La tragedia se produjo en la ciudad de Linhai, en la zona oriental del gigantesco país, en una planta con capitales alemanes que no había iniciado su producción. Además hay 28 heridos.
(EFE). Los muertos por la explosión en una planta química del este de China ascendieron hoy a 22 y a 28 los heridos, entre estos últimos los directivos de la compañía, informó la agencia oficial Xinhua.
La explosión tuvo lugar en la mañana del viernes en la Fuyuan Chemical Co.Ltd, una empresa mixta chino-alemana que todavía no había iniciado su producción en la ciudad de Linhai (distrito de Sheyang, provincia oriental de Jiangsu).
Según las últimas investigaciones, el reactor químico explotó en uno de los ensayos para su puesta en marcha, cuando 71 trabajadores se encontraban en la planta química, de los cuales pudieron escapar 21.
Informes difundidos por Xinhua culpan de una «inadecuada operación» en este ensayo por parte de los trabajadores. La planta estaba preparada para la producción de dicloro fluorobenceno para uso industrial, y la explosión produjo una nube de clorina, un gas tóxico, que obligó a la evacuación de 7.000 personas que residen en dos kilómetros a la redonda y que ya han regresado a sus hogares.
Según las autoridades locales medioambientales, la nube tóxica de clorina se ha dispersado y «tiene una influencia mínima en el aire». Entre los 28 heridos se encuentran el presidente, el director general y el subdirector de la compañía química, que están hospitalizados.
El dicloro fluorobenceno es inflamable, produce irritaciones en la piel, tiene efectos graves para la salud en caso de exposición prolongada por inhalación e ingestión y es tóxico para los organismos acuáticos.
El departamento local encargado de la protección medioambiental está investigando la calidad del agua cerca del lugar del accidente, y el gobierno de Sheyang ha ordenado a todas las plantas químicas del distrito que cesen la producción para iniciar una inspección.
El último gran desastre ecológico conocido que tuvo lugar en China sucedió en noviembre de 2005 en el noreste, tras explotar una planta química que produjo la muerte de 5 personas y la evacuación de 10.000. Las autoridades chinas mantuvieron silencio durante semanas sobre el vertido de nitrobenceno que tras la explosión avanzó a través del río Songhua (Amur) hasta Rusia, lo que llevó a la dimisión del máximo responsable chino de protección medioambiental y estuvo a punto de producir una crisis diplomática con el país.