El 11 de octubre de 1946 entró en vigor, en Francia, la Ley relativa a la organización de la medicina del trabajo. En ella se especifica que la función de los médicos del trabajo es exclusivamente preventiva, y consiste en â??evitar toda alteración de la salud de los trabajadores a causa de su trabajo, vigilando para ello las condiciones higiénicas del trabajo, los riesgos de contagio y el estado de salud de sus trabajadoresâ??.
Aproximadamente 6.500 médicos del trabajo ejercen en Francia: el 9% en servicios médicos autónomos y el 91% restante en unos 400 servicios ajenos, gestionados por consejos de Administración, en los cuales puede haber una composición paritaria de empresarios y trabajadores, o bien, si está constituido exclusivamente por empresarios, debe existir una comisión de control, compuesta en 1/3 por empresarios y los 2/3 restantes por representantes de los trabajadores. Estos servicios ajenos son autorizados por la inspección de trabajo y dicha autorización debe renovarse cada 5 años.
El médico del trabajo es el único asalariado de la empresa independiente de la dirección en el desempeño de sus funciones. Es nombrado o despedido tras acuerdo del comité de empresa en caso de servicio autónomo o de la comisión de control en caso de servicio ajeno (tras la entrada en vigor de la nueva Ley de Modernización Social, en enero de 2002, para afianzar aún más la independencia de los médicos, se ha dado a los inspectores de trabajo la facultad de proteger a estos profesionales: no se puede despedir a un médico del trabajo en Francia sin contar con la autorización del Inspector de Trabajo).
A partir de 1979, dentro de las funciones de los médicos del trabajo se establece que 1/3 de su tiempo deben dedicarlo a estudiar los puestos y condiciones de trabajo de los asalariados, los otros 2/3 los dedican a la vigilancia de la salud de los trabajadores, con controles periódicos, iniciales y de retorno al trabajo tras ILT (Incapacidad Laboral Temporaria). Excepcionalmente pueden solicitar ver al trabajador cuando está de baja (pre-retorno), en caso de que se prevea la necesidad de un cambio de puesto. El control de ausentismo por motivos económicos no está permitido.
En Francia, los médicos del trabajo fueron los primeros en llamar la atención sobre la violencia y el sufrimiento que detectaban en los trabajadores; quizás, como contrapartida al sentimiento de culpabilidad que sintieron muchos médicos cuando estalló el escándalo del amianto. Se les reprochó y, sobre todo, se reprocharon no haber tenido la valentÃa de denunciar la patologÃa laboral que podÃa ocasionar el amianto. Aunque no son culpables, si hubieran hablado de lo que sospechaban, se podrÃan haber evitado muchas muertes. Por todo ello, en este momento, la medicina del trabajo está sufriendo en Francia un debate, cuyo objetivo fundamental es clarificar sus funciones y sobre todo afianzar la independencia profesional.
El médico del trabajo es una figura fundamental, si se quiere mejorar la siniestralidad laboral, implantar una cultura preventiva y hacer que se cumpla la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
Fuente: Noticia SRT – Viernes, 2 de julio de 2004 – Edición N° 1