Lo afirmó Narciso Canteros, titular de la ONG «Manos a la obra», que lucha por mejorar las condiciones de trabajo de los obreros de la construcción. Ayer murió un operario al desplomarse del techo de una escuela mientras realizaba tareas de mantenimiento.
Efectivos policiales retiran el cuerpo del obrero fallecido ayer en la escuela de Empalme Graneros. (Foto: Enrique Rodríguez Moreno).
«La precariedad laboral en la provincia y en Rosario está a la vista. Lo grave de todo esto es la naturalización de esa situación de los trabajadores», afirmó esta mañana Narciso Canteros, integrante de la organización no gubernamental «Manos a la obra» que pelea por mejorar las condiciones laborales de los obreros de la construcción.
Canteros formuló declaraciones al programa Convenio de La Tres a raíz del fatal accidente ocurrido ayer en la Escuela Media Nº 251, de Génova y Cullen, cuando un obrero que realizaba tareas de mantenimiento cayó desde una altura de cuatro o cinco metros y murió. El trágico hecho reactualizó un tema que nunca termina por resolverse: el de la seguridad laboral en las obras.
Canteros defendió esta mañana la iniciativa que impulsa «Manos a la obra» de producir o confeccionar una red de contención que reemplaza a las conocidas «bandejas» de chapa y madera. La propuesta está en estudio y ayer, paradógicamente, se iba a realizar una prueba ante las autoridades municipales y representantes de la Cámara de la Construcción. El testeo fue suspendido al conocerse la noticia de la tragedia, pero Canteros prometió para esta semana una campaña pública para discutir el tema.