El último accidente laboral en China ocurrido en una fábrica metalúrgica ha vuelto a poner en evidencia la falta de medidas de seguridad en las plantas de la segunda economía mundial, donde los controles son escasos y las firmas tienden a ignorar los estándares en pos de un mayor beneficio.
El último accidente laboral en China ocurrido en una fábrica metalúrgica ha vuelto a poner en evidencia la falta de medidas de seguridad en las plantas de la segunda economía mundial, donde los controles son escasos y las firmas tienden a ignorar los estándares en pos de un mayor beneficio.
El sábado, 75 trabajadores murieron y unos 185 resultaron heridos al verse atrapados por el enorme fuego que se desató en un taller de pulido de llantas de ruedas en una fábrica del este de China, al parecer, al encenderse una llama en un espacio donde había concentrado polvo altamente inflamable.
Las investigaciones de las autoridades han determinado que se trató de una negligencia, y que la compañía taiwanesa, especialista en piezas de automóviles y proveedora de numerosas firmas estadounidenses como General Motors, había ignorado en repetidas ocasiones las advertencias sobre la posibilidad de un accidente de esta envergadura. Ver más