La víctima fue operada de múltiples fracturas en una de sus manos. Desde el hospital público se sugirió un accidente no laboral.
ESCENARIO LA PANADERÍA SAN CAYETANO, EN SAN ANTONIO DE LOS COBRES
Un gravísimo accidente sufrió un niño de 12 años, identificado como Alvaro Tolaba, quien manipulaba una máquina de amasar en el interior de una panadería de San Antonio de los Cobres, propiedad de un docente, en la que se encontraba trabajando desde hacía ya tres meses, aseguró uno de sus hermanos.
El suceso causó consternación en la comunidad educativa de la capital del departamento Los Andes, ya que Wilfredo Calpanchay, propietario del establecimiento industrial, es, a la vez, maestro de la escuela Domingo Sarmiento, en la que la víctima está cursando su último año de EGB. Trascendió que el educador sería, además, proveedor de pan en las reparticiones públicas del departamento, incluso de la escuela en la que desarrolla sus actividades.
Su establecimiento gira bajo la denominación de “Panadería San Cayetano”, y vecinos aseguraron haber presenciado el trabajo no sólo del niño accidentado sino de otros alumnos de la escuela.
Consultada la oficina de prensa del Nuevo Hospital de Niños, su encargado, José Luis Angel, expresó a El Tribuno que “Alvaro Tolaba se encuentra internado, aquejado de múltiples fracturas en uno de sus miembros superiores. Hoy (por ayer) fue sometido a una intervención quirúrgica de alta complejidad, para intentar salvarle la mano. Está en observación y se le colocaron varias placas de platino”. Lo llamativo es que el vocero del hospital sugirió a este medio que el accidente no fue laboral, agregando que el Ministerio de Trabajo de la Provincia ya había tomado conocimiento del caso.
En tanto, Mirta Tolaba, una humilde mujer y madre del niño, dijo a El Tribuno que no denunció el accidente porque “ya arreglé con el patrón”.
Fuentes policiales del departamento andino dijeron que no intervinieron por dos razones: “No hay denuncia y porque al ser entrevistado Calpanchay, el mismo nos dijo: «Ya arreglé con la madre’”.
Las leyes laborales de la Nación declaran como viciado de nulidad cualquier consentimiento para trabajar que otorguen los padres o tutores a los niños menores de 14 años.
