La responsabilidad con que tomó la gestión de la producción se evidenció en distintos momentos. Uno de ellos fue cuando el Comité de Lucha – a sugerencia de la Supervisión – decidió parar la Sección Reacción de Estireno, con todas las consecuencias que podría implicar, para reparar una pérdida de vapor que, de no hacerse, podría transformarse en una situación de emergencia. Se movilizaron todos los trabajadores de las distintas especialidades para la reparación en el menor tiempo posible. Además, se fabricó un manchón para un compresor de Reformadora, que no había en plaza por varias semanas y que costaba $ 230.000. El costo de la tarea fue solamente las horas hombre de trabajo, destacándose que eso “demuestra lo que nosotros hace tiempo venimos denunciando: el vaciamiento de mano de obra petroquímica para dar tareas afuera que pueden realizarse en fábrica”.
En otra ocasión, cuando el conflicto llevaba casi veinte días, en el Comunicado Nº 9 quedó demostrada la responsabilidad y seriedad con que se seguía desarrollando la lucha, al expresar: