El secretario general del gremio, Alfredo Romero, responsabilizó a Daniel Cantalejo por las condiciones laborales desfavorables que exponen a serios riesgos a los trabajadores.
El secretario general del Sindicato de Luz y Fuerza de Rosario, Alfredo Romero, reclamó la renuncia del titular de la Empresa Provincial de la Energía (EPE), Daniel Cantalejo, al que responsabilizó por la muerte de un operario que cayó desde una altura de cuatro metros mientras realizaba tareas de reparación en un tendido de San Lorenzo. «Acá hay una negligencia total y absoluta de las máximas autoridades de la EPE», expresó el dirigente lucifuercista.
Romero fue consultado hoy sobre al caso de Sergio Genovar, quien tenía 55 años y falleció el viernes pasado tras caer de cuatro metros de altura de la escalera en la que estaba montado. El accidente, difundido hoy por el matutino Rosario/12 puso bajo observación una vez más condiciones en la que se desenvuelven muchos trabajadores. De hecho, tras el trágico episodio, el gremio reclamó la renuncia del presidente de la compañía.
En declaraciones al programa «El primero de la mañana» de La Ocho, Romero hizo un raconto de lo ocurrió con Genovar. «En este caso puntual, ocurrió en un lugar de trabajo en la sucursal de San Lorenzo y los trabajadores tienen como base la localidad de Totoras. Producto del proceso de privatización, ese sector fue uno de los más afectados, ya que tuvo una cantidad importante de compañeros con retiros voluntarios y otros se jubilaron. Como en algunas localidades se quedaron sin trabajadores, desde el gremio le planteamos hacer una reestructuración pero que sería provisoria para superar esta etapa en la que todos los sectores de la empresa estaban diezmados en cuanto a recursos humanos. Se hizo una cuadrilla en Totoras y desde allí se asiste técnicamente a seis localidades», agregó.
«Es una zona que cuando ocurre algo por inclemencia del tiempo no queda afectada una sola, quedan varias localidades. Desde hace tiempos, los trabajadores de Totoras vienen reclamando a las autoridades de la EPE que tomen en cuenta la necesidad de incorporar personal. El gremio ha solicitado tres veces a los gerentes que se reúnan con los trabajadores. Toman nota, van a Santa Fe y después no pasa nada. El martes pasado hubo otro accidente que sufrió un trabajador en Funes, que prácticamente volvió a nacer», remarcó.
«La situación por la que atraviesan los trabajadores es preocupante. Y eso no tiene que ver sólo con elementos de seguridad o de ropa de trabajo. Hay muchas horas, mucho cansancio de los trabajadores, hay mecanismos de trabajo que no están bien implementados para un mejor aprovechamiento de los recursos humanos. Lamentablemente, la EPE sigue funcionando como en la década del 90. Aquí lo único que cambió fue la política del gobierno de decir que la empresa no se va a privatizar. La gestión ha empeorado porque esta empresa es netamente técnica y algunos pretenden manejarla como si fuese un ministerio. Acá, un error humano puede producir una muerte, pero hay sobrecarga de trabajo, cansancio por parte de los compañeros y dijimos basta», afirmó Romero.