Tras la muerte de un tercer operario en apenas dos semanas, la Unión de Obreros de la Construcción de la República Argentina (Uocra) se movilizó a la Dirección de Salud y Seguridad en el Trabajo provincial exigiendo que «se incrementen las acciones» y que «se de a conocer el nombre de los empresarios responsables».
Tras la muerte de un tercer operario en apenas dos semanas, la Unión de Obreros de la Construcción de la República Argentina (Uocra) se movilizó a la Dirección de Salud y Seguridad en el Trabajo provincial exigiendo que «se incrementen las acciones» y que «se de a conocer el nombre de los empresarios responsables». Así, acordaron con la viceministra de Trabajo, Nora Ramírez, realizar una mesa de trabajo conjunta para «reprogramar los operativos de control», además de incrementar el número de inspectores para la zona de Rosario. Desde la Superintendencia de Riesgos de Trabajo de la Nación hubo fuego cruzado con la provincia (ver aparte).
La movilización de los obreros se realizó desde la sede de la Uocra en Mitre y Cochabamba a poco más de 12 horas de que Juan Carlos Ramos, de 30 años, muriera al caer del techo de la Escuela Normal Nº 2 cuando estaba limpiando las hojas y ramas de los desagües del tinglado de chapa y fibra de vidrio.
La marcha se concentró en la puerta de la Dirección de Higiene y Seguridad del Ministerio de Trabajo de la provincia, en Pellegrini y Roca, donde se hizo sentir cortando una de las manos de la avenida.
«Pedimos más seguridad e inspectores y nos dieron una respuesta positiva», dijo el representante gremial Sixto Irrazábal luego del encuentro. El dirigente señaló que las autoridades «se comprometieron a doblar los esfuerzos y a poner más inspectores», y adelantó que «se trabajará en la diagramación de operativos conjuntos».
Además, hizo hincapié en hacer públicos los nombres de las empresas donde se encuentren irregularidades. «Se tienen que dar a conocer los nombres de los empresarios responsanbles, la sociedad tiene que conocerlos y condenarlos, porque eso es lo único que les importa. Las multas no les significan nada , porque las tienen incluidas en sus presupuestos», insistió el dirigente.
A la hora de las responsabilidades, la viceministra de Trabajo señaló que «cada uno tiene sus competencias y desde el ministerio no podemos exculparnos ni culparnos»; sin embargo, indicó que «el poder de policía lo tiene el ministerio y lo ejerce», y reconoció que la repartición trabaja con apenas 12 inspectores para las más de 400 obras que hay en la ciudad.
Por eso, señaló que al cuerpo de 12 inspectores se sumarán en las próximas semanas más agentes de otras zonas de la provincia y adelantó que «se abrirá en poco tiempo la convocatoria y el concurso para sumar 25 inspectores en toda la provincia, la mayoría de los cuales serán para Rosario».
Controles. Ramírez puntualizó que en lo que va del año se llevaron adelante 1.215 actuaciones, de las cuales 717 fueron puntualmente en construcciones. Y agregó que del total de 125 suspensiones, el 93 por ciento fueron en obras.
«Con esto podemos decir que se está trabajando y mucho en el ejercicio del poder de policía que tiene el Ministerio de Trabajo», señaló y agregó que «hay un compromiso real, la suspensiones se hacen y terminan en sumarios y en multas. Pero lo que queremos no es recaudar, sino preservar la vida de los trabajadores».
Por Eugenia Langone / La Capital
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