Ir borracho a trabajar no es una causa para el despido

Así lo estableció un polémico fallo que favoreció a un empleado de un polígono de tiro de Rosario. La justicia laboral condenó a la empresa a pagar una abultada indemnización.

Así lo decidió la Justicia laboral de Rosario y el polígono de tiro donde trabajaba el empleado deberá pagar una abultada suma de dinero para resarcirlo por haberlo despedido sin causa justa y sin las pruebas suficientes que comprobaran el estado de ebriedad con el que supuestamente iba a trabajar.

O.R.P, el empleado despedido, se desempeñaba como encargado del polígono de la Sociedad Tiro Suizo de Rosario y sus tareas eran la venta de municiones, el alquiler de armas y hasta la verificación de la tarjeta de identificación de los tiradores, según publica hoy un matutino porteño.

En agosto de 2003 lo despidieron. Hacía tres años que prestaba servicios, pero lo echaron advirtiéndole que cometía â??reiteradas faltas gravesâ??, entre ellas, que se presentaba con â??aliento alcohólicoâ?? y que a veces se dormía. Pero esas causas no alcanzaron para que la jueza le diera la razón al polígono.

Según la magistrada, para despedirlo tendrían que haber comprobado el estado de embriaguez ya que ella entiende que â??es una valoración subjetiva por parte de quien la percibeâ??. Destacó también que la anomalía del trabajador debe ser notoria y perjudicial, algo que no podía comprobarse.

No es la primera vez

En febrero de 2006 hubo otro caso similar, de un mozo que trabajaba en un restaurante de Puerto Madero especializado en pastas y pescados. El hombre tenía la mala costumbre, que devino en enfermedad, de tomarse alguna copa de más en su horario de trabajo.

Hasta que la empresa decidió despedirlo, en 2003, al considerar que estaba en estado de ebriedad durante el horario de trabajo y que ello, además, provocaba inasistencias. Pero la Justicia también consideró que no se trataba de una causa justa para realizar el despido.

Es que la ley advierte que en el caso de comprobarse la embriaguez de un empleado no es justificativo de despido, ya que se entiende a la misma como una enfermedad a tratar y no como un incumplimiento laboral.

Fuente: www.infobae.com

Bajo Flores: ordenan frenar una megaobra por el peligro para la población y el medio ambiente

Es en el barrio Illia, donde viven más de 7.200 personas. Los techos de unas 600 casas tienen amianto, una sustancia que, entre otras cosas, puede generar cáncer. La Justicia porteña quiere que se hagan más estudios antes de continuar con los trabajos. El martes próximo, el Gobierno de la Ciudad y la empresa constructora deberán dar sus explicaciones.


CAMBIO. Los trabajadores retiran las chapas con amianto.

Por prevención, un juez porteño ordenó ayer la suspensión de una megaobra en el barrio Presidente Illia, donde actualmente viven más de 7.200 personas, por el daño que podría estar causando sobre la salud de su habitantes y el medio ambiente. En ese lugar, y por orden del Instituto de la Vivienda (IVC), una empresa comenzó en mayo a remover los techos de 600 casas. Todos están hechos con chapas que tienen amianto . Ese material es altamente cancerígeno y se mantiene en el aire durante largos periodos de tiempo. El magistrado hizo lugar a una presentación de una asociación que se encarga de estudiar sus efectos nocivos .

«Para proceder a la remoción del asbesto (o amianto) instalado deben respetarse ciertas normas de seguridad . Ello es así por cuanto no existen dudas acerca del efecto nocivo que para la salud acarrea la exposición» a dicha sustancia, incluso para los mismos operarios, sostuvo el juez Guillermo Treacy en la resolución a la que tuvo acceso Clarín.com . El amparo fue iniciado por la Asociación Argentina de Expuestos al Amianto (ASAREA), una entidad sin fines de lucro fundada en 2005. » Acá se acercan muchas personas que han estado expuestas o tienen dudas acerca de los efectos que puede producir el amianto en su salud y les brindamos asesoramiento médico, técnico y legal», explicó su presidente, Mariano Acevedo.

Además de frenar las obras, el magistrado citó al IVC, a la empresa que ganó la licitación para llevar a cabo los trabajos (Rentsur SA), al Gobierno de la Ciudad y a los representantes de los vecinos a una audiencia para el próximo martes. Sin embargo, todavía no emitió opinión sobre el estudio de impacto ambiental solicitado . Tampoco dijo que si va a pedir un estudio médico (radiografía de tórax) para todos los habitantes del barrio, ubicado muy cerca de la villa 1-11-14. «Resulta necesario contar con información adicional», argumentó. Igualmente, la noticia cayó muy bien entre los vecinos. «Me acabo de enterar, ahora se lo voy a comunicar al resto», dijo, emocionada, Marcela Díaz, una de las impulsoras de la causa judicial.

El amianto es un mineral conocido por sus cualidades para aislar el calor o el ruido, y por ello se utilizaba a menudo en la construcción. De por sí no tiene riesgos, salvo que haya una exposición muy frecuente. El problema surge cuando se liberan las fibras del amianto , que son invisibles, porque se pegan en los pulmones y pueden hacer estragos sobre el sistema respiratorio, aunque las enfermedades pueden tardar varios años en manifestarse. Son varios los organismos que se han expresado sobre este tema. Entre ellos figura la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC).

A nivel local, el ministerio de Salud de la Nación también dio su veredicto. Ese informe figura en la causa que tramita en el juzgado de Treacy. Un especialista que integra la Sociedad Argentina de Patología Respiratoria, dijo que «está demostrada la asociación entre la exposición al asbesto (o amianto) y el cáncer broncopulmonar o los mesoteliomas malignos (cáncer de pleura)».

Esa sustancia tan peligrosa está en las chapas de fibrocemento que cubren unas 600 casas del barrio Illia (no son todas, algunas tienen techos de tejas). Según los expertos, «si las chapas están intactas la liberación de las fibras es mínima». Sin embargo, la sola exposición al sol o a la lluvia aumenta los riesgos . Y más aún si se las moviliza o se las perfora, como se está haciendo actualmente. «La remoción o desmantelamiento debe hacerse en condiciones de extrema seguridad», concluyen. No obstante, los abogados denunciaron que «la obra se llevaba a cabo sin ninguna clase de precaución ni sujeción a normativa alguna».

Los habitantes del complejo habitacional, en tanto, están preocupados especialmente por los chicos . «Acá hay un escuela primaria y varios comedores comunitarios. No podemos seguir así. Tenemos los pedazos de chapa por todos lados», se quejó Marcela Díaz, quien vive allí con su familia desde 1987, cuando el Gobierno de la Ciudad inauguró las primeras casas. Ayer al mediodía, cuando Clarín.com habló con ella los trabajos no se habían detenido. A última hora, en el IVC dijeron que todavía no estaban notificados del fallo, pero cuestionaron por anticipado la decisión del juez.

Nicolás Pizzi, de la redacción de Clarín.com
npizzi@claringlobal.com.ar

Fuente: www.clarin.com

Sólo cuatro empresas contratan discapacitados en Rosario

Tener una discapacidad vuelve, obviamente, más dura la vida. Y uno de los problemas básicos con que se topan las personas en esa situación es conseguir trabajo. Hay excepciones: a partir de incentivos del Estado y de la lucha de organizaciones no gubernamentales, unas pocas empresas ya contratan a gente con alguna discapacidad. En Rosario, por ejemplo, lo hacen Falabella, Mc Donaldâ??s, Accenture y en unos días más Briket, aunque entre todas no suman más de 14 empleados.


Susana trabaja en Mc Donald’s

– Además, en la zona existen cuatro talleres protegidos que, con una modalidad distinta y gracias a ayuda estatal, logran incorporar a la producción a 118 personas. Números muy bajos, para una población de números muy altos.
– Según datos de la Encuesta de Discapacidad que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) realizó en el 2004 â?? primera de su tipo en el país y única en América latina â?? existen en Argentina 2.176.123 personas que tienen algún tipo de discapacidad, lo que representa el 7,1 por ciento del total.
– Si se proyecta ese porcentaje sobre la población de Rosario, se desprende que más de 70 mil personas se encuentran en esa situación, el 48,5 por ciento de las cuales (más de 30 mil) tiene entre 15 y 65 años, la etapa laboralmente activa.

Protección y competencia

Para entender el panorama, es necesario distinguir entre lo que es el trabajo protegido y el mercado laboral competitivo.

– El trabajo protegido busca insertar en la producción a adultos y jóvenes que, por su tipo de discapacidad (o por las experiencias de tratamiento que han recibido), no logran ingresar al mercado formal.
– Participan de talleres protegidos que pueden producir bienes dentro de una institución (como en el taller Protegido Rosario, que depende de Dinad, y el Nazareth, que fabrica las pastas Benfatti) o en empresas que tercerizan una línea de producción (como otro taller de Villa Gobernador Gálvez, que arma juegos de aros de pistón para Mahle SA, ex Dana). Hay otro en San Lorenzo, que incursiona con Cargill.
– Siempre se trata de experiencias en ámbitos protegidos, que hacen eje en la integración social no competitiva. A cada uno este año la provincia le otorgó 70 mil pesos.
– Rosario cuenta, además, con el programa de pasantías de la Fundación de la Cuenca, que a través del grupo empresario Unidos AFJP ofrece un â??ensambleâ?? entre el último tramo de la escolaridad especial y el ámbito laboral. El objetivo, explicó la terapista ocupacional Natacha Duks, â??tiende a una posterior incorporación al mercado laboralâ??. La fundación trabaja con entre 12 y 15 pasantes.

Beneficios impositivos

El desafío es que las personas con alguna discapacidad consigan un empleo efectivo. Es decir, que puedan cumplir tareas, cobrar un sueldo, respetar un horario y demostrar, más allá de una discapacidad, de qué sí son capaces.

– Para llegar a ese objetivo, es imprescindible que el privado responda. El Ministerio de Trabajo de la Nación tiene programas de inserción laboral para personas con discapacidad que otorgan beneficios impositivos. En uno de ellos, durante los primeros 9 meses los contratados reciben 150 pesos como parte del salario a cargo del gobierno y no del empleador.
– En la oficina de empleo que funciona en la Dirección Municipal para Personas con Discapacidad, tienen una base de datos con 470 postulantes. La repartición intenta que las empresas adhieran al programa. Pero ni municipio ni provincia cumplen con la ley que los obliga a tener un 4 por ciento de los planteles de empleados cubiertos por gente con discapacidades (ver página 4).
– Por el contrario, hay firmas (la mayoría multinacionales) que hace años vienen ofreciendo â??empleo con apoyoâ?? a personas discapacitadas bajo estándares de â??responsabilidad corporativaâ?? y â??empresas comprometidasâ??. En Rosario son Mc Donaldâ??s, Falabella y Accenture. Repsol YPF lo hizo por dos años y ahora se sumará Briket.
– También hay otros negocios que, frecuentemente sensibilizados con la problemática por relaciones de parentesco o amistad, ofrecen trabajo a discapacitados.

Silvina Dezorzi – Silvia Carafa / La Capital

Fuente: www.lacapital.com.ar

Los riesgos de trabajar mucho y dormir poco

Es una tendencia preocupante que crece. Más personas deciden dormir menos para trabajar más. Un profesional dijo a Infobae.com que «el costo es alto». Los perjuicios físicos y psíquicos

Cuando no son los apremios económicos, son los deseos de crecimiento personal los que llevan a una persona a trabajar más horas que las que debería.

«Debería» en función de las horas de sueño diarias «recomendadas».

Lo cierto es que cada vez son más las consultas médicas por lo que el común de la gente denomina «insomnio» o «trastornos nocturnos».

«Los trastornos de sueño se expresan de diferentes maneras», informó el psiconeuroendocrinólogo y profesor de Psiquiatría Norberto Abdala. Consultado por Infobae.com, el profesional detalló que los problemas se clasifican según sea la dificultad: para conciliar el sueño (insomnio inicial), para tener un sueño con continuidad (insomnio medio) o despertarse muy temprano en la madrugada y no volver a conciliar el sueño (insomnio tardío).

Los factores causales más frecuentes son el estrés, los trastornos depresivos y la ingesta de alcohol. Ahora bien, pese a que se cree que es la complejidad de las obligaciones la que hace que la somnolencia afecte negativamente a las personas, es más bien la manera en que éstas asumen esas obligaciones lo que lleva a desarrollar el trastorno.

«Si para una persona resulta más importante lograr un objetivo laboral que el costo emocional que pudiera tener su obtención, es allí cuando se empieza a generar un balance negativo que, sin duda, lo será también para su equilibrio psico emocional», sintetizó Abdala, quien agregó: «La somnolencia indica no sólo que el sueño nocturno puede haber sido insuficiente, sino además que gasta durante el día ‘más pila’ de la que se dispone».

Pese a que el profesional aclaró que los hábitos modernos no son iguales en una ciudad grande que en un pueblo pequeño de campo, generalizó que «un hábito es perjudicial cuando implica para un individuo un nivel de exigencia y/o de competitividad mayor al que le permiten sus posibilidades».

Así es que no sólo son frecuentes distintos trastornos psicosomáticos como hipertensión, taquicardia, gastritis y colon irritable, sino que, además, el esfuerzo realizado «impide realizar actividades placenteras».

«Es bastante frecuente la disminución del deseo y de la actividad sexual, tanto en hombres como en mujeres», destacó el médico, quien subrayó que «cada organismo necesita de una cuota o dosis de sueño y que quien pretenda ir contra al naturaleza, inexorablemente, perderá», en tanto aseguró que uno de los escenarios de la derrota será el de la salud y el otro, una mala calidad de vida.

Qué hace nuestro cuerpo mientras «duerme»

Durante el sueño, el organismo fabrica y repone una serie de sustancias neuroquímicas, hormonas y factores troficos, por lo que si no hay un dormir nocturno adecuado (en cantidad y calidad), el cuerpo resulta perjudicado.

«Los niños que duermen poco pueden tener una disminución en la producción de la hormona de crecimiento y problemas de estatura», ejemplificó el profesional, para quien las horas de sueño recomendadas para una vida saludable son «variables».

«Un bebé necesita dormir casi 18 horas, un adolescente duerme unas 12 horas, un adulto entre 6 a 8 horas y un adulto mayor 4 horas», dijo el médico e insistió: «No hay reglas fijas; de ahí que además de la cantidad de horas de sueño es importante la calidad de las mismas».

Así como también resulta «fundamental» que al despertar se tenga la sensación de haber «descansado bien».

Un estudio puede determinar si duerme bien

La polisomnografía es un estudio que se hace ya desde hace muchos años y que consiste en que el paciente duerma en un centro médico, para que se le realicen una serie de registros durante las horas de la noche.

Electroencefalograma, electrocardiograma, electromiograma, medición de la saturación de oxígeno de la sangre (todos en forma continua y permanente) son algunos de los que se efectúan con la finalidad de estudiar cómo es su «arquitectura de sueño», así como si se producen –o no- todas las etapas normales de los ritmos cerebrales o si las fases de sueño están alteradas.

El estudio permite sacar muchas conclusiones, como la presencia y número de las apneas de sueño (interrupción de la respiración normal durante varios segundos con una posterior bocanada de aire). Las apneas pueden ocasionar problemas cardiacos y cerebrales por una insuficiente oxigenación de estos órganos.

Por Valeria Chavez Infobae.com

Fuente: www.infobae.com

El legado del World Trade Center tras el 11-S


Un hombre observa los escombros tras el derrumbe de las Torres (Foto: D. Kanter/AFP).

ISABEL ESPIÑO (elmundo.es)

MADRID.- El 11 de septiembre de 2002, un año después de los atentados de las Torres Gemelas de Nueva York, el ‘New England’ publicó un estudio sobre los problemas respiratorios que sufrían muchos de los bomberos que habían trabajado en la Zona Cero. La ‘tos del World Trade Center’, la llamaron. La revista médica publica ahora un artículo en el que analiza las secuelas a largo plazo.

Todavía existe «mucha incertidumbre y controversia sobre los riesgos para la salud que supone haber inhalado el polvo que desprendió el derrumbe de las torres gemelas, los subsiguientes incendios y las tareas de desescombro», dicen los autores. Estos expertos en epidemiología y salud mediambiental, procedentes de la Escuela de Salud Pública Jonhs Hopkins Bloomberg y de la Universidad de Rochester (ambas en EEUU), han analizado la extensa bibliografía científica al respecto.

Pese a las dudas, sí hay algunas cosas claras. Para empezar, que algunas de las personas que trabajaron en la Zona Cero (bomberos, trabajadores de las tareas de desescombro) en las horas y días posteriores al derrumbe «presentan anomalías respiratorias persistentes consistentes en lesiones en las vías respiratorias como consecuencia de haber inhalado partículas y gases», escriben en el artículo, titulado ‘El legado del polvo del World Trade Center’.

La salud de los neoyorquinos

Las posibles secuelas se extienden a muchos neoyorquinos. Según una encuesta a personas que vivían en un kilómetro y medio a la redonda de la Zona Cero, ocho meses después del desastre presentaban síntomas y problemas respiratorios más graves que una población control. «La salud respiratoria de la población general, en especial la de aquellos que estaban en los edificios derrumbados o dañados, puede haberse visto afectada», advierten los especialistas del ‘New England’. Muchos habitantes de la Gran Manzana «habrían estado expuestos a partículas y gases cuando estaban en el lugar o cerca en los días en los que el aire estaba contaminado por los fuegos o las actividades de limpieza, o cuando retornaron a los edificios contaminados», aclaran.

Numerosos trabajos han analizado minuciosamente la composición del polvo del World Trade Center: partículas aéreas, gases tóxicos y amianto. «Es probable que partículas de todos los tamaños estuviesen presentes inicialmente en el polvo a concentraciones muy altas», comentan. De hecho, un análisis realizado a 39 bomberos a los que pilló el derrumbe de las torres desvelaba que, 10 meses después, todavía presentaban altas concentraciones de partículas minerales en sus muestras de esputo, en comparación con otro grupo bomberos.

Sobre la exposición a gases tóxicos (que pudo haber generado la combustión) hay menos información. Sin embargo, parece que los bomberos pudieron haber inhalado algunas sustancias carcinógenas. La concentración de amianto a la que estuvieron expuestos, tanto los trabajadores como la población, no parece suficiente como para ocasionar asbestosis (una enfermedad pulmonar) o cáncer de pulmón. El tiempo será el que dé más información sobre la contribución de cada uno de estos factores.

Incertidumbre

Según los autores, muchas personas expuestas al polvo de las Torres Gemelas desarrollarán con los años problemas de salud respiratorios, ya sea por fumar o por otros factores, que achacarán al World Trade Center. «El mejor modo de caracterizar la contribución real del polvo al futuro riesgo de enfermedades es meidante estudios epidemiológicos prospectivos», advierten.

Unas 71.000 personas forman parte de un gran registro que pretende rastrear estos problemas de salud, que servirá para detectar las secuelas más frecuentes, aunque no todas.

La semana pasada, los forenses vinculaban por primera vez una muerte (una mujer, fallecida de sarcoidosis en ferbrero de 2002) a la nube tóxica del 11-S. La sarcoidosis es uno de los trastornos pulmonares que se han vinculado a la nube tóxica del 11-S, pero otras secuelas menos frecuentes serán más difíciles de identificar. «Ni siquiera todos los esfuerzos de investigación en progreso pueden proporcionar la evidencia necesaria para responder todas las cuestiones que surgirán sobre los efectos de salud a largo plazo de los eventos del 11 de Septiembre».

Fuente: http://elmundosalud.elmundo.es

Riesgos, cuidados y decisiones

A tono con la preocupación por la seguridad laboral, Cervecería y Maltería Quilmes lanzó la tercera edición de su programa 3D: «Determino los riesgos; defino cómo cuidarme; y decido trabajar con seguridad».

«Desde la creación del programa 3D hemos logrado una reducción de más de un 30% en accidentes en las áreas Industrial y Comercial», señala Hugo Pagliotti, gerente de Higiene, Seguridad y Medio Ambiente.

Este mes comenzó la campaña de prevención que incluye la instalación de carteles en las plantas y obsequios alusivos.

Actualmente, el índice anual se ubica en 1,6 accidentes con días perdidos cada 100 trabajadores, lo que implica una reducción del 98% desde que comenzó a implementarse el sistema: en 1999, la cifra trapaba a 10.

«Después de seis años de implementar un sistema de gestión para corregir condiciones de trabajo inseguras, quedaron los accidentes residuales que muestran una alta incidencia de comportamiento inseguro, por apuro, distracción o presiones, que llevan a violar un procedimiento de seguridad y accidentarse», dice Pagliotti.

El programa apunta a darle herramientas y respaldo al trabajador para que decida por su seguridad ante cualquier presion. Complementariamente, se brinda capacitación a quienes conducen las plantas para que respeten esos límites.

Ana Broitman.
abroitman@clarin.com

Fuente: www.clarin.com