Es una refinería de petróleo y las autoridades que han declarado el estado de emergencia. Se cree que fue un accidente y hasta el momento no hay víctimas mortales.
Doce de los cuarenta tanques de la refinería de petróleo de la empresa Caribbean Petroleum Corporation (Capeco) están ardiendo y lo seguirán haciendo durante un par de días hasta que se queme todo el combustible almacenado.
El fuego se originó por una serie de explosiones cuyo origen se desconoce y que, en principio, se atribuyen a un accidente, sin que hasta el momento se hayan registrado víctimas mortales.
El gobernador puertorriqueño, Luis Fortuño, declaró el estado de emergencia en el área metropolitana de San Juan y han sido movilizados todos los parques de bomberos de la zona para controlar el incendio.
El presidente de la Junta de Calidad Ambiental, Pedro Nieves, afirmó que el incendio puede provocar un gran desastre en el medio ambiente y que puede ser el mayor desde hace casi 20 años cuando encalló la embarcación Morris Berkam en la bahía de San Juan, que produjo un gran derrame de combustible.
Las explosiones provocaron de inmediato un gran incendio que se ve a gran distancia y sin que los bomberos hayan podido todavía acercarse para sofocarlo, ya que siguen concentrados en evitar que el fuego se propague a otros tanques de combustible.
Otras explosiones de menor intensidad se han ido registrando posteriormente, mientras su suceden las llamaradas y las grandes columnas de humo negro.
El superintendente de la Policía, José Figueroa Sancha, explicó que las explosiones se produjeron en doce de los cuarenta tanques de la refinería y que se ha confirmado que ningún avión produjo el accidente, ya que la ruta de los aparatos que aterrizan en el aeropuerto de Carolina se halla cerca de la instalación petrolera.
La ruta de aterrizaje y despegue de los aviones al aeropuerto Luis Muñoz Marín en Carolina, barrio adyacente a San Juan, se ha modificado para evitar que el humo de las llamas reduzca la visibilidad de los pilotos.
«No recuerdo un fuego de esta magnitud en una refinería», agregó Figueroa Sancha, quién pronosticó que dada la envergadura del incendio se tardarán varios días en sofocar las llamas.
Agregó que es prematuro todavía identificar las causas del siniestro y que, hasta el momento, no se han registrado víctimas entre los empleados de la refinería.
Las explosiones se produjeron después de la medianoche y provocaron el pánico de cientos de vecinos que residen en las cercanías de la refinería situada en la localidad de Cataño.