Un accidente laboral mortal se salda con 180 euros de multa

R.J. de 33 años perdió la vida en un accidente laboral ocurrido en Burunchel. La viuda de este obrero granadino estaba embarazada de trillizos. Ayer, su jefe fue condenado al pago de 180 euros de multa como autor de una falta de imprudencia con resultado de muerte.

La víctima cayó desde doce metros de altura mientras trabajaba montando una máquina deshuesadora de aceituna en una almazara de Burunchel. Al tratar de atar una manguera eléctrica con unas presillas, se resbaló y cayó al vacío. Murió prácticamente en el acto.

En principio, el fiscal consideraba que el accidente mortal se produjo porque el jefe del obrero fallecido, el empresario C.A.C.R., no le había facilitado los medios de protección individuales como el cinturón de seguridad con anclaje a un punto fijo o una plataforma. El acusado declaró ayer, en el juicio, que la víctima tenía esos elementos de seguridad en la furgoneta: “No puedo decirle por qué no los utilizó. Es algo que yo no puedo controlar”, explicó a su señoría.

El empresario aseguró que el obrero ni tan siquiera debería haber estado en Burunchel aquel día: “En esa almazara, ya habíamos terminado de montar la máquina. Sin embargo, él quería revisar algo del funcionamiento. Tenía que ir a Peal de Becerro ese día, pero antes fue a Burunchel.

Alguien, que no sabemos quién es, le dijo que si podía amarrar un cable que colgaba con unas bridas. Él se subió por su afán de servicio. Se resbaló y cayó”, relató el empresario. Y reiteró: “No sé los motivos por los que no se puso el cinturón, porque siempre lo hacía”.

Efectivamente, la Inspección de Trabajo constató que los cinturones estaban a disposición de los obreros. Lo que no hizo bien el empresario fue proporcionar a la víctima la formación correspondiente en prevención de riesgos laborales, tal y como exige la normativa. Sin embargo, esa conducta, para el fiscal, no es constitutiva de un delito contra los derechos de los trabajadores, tal y como entendía en su escrito de calificación provisional de los hechos, sino de una simple falta de imprudencia. Eso sí, con resultado de muerte.

De ahí que el Ministerio Público cambiara su petición inicial de un año y medio de cárcel para el empresario por el pago de una multa de 180 euros. A esa decisión también contribuyó el hecho de que los seguros de la empresa ya han pagado a la viuda toda las indemnizaciones por el accidente: “Hemos estado a disposición de esa familia desde el principio”, aseguró el acusado: “Hay que tener en cuenta que, en la medida de lo posible, se ha reparado el daño causado”, señaló el fiscal en su informe final. La sentencia se dictó por conformidad.

02/02/2011 13:10:48 – Diario Jaén

Fuente:

www.ugtbalears.com

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