muere en la intervención, el médico es acusado de abandono de persona.

Las cajeras de supermercados tienen una patología especial, en donde la monotonía y la realización de movimientos repetitivos, provoca trastornos psicológicos profundos. También por el hecho de estar manejando dinero, atendiendo al público y en constante presión de los supervisores.

En tanto, los pilotos de avión están sometidos a constante estrés. â??El estrés que se alcanza en los segundos que dura el aterrizar y el despegue, le quita horas a esos individuosâ??, asevera Pinto. El ritmo circadiano se altera permanentemente, es decir, todos los datos físiológicos, la presión arterial, el sueño, el apetito. También se ven afectados por trastornos en los oídos por la presurización de la cabina.

Mariana Gándara
mgandara@infobae.com

Fuente: www.infobae.com

El trabajo infantil en cifras

En Latinoamérica laboran 17.4 millones.


AFP
En América Latina existen 17.4 millones víctimas del trabajo infantil.

MONTEVIDEO, Uruguay – La Organización de las Naciones Unidas (ONU), a través de su fondo para la Infancia (UNICEF) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) han establecido los derechos de los niños y los lineamientos básicos para protegerlos contra cualquier forma de explotación.

Una ardua labor

La Convención sobre los Derechos del Niño, adoptada por las Naciones Unidas en 1989, reconoce el derecho de todo menor de 18 años a estar protegido contra la explotación económica y contra el desempeño de cualquier trabajo peligroso que entorpezca su educación o pueda ser nocivo para su salud y desarrollo físico, mental o moral.

Este instrumento reconoce la condición vulnerable de la infancia y le concede el derecho a recibir cuidados y asistencia especiales.

En América Latina existen en la actualidad 17.4 millones víctimas del trabajo infantil, una noción – aparentemente inofensiva – que con frecuencia recubre formas extremas de explotación: esclavitud, tráfico, servidumbre por deudas, prostitución y pornografía, según datos de organismos internacionales.

Las siguientes cifras ilustran con mayor claridad la problemática del trabajo infantil en el mundo y especialmente en América Latina:

– Unos 246 millones de niños trabajan en el mundo, 75 por ciento de ellos en tareas o situaciones peligrosas. 73 millones de los niños que trabajan tienen menos de 10 años de edad.
– La región Asia Pacífico concentra al mayor número de niños que trabaja entre los 5 y 14 años: 127.3 millones.
– En América Latina y el Caribe trabajan 17.4 millones de niños. Cada año mueren 22 mil niños en accidentes relacionados con el trabajo.
– Unos 8.4 millones de niños son víctimas de esclavitud, tráfico, servidumbre por deudas, prostitución y pornografía.

Son más de 250 millones de niños de entre 5 y 17 años de edad, los que trabajan en el mundo. De estos, 180 millones lo hacen en las peores formas de esclavitud infantil, servidumbre por deudas, prostitución, o como niños soldados.

Pequeños esclavos

Un tercio de los nacimientos que ocurren en el mundo no se registra (40 millones de niños), condición indispensable para determinar la edad del niño y protegerlo del trabajo infantil.

En todo el mundo hay más niñas menores de 16 años empleadas en el servicio doméstico que en cualquier otra forma de trabajo infantil. A menudo son víctimas de abuso sexual, explotación, maltrato físico y psicológico.

Asia y América Latina son las dos mayores regiones proveedoras de «niños esclavos» a las redes de tráfico internacional. Se calcula que cada año entre 700 mil y un millón de niños son víctimas de este delito.

El principal flujo de turistas ávidos de sexo infantil proviene de países económicamente desarrollados (Europa Occidental, América del Norte, Japón, Australia y Nueva Zelanda) y se dirige a los países de Asia y América Central.

Más de 2 millones de niños son explotados sexualmente.

La cantidad de niños entre 5 y 14 años que trabajan en Argentina creció seis veces en los últimos 8 años: ahora son casi 2 millones.

Más del 80 por ciento trabaja en las grandes ciudades, la mayoría como ayudantes en la construcción, «cartoneros» (hurgadores de basura) y vendedores ambulantes.

En Chile, el 64 por ciento de los niños que trabajan pertenecen al 40 por ciento más pobre de la población y su salario representa el 20 por ciento del ingreso del hogar.

Los niños reciben apenas 20 por ciento del salario de los adultos, y a menudo ninguna paga, desplazando las contrataciones del mundo adulto al mundo infantil. (Cifras y datos extraídos de series estadísticas de la UNICEF, la OIT y de las organizaciones no gubernamentales Global March Against Chile Labour y Child Labour Coalition).

Asia y América Latina son las dos mayores regiones proveedoras de «niños esclavos» a las redes de tráfico internacional. Se calcula que cada año entre 700 mil y un millón de niños son víctimas de este delito.

AFP
22 de Julio de 2005

Fuente: www.univision.com

Los niños mineros, esclavos del infierno

Más de un millón hace trabajos forzados.

Sumergidos en las entrañas del infierno desde su más tierna infancia, arrastran sus pequeños cuerpos por estrechos túneles, oscuros y peligrosos. Sus manos se convierten en improvisadas herramientas con las que recogen piedras, o escarban la tierra durante largas jornadas. Colocan explosivos y acarrean pesadas cargas. Se estima que un millón de niños trabajan en la minería y en las canteras de todo el mundo. La mayoría no ha cumplido los 10 años…

Esclavitud en pleno Siglo XXI

No tienen juguetes, ni van al colegio; trabajan sin horarios ni derechos. Sólo conocen una obligación: contribuir a la subsistencia familiar como si fueran adultos, privados de educación y en perjuicio de su desarrollo psicológico, físico y emocional.

Son más de 250 millones de niños de entre 5 y 17 años de edad, los que trabajan en el mundo. De estos, 180 millones lo hacen en las peores formas de esclavitud infantil, servidumbre por deudas, prostitución, o como niños soldados.

Alrededor de 70 de cada 100, trabajan en la agricultura, la caza, la pesca, en comercio minorista, y en la explotación forestal. La mayoría en América Latina, Africa, y Asia.

Trabajo para los padres

En contacto con gases tóxicos, con frecuencia, sufren cansancio constante, problemas musculares y de espalda. Roturas de extremidades y heridas graves, debido a las caídas y a las cargas excesivas que tienen que transportar, y que no son acordes con su desarrollo corporal.

Para luchar contra la explotación de niños, la OIT (Organización Internacional del Trabajo) lleva a cabo desde hace años el «Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil», que se desarrolla en países como Mongolia, Tanzania, Nigeria, y la región andina de Sudamérica.

El director de la oficina de la OIT en España, Juan Felipe Hunt, destaca entre algunos casos más señalados del programa, el de la joven nepalí Susha, que comenzó a picar piedra a los 12 años para ayudar a su familia porque, según ella, no le quedaba otra «alternativa».

Aunque el salario que recibe Susha es mínimo, representa una parte importante de los ingresos familiares.

Los proyectos pilotos puestos en marcha por la OIT, demuestran que es posible eliminar este peligroso trabajo infantil mediante el apoyo a las comunidades donde operan para que puedan organizar cooperativas, u otro tipo de unidades productivas y mejorar la salud y la productividad de sus adultos, para que además cuenten con acceso a servicios básicos, como escuelas, agua potable y servicios sanitarios.

Hunt explica el caso de una cooperativa de mujeres en la Ciudad de México, creada con ayuda de microcréditos, que cuenta con una red de distribución de comidas por toda la ciudad y ha permitido que sus hijos acudan al colegio.

En contacto con gases tóxicos, con frecuencia, sufren cansancio constante, problemas musculares y de espalda. Roturas de extremidades y heridas graves, debido a las caídas y a las cargas excesivas que tienen que transportar, y que no son acordes con su desarrollo corporal.

Es peor en los países pobres

«La mejor forma de sacar a los niños de este mercado laboral es consiguiendo un trabajo a sus padres, o mejorando el que tienen para poder suplir los ingreso económicos que obtiene el menor», apunta el director de la oficina de la OIT en España.

Pero Nepal no es el único país con niños mineros. También existen en las excavaciones de oro en Costa de Marfil, en las de piedras preciosas en Tanzania, en las canteras de piedra de la India, en las minas de Madre de Dios en Perú, y en las de carbón en Mongolia, entre otros.

«La carencia de infraestructura sanitaria cercana a los lugares de trabajo dificulta, además, que los menores accidentados puedan recibir atención médica adecuada», señala Hunt, quien destaca la labor de programas desde España que han logrado sacar de esta situación laboral a 100 mil niños iberoamericanos.

Algunos ejercían la prostitución en Colombia o trabajaban en las minas de Bolivia.

Cada año mueren trabajando 22 mil niños

Mediante el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC), la OIT genera fuentes de ingresos alternativas para las familias, fomenta la salud y servicios sociales así como la formación técnica y crea escuelas de recuperación para los niños mayores.

Según la OIT, unos 22 mil niños mueren al año en accidentes relacionados con el trabajo. De estos 2.5 millones de menores trabajan en países desarrollados, y otros tantos en economías de transición.

Del total de niños que trabajan en el mundo, 73 millones son menores de 10 años. El mayor número de jóvenes menores de 15 años que trabajan (127 millones), vive en la región de Asia y el Pacífico.

Sin embargo la mayor proporción de niños trabajadores se encuentra en el Africa subsahariana, casi un tercio de los menores de 15 años (48 millones).

Por sectores, un 70 por ciento de los menores que trabajan lo hace en la agricultura, la caza y la pesca con fines comerciales.

Un 8 por ciento labora en la industria manufacturera, otro tanto en el comercio al por mayor, por menor, restaurantes, hoteles, y en un 7.4 por ciento en los servicios personales, sociales y comunitarios, como el servicio doméstico.

Un total de 8.4 millones de menores están atrapados en la esclavitud, el tráfico de personas, la servidumbre por deudas, la prostitución, pornografía, y otras actividades ilícitas, según datos de la OIT.

Son más de 250 millones de niños de entre 5 y 17 años de edad, los que trabajan en el mundo. De estos, 180 millones lo hacen en las peores formas de esclavitud infantil, servidumbre por deudas, prostitución, o como niños soldados.

Pilar García del Pozo, EFE
25 de Julio de 2005

Fuente: www.univision.com

Provisión de Agua Potable

La aparición en el mercado de un número importante de firmas proveedoras de agua en botellones, solucionó un problema bastante común en muchas Empresas.

Todas las ventajas que presenta este tipo de servicio podrían perderse si no se pusieran en práctica algunas medidas para asegurar la calidad desde «el origen» y si se descuidan aspectos importantes relacionados con el suministro.

Los «requisitos necesarios» para asegurar la provisión debieran ser:

1. Seleccionar un proveedor de marca reconocida y cuyo establecimiento embotellador se encuentre habilitado.
2. Solicitar periódicamente una certificación de potabilidad. Sin embargo, lo planteado no es «suficiente» para garantizar un consumo seguro y confiable. En ocasiones, se detectaron problemas digestivos entre consumidores de agua cuyo proveedor había cumplido ampliamente con el punto anterior, incluso algunos proveedores ozonizaban el agua previo al envasado.

El origen del problema puede deberse a alguna de las siguientes situaciones:

1. Distribución de los botellones en transportes que no poseen las condiciones necesarias para ello.
2. Almacenamiento de los recipientes en lugares inapropiados de la Empresa.
3. Ubicación inadecuada de los dispensers en las zonas de provisión. Todo lo mencionado colabora para que la parte exterior de los recipientes e interior de los surtidores se encuentre expuesto a contaminación.

Solución:

– Capacitar al responsable del suministro en las Empresas, para que opere cumpliendo los requisitos iniciales planteados.
– Rechazar aquellos botellones que no posean el adhesivo de la tapa.
– Lavar el cuello y exterior de los recipientes llenos.
– Previo al recambio, limpiar el interior de los dispensers, asiento de los botellones invertidos, vástago central y válvula dosificadora de salida.

Autor: Ing. Adrián D. Mariani – Prevención ART

Fuente: Newsletter Prevención A.R.T.
www.prevencionart.com.ar
newsletter@prevencionart.com.ar

No se podrá fumar más en bares y restaurantes chicos de la Ciudad

Lo aprobó la Legislatura porteña en general y particular. Es para los espacios públicos cerrados de menos de 100 metros cuadrados. También prohibe la venta de cigarrilos a menores de 18 años.

Los porteños no podrán fumar en lugares cerrados privados de acceso público con menos de 100 metros cuadrados, como bares y restaurantes chicos, desde el 1 de octubre de 2006. Así lo resolvió esta noche la Legislatura local al aprobar la denominada ley antitabaco, que además prohíbe la venta de cigarrillos a menores de 18 años y restringe la publicidad tabacalera.

La norma aprobada en general por 49 votos y tres abstenciones impide el consumo de tabaco tanto en lugares cerrados de los ámbitos educativos y sanitarios, públicos y privados de la Ciudad, como en bares y restaurantes de menos de 100 metros cuadrados.

Luego, los diputados aprobaron en particular y sin modificaciones los 11 capítulos de la nueva ley, «con un promedio de 40 votos» en favor de cada uno de los 37 artículos de la norma, según fuentes de la Legislatura.

Las prohibiciones no alcanzan sin embargo a los empleados públicos que fumen en lugares de acceso privado, como el despacho de legisladores y oficinas, según la norma que continuaba siendo debatida en particular esta noche.

La ley entrará en vigencia el 1 de marzo próximo para el sector público, y el 1 de octubre de 2006 para dependencia privadas.

Restaurantes, bares, cybers, shoppings, salas de teatro, cine, centros culturales, estaciones terminales de ómnibus, vehículos de servicio público de transporte colectivo de pasajeros y subterráneos, entre otros ámbitos ubicados en esta ciudad, deberán acatar la nueva restricción.

Sin embrago, se admitirá la habilitación de zonas específicamente destinadas para fumar en salas de fiesta o uso público en general donde «no se permita la entrada a menores de dieciocho años», y en boliches y restaurantes que tengan una «superficie útil igual o superior a 100 metros cuadrados».

Los dueños de estos locales podrán destinar «como máximo», el 30 por ciento de la superficie para las personas fumadoras», lo que deberán anunciar en la puerta del establecimiento, según la excepción de la ley.

En este caso, las zonas para fumar deberán estar debidamente señalizadas, apartadas físicamente del resto y no ser de paso obligado para los no fumadores, además de disponer de sistemas de ventilación «independientes» contra el humo.

Los fumadores que infrinjan la norma deberán pagar hasta 100 pesos de multa, en tanto que los dueños de los locales podrán ser multados hasta con 2.000 pesos si transgreden la resolución votada hoy, y con la clausura temporaria en caso de reincidencia.

La nueva norma prohíbe además «en todo el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires» la compra o venta de productos elaborados con tabaco a los menores de 18 años – antes estaba penado para los menores de 16 -, según el artículo decimoquinto aprobado esta noche. Los que violen esta disposición serán sancionados con una multa de hasta 500 pesos.

En relación con la publicidad, la ley sancionada prohíbe los anuncios de venta, promoción, entrega y oferta gratuita «de productos elaborados con tabaco», excepto aquellos «instalados en el interior de locales que reciban concurso publico».

Esto significa que las empresas tabacaleras no podrán publicitar sus productos en la vía pública ni con las clásicas marquesinas en los kioscos, aunque sí podrán hacerlo dentro de los locales.

En este sentido, el Gobierno porteño no podrá auspiciar «eventos que incentiven el consumo del tabaco o asocien el hábito de fumar con el mayor rendimiento deportivo».

La diputada Ana María Suppa, integrante de la Comisión Analítica del Tabaco de la Legislatura porteña, respaldó las restricciones para fumar en los espacios públicos.

«Así como hoy legislamos pensando en los no fumadores a través de mayores prohibiciones para consumir tabaco en los lugares públicos, es necesario que legislemos pensando en los fumadores mediante la creación de una amplia red de servicios para el tratamiento de esta adicción», afirmó.

El debate se abrió luego de intensas negociaciones entre los autores del proyecto de mayoría, el kirchnerista Helio Rebot y la macrista Paula Bertol, que permitió que se llegase a un consenso luego de concederle a diputados opositores varias modificaciones.

Fuente: www. Diario Clarin

Mayor independencia para el ejercicio profesional. Funciones y Competencias de los Médicos del Trabajo Franceses

El 11 de octubre de 1946 entró en vigor, en Francia, la Ley relativa a la organización de la medicina del trabajo. En ella se especifica que la función de los médicos del trabajo es exclusivamente preventiva, y consiste en â??evitar toda alteración de la salud de los trabajadores a causa de su trabajo, vigilando para ello las condiciones higiénicas del trabajo, los riesgos de contagio y el estado de salud de sus trabajadoresâ??.

Aproximadamente 6.500 médicos del trabajo ejercen en Francia: el 9% en servicios médicos autónomos y el 91% restante en unos 400 servicios ajenos, gestionados por consejos de Administración, en los cuales puede haber una composición paritaria de empresarios y trabajadores, o bien, si está constituido exclusivamente por empresarios, debe existir una comisión de control, compuesta en 1/3 por empresarios y los 2/3 restantes por representantes de los trabajadores. Estos servicios ajenos son autorizados por la inspección de trabajo y dicha autorización debe renovarse cada 5 años.

El médico del trabajo es el único asalariado de la empresa independiente de la dirección en el desempeño de sus funciones. Es nombrado o despedido tras acuerdo del comité de empresa en caso de servicio autónomo o de la comisión de control en caso de servicio ajeno (tras la entrada en vigor de la nueva Ley de Modernización Social, en enero de 2002, para afianzar aún más la independencia de los médicos, se ha dado a los inspectores de trabajo la facultad de proteger a estos profesionales: no se puede despedir a un médico del trabajo en Francia sin contar con la autorización del Inspector de Trabajo).

A partir de 1979, dentro de las funciones de los médicos del trabajo se establece que 1/3 de su tiempo deben dedicarlo a estudiar los puestos y condiciones de trabajo de los asalariados, los otros 2/3 los dedican a la vigilancia de la salud de los trabajadores, con controles periódicos, iniciales y de retorno al trabajo tras ILT (Incapacidad Laboral Temporaria). Excepcionalmente pueden solicitar ver al trabajador cuando está de baja (pre-retorno), en caso de que se prevea la necesidad de un cambio de puesto. El control de ausentismo por motivos económicos no está permitido.

En Francia, los médicos del trabajo fueron los primeros en llamar la atención sobre la violencia y el sufrimiento que detectaban en los trabajadores; quizás, como contrapartida al sentimiento de culpabilidad que sintieron muchos médicos cuando estalló el escándalo del amianto. Se les reprochó y, sobre todo, se reprocharon no haber tenido la valentía de denunciar la patología laboral que podía ocasionar el amianto. Aunque no son culpables, si hubieran hablado de lo que sospechaban, se podrían haber evitado muchas muertes. Por todo ello, en este momento, la medicina del trabajo está sufriendo en Francia un debate, cuyo objetivo fundamental es clarificar sus funciones y sobre todo afianzar la independencia profesional.
El médico del trabajo es una figura fundamental, si se quiere mejorar la siniestralidad laboral, implantar una cultura preventiva y hacer que se cumpla la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.

Fuente: Noticia SRT – Viernes, 2 de julio de 2004 – Edición N° 1