Los médicos consideran que tuvo suerte porque podría haberse perforado el corazón. Permanece estable ingresado en la UCI.
RAÚL SÁNCHEZ | IBIZA Un trabajador que se disparó accidentalmente una grapa en el pecho fue intervenido quirúrgicamente ayer por la tarde. Los médicos consideran que tuvo suerte puesto que pudo perforarse el corazón si el objeto metálico hubiese entrado un poco más en su cuerpo. La operación duró más de tres horas. Los especialistas practicaron una traqueotomía izquierda, abrieron el pericardio (la envoltura del corazón) y extrajeron la grapa. Una portavoz de la Policlínica Nuestra Señora del Rosario calificó el resultado de la intervención como «un éxito».