La víctima tenía 26 años y era padre de un niño de 7
SANTA FE.- Una joven trabajador de una planta desmotadora de algodón que funciona en el norte santafecino murió luego de agonizar algunas horas, como consecuencia de las graves heridas que recibió al ser aplastado por fardos de 200 kilos.
El accidente laboral ocurrió alrededor de las 14 de este viernes 31 en la Desmotadora de la UAA en esa ciudad. Ezequiel Sosa tiene 26 años y es quien sufrió este accidente laboral.
El hecho ocurrió en esa localidad de Avellaneda, donde las llamas se desataron en el complejo industrial. En pocas horas logró extinguirse el fuego. No hubo heridos.
Este domingo por la tarde comenzó a divisarse en el cielo al sur de la Ciudad de Buenos Aires la presencia de columnas de humo negro producto de un incendio en la localidad de Avellaneda.
En un nuevo aniversario del derrame que en 2019 liberó al ambiente más de un millón de litros de sustancias químicas y se cobró la vida de un obrero, vecinos del paraje rural donde ocurrió el desastre denuncian que el pasto sigue sin crecer
Este 27 de septiembre se conmemoró en la Argentina el día nacional de la Conciencia Ambiental. La fecha se fijó por ley dos años después de la tragedia acontecida en 1993, cuando un escape de gas cianhídrico se cobró la vida de siete personas en la localidad bonaerense de Avellaneda. En la misma provincia, una coincidencia fatal enlutó otro 27 de septiembre –de 2019– con la explosión de una fábrica química en Mercedes. Más de mil litros de agrotóxicos ardieron durante horas, un trabajador murió quemado y el veneno aún continúa en el suelo y el agua del lugar. Ninguno de los dos episodios fue azaroso.
Por: Alberto Semillán Especialista en Efluentes y Agua Potable en SNF Floerger Argentina SRL
Manuel Nuin (79) se desplomó de repente. Su esposa, María Angela (80), quiso socorrerlo, pero el hombre no le contestó. Entonces, la mujer llamó por teléfono a su hijo Horacio (43), quien a su vez avisó a su esposa, Rosa Scala (43). De camino hacia la casa de sus padres, Horacio pasó por un centro de emergencias médicas y, acompañado por un grupo de médicos, se dirigió a la casa de Avellaneda. Cuando entró, encontró a sus padres y a su esposa. Estaban muertos en el piso de la cocina.