Franco Lizardo era jugador de fútbol y goleador del Club Atlético Barrancas, en Maipú, Mendoza. El 8 de abril pasado apoyó ambos pies en un sinfín y su vida dio un vuelco. “Sentí cómo crujían mis huesos”, dijo. Cuando le dieron el alta conoció a Milagros, que hoy es su novia: “Ella me salvó y me hace sentir un hombre completo”
Pasaron seis meses de la tragedia que marcó su vida para siempre, pero Franco Lizardo (29) siente que sucedió ayer. Fue el 8 de abril pasado y era viernes. Lo recuerda, justamente, porque era el último día de la semana en la Bodega Viniterra, situada en Luján de Cuyo, Mendoza. Allí se desempeñaba en el descubado, fraccionamiento y molienda de la uva, entre otras tareas. Aquel viernes pensaba en los planes para el fin de semana.
Sucedió el pasado 14 de octubre en el centro de atención primaria ubicado en calle 76 N° 4440. La empleada municipal que cumple funciones administrativas fue víctima de una descarga eléctrica debido a la falta de mantenimiento de la instalación del lugar. El disyuntor falló debido a que estaba «puenteado». Irregularidades en la atención a la víctima y una problemática que llegó al Concejo donde aparentemente será tratada hoy en la comisión de salud.
Un hecho de gravedad ocurrió en el Centro de Salud San Martín situado en calle 76 n° 4440. La trabajadora municipal que cumple funciones administrativas recibió una descarga eléctrica aparentemente a través del mousse de la PC con la que desempeña sus funciones, debido a la falta de mantenimiento en la instalación eléctrica y disyuntor «puenteado» que falló.
Según pudo saber NdeN, lo que vino después respecto a la atención médica que debía recibir la agente municipal estuvo plagado de negligencias.
Si bien es sabido que en un accidente así la persona debiera ser trasladada al hospital local para ser examinada con minuciosidad, en este caso no se respetaron los pasos actuar de una emergencia.
Rubén González, 61, está internado en la terapia intensiva del Sanatorio Padre Pío, en la Ciudad de Reconquista, tras accidentarse en su lugar de trabajo, en la Estancia «Las Gamitas», propiedad del italiano Domingo Iannozzi, ubicada en la localidad de Golondrina, 100 Km al Norte de Reconquista, por RP31.
Después de cinco años de relación laboral en una empresa de supermercados de Bariloche, una trabajadora se dio por despedida de manera indirecta. La relación con su jefe -gerente de la sección en la que se desempeñó- fue atravesada por permanentes tratos denigrantes y carentes de perspectiva de género, según expresó en la demanda judicial. Estas situaciones debilitaron su salud y requirió atención especializada. La trabajadora tuvo dos embarazos en el marco de esta relación de trabajo, detalló la Justicia rionegrina.
El fallo de la Cámara Primera del Trabajo hizo lugar a la presentación y condenó a una cadena importadora y exportadora de la Patagonia a abonar la indemnización que por liquidación correspondiera, más los intereses pertinentes.
Una trabajadora de Cipolletti sufrió un accidente con una máquina para empanar milanesas y ese episodio le dejó una incapacidad en la mano derecha.
Sin embargo, este episodio no fue un hecho común y corriente, ya que la mujer no contaba con los mínimos derechos que una trabajadora precisa. No tenía ART, no estaba registrada y cobraba menos de lo que establecía la escala salarial.