Un procedimiento realizado por personal del Sindicato de Ladrilleros descubrió a 55 obreros en condiciones infrahumas de trabajo: hacinamiento, prendas rotas y sucias, ambiente pestilente y trozos de carne colgados como si fuera ropa. Eran todos inmigrantes bolivianos, según indica el diario Crónica.
Asco. Puro asco. Eso da el “empleador” de unos 55 obreros, todos ellos inmigrantes de origen boliviano, que eran reducidos, prácticamente, al a esclavitud. El triste descubrimiento fue realizado tras un operativo de personal del Sindicato de Ladrilleros.
Los trabajadores cumplían funciones en un horno de la localidad bonaerense de Brandsen y, de los 55, 30 se encontraban junto a sus familias, prácticamente reducidos a la esclavitud.
¿En qué condiciones? Sin energía eléctrica, con jornadas laborales superiores a las 13 horas, con prendas rotas y sucias y en medio de un ambiente pestilente. Incluso, según informa el diario Crónica, los hombres y mujeres condenados a vivir de esta manera, cortaban trozos de carne y los colgaban como si fuera ropa. Claro, no había heladeras.