El grave episodio ocurrió en el barrio de Barracas y obligó a evacuar a unos 300 vecinos y seis manzanas
Unos 90 operarios sufrieron “dificultades respiratorias” y 17 de ellos debieron ser internados para su atención médica a raíz de un escape de amoníaco en un frigorífico ubicado en el barrio porteño de Barracas. Se debieron cortar dos cuadras a la redonda como medida preventiva y se evacuaron 300 personas, informaron fuentes policiales y del Same.
“Hay 300 evacuados, entre ellos 45 asistidos y 17 trasladados a los hospitales de la Ciudad Penna, Ramos Mejía, Argerich y Durand”, dijeron fuentes del Same. El segundo jefe de la Brigada de Emergencias Especiales (BEE), Cristian Bello, señaló que “la zona está controlada y seguimos trabajando para vislumbrar distintas fugas que pueda haber porque estimamos que esa sobrepresión puede haber afectado otras partes de la instalación”.
El amoníaco es un tóxico de características industriales, muy utilizado en este tipo de instalaciones. “Si bien lo hacen de manera cuidada y tienen que pasar por controles y mantenimientos preventivos, suelen pasar este tipo de eventos por sobrepresión u otros causales”, precisó el experto. Bello subrayó que “la fuga de este lunes superó los umbrales ampliamente. No podemos medir el nivel de concentración en ese momento porque es altísima y pueden dañar los sensores electroquímicos, pero advertimos la magnitud por las nubes que forma el tóxico”.
En tanto, fuentes del Same indicaron que el personal sanitario brindó oxígeno a los afectados en las inmediaciones del Frigorífico Lafayette, ubicado en la calle Lafayette 1740 de Barracas. El Same asistió a 45 personas, de las cuales 17 —todos operarios— fueron trasladados a distintos centros asistenciales.
“No tenemos las causas, se está trabajando sobre uno de los compresores donde se veía gran cantidad del fluido gaseoso en expansión”, explicó Bello. Detalló que “en el sector de la sala de máquinas, en el sector de compresores se había escuchado un fuerte ruido”.
El frigorífico consta de subsuelo, planta baja y dos pisos superiores y, de acuerdo al personal de planta, en el subsuelo se escuchó una explosión, afectando en ese momento a nueve operarios. Hubo seis manzanas evacuadas, sin tránsito vehicular ni de transeúntes, y se trasladaron al lugar 25 ambulancias y ocho móviles de intervención rápida.
Los operarios evacuados podían verse en la intersección de Vélez Sarsfield y Osvaldo Cruz, mientras en el aire todavía se percibía un olor ácido. “Estábamos trabajando adentro de las cámaras y empezamos a sentir mucho olor, un olor muy fuerte y nos hicieron salir”, relató Nicolás, empleado del frigorífico. Agregó que “nunca había pasado un episodio así”.
Inicialmente el personal de Bomberos hizo un perímetro de 200 metros a la redonda como medida preventiva, mientras que dos operadores con trajes de protección se alistaban para las tareas de detección dentro del frigorífico. Debieron ingresar y detener el compresor. Se instaló una pileta de desintoxicación para el personal especializado.
Carlos Damín, jefe de Toxicología del Hospital Fernández, explicó que “el amoníaco es un cáustico (es decir, que quema y destruye tejidos orgánicos) por ingestión o inhalación, tanto de piel y mucosas, como del pulmón. El amoníaco puede ser extremadamente grave en concentraciones muy altas altas, incluso ser letal cuando está por encima de cinco mil partes por millón”, precisó el médico.