Mañana trágica en la Panamericana. La explosión de una cisterna cargada de solventes, después de chocar frontalmente con una camioneta, dejó el trágico saldo de la horrible muerte de dos personas carbonizadas y dos heridos graves con quemaduras en todo el cuerpo.
Además, parte de una vivienda de material rústico quedó convertida en cenizas al ser alcanzada por las llamas que fueron ocasionadas por las estruendosas explosiones entre ambos vehículos.
Esta tragedia en el kilómetro 80 de la carretera Panamericana (Talara a Máncora), en la jurisdicción del sector Jabonillal, cerca al puente Pariñas, ocurrió a las 9. 30 de la mañana. Las diez rústicas viviendas, asentadas en ambos lados de la vía, se salvaron de milagro de ser alcanzadas por las llamas, que llegaron a 120 metros a la redonda. La iglesia evangélica de Jabonillal resultó con los vidrios de las ventanas rotas.
LAS VÍCTIMAS. Debido al violento impacto, murieron calcinados José Mariano Varillas Cuadros (56), que viajaba en la cisterna, y el chofer de la camioneta Félix Silva Sosa (65), quien venía procedente de Máncora a Talara. Sus cuerpos quedaron irreconocibles. Los vehiculos protagonistas de la tragedia son: una cisterna de propiedad de Gastro Petrolima y la camioneta de placa PGD-112.
GRAVES. El chofer de la cisterna, Juan Carlos Alberto Sánchez Carrión Muñoz (65), luego del choque y después de la primera explosión, se lanzó de la cabina envuelto en llamas, y en el suelo se revolcó logrando apagar el fuego de su cuerpo.
Después fue trasladado a una clínica local con quemaduras de segundo y tercer grado en rostro, brazo y región lumbar izquierda, siendo evacuado a un hospital de la ciudad de Piura.
El otro herido, Ronald Querevalú Vilchez, fue evacuado al hospital Cayetano Heredia de Piura, con quemaduras de segundo grado en el rostro, cuello, tórax y brazos, indicó el director del Hospital de EsSalud, Luis Ramos Ramos.
Según los testigos, la cisterna era conducida a gran velocidad, y al intentar pasar a un vehículo en una curva, se encontró de improviso «cara a cara» con la camioneta que venía en sentido contrario, produciéndose el violento choque.
