Prudencio Vega: «A la semana de mi accidente ya habían instalado un sistema para evitarlo»

El jubilado de Ensidesa cuenta a los alumnos de ciclos formativos de Navia cómo perdió su mano para concienciar sobre la importancia de la seguridad

La casualidad hizo que Prudencio Vega se encontrase trabajando en un alto horno de Ensidesa el día de San Miguel de 1991 a la una y media de la tarde, ya que, por el cambio de hora, su jornada se alargó más de lo normal. Sin embargo, no fue el azar lo que le produjo la amputación de su mano derecha. Prudencio se encontraba limpiando la tubería cuando su compañero accionó el funcionamiento de la máquina, lo que provocó que su mano quedara completamente aplastada. «Fue un error de los de arriba, por no poner un mecanismo que me permitiese parar la máquina en caso de peligro. A la semana de mi accidente ya se había instalado un mecanismo para evitar accidentes como el mío».

El testimonio de Prudencio Vega, que trabajó durante toda su vida en la industria de la siderurgia, y que sufrió varias operaciones en su mano después del accidente, forma parte de la campaña «Mejor con seguridad», promovida por el Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Laborales y la Fundación de Trabajadores de la Siderurgia Integral. «Es un proyecto de concienciación dirigido al alumnado de ciclos formativosde grados medio y superior de Asturias», explica Yolanda García, coordinadora de esta iniciativa. Explica que se imparten a alumnos de Formación Profesional porque son los que más cerca están del mercado laboral, y cree que «a los alumnos les gusta lo que le acerca a la realidad, sobre todo cuando conocen a la persona afectada por un accidente que les cuenta las consecuencias de la falta de seguridad».

Mucho ha cambiado la seguridad en el puesto de trabajo desde aquel fatídico día de septiembre de 1991, como demuestran los datos que, dentro de la misma experiencia, ofrece María Fernández, jefa de Seguridad y Salud de Ence Navia. «En la actualidad llevamos 508 días sin accidentes con baja, lo que supone más de 1.200.000 horas de trabajo», asegura Fernández.

En la planta naviega, donde a diario trabajan 300 personas de Ence más las contratadas por las empresas auxiliares, se propusieron hace unos años extremar las condiciones de seguridad en el trabajo, lo que se tradujo en un plan de acción que está dando resultados. «Está enfocado a la concienciación de las personas, a las instalaciones y a los procedimientos de trabajo, logrando reducir los accidentes un 42% en relación al año pasado», subraya Fernández.

«Las medidas de seguridad han mejorado mucho, sobre todo por el interés económico de las empresas», remata Prudencio Vega, que aún recuerda cómo los trajes de amianto frenaban las acometidas del hierro candente en los hornos.

Fuente: www.lne.es

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