El teniente Isidro Alvarado falleció cuando intentaba, junto a otros dos compañeros, controlar un derrame de cloro gaseoso.
San Lorenzo, Valle, Honduras
Un oficial del Cuerpo de Bomberos perdió la vida en el cumplimiento del deber.
El teniente Isidro Arnoldo Alvarado (46) murió por una intoxicación provocada por la fuga de gas de un cilindro que se encontraba en un negocio adonde se dedican a la compra y venta de chatarra, ubicado en el barrio Mongollano.
El hecho fue a eso de las 12:50 am de ayer, después de que se reportó que en el negocio había malos olores, por lo que el teniente Alvarado, el sargento Raúl Enrique Hernández y el bombero Nilson Obed Borjas fueron al lugar, con tan mala suerte que les ocurrió la tragedia. El mayor Marco Antonio Artica, jefe de operaciones del Cuerpo de Bomberos, se desplazó a San Lorenzo y explicó que Alvarado era el comandante de la estación de San Lorenzo.
Aseguró que en esa estación recibieron la llamada de la fuga de gas, por lo que se desplazaron al lugar y evacuaron a las personas aproximadamente a 200 metros a la redonda, para evitar que la tragedia fuera mayor.
“El mayor problema se originó porque al manipular la válvula esta se desprendió y se originó el derrame de gas tóxico, lo que les provocó malestares en las vías respiratorias y en la vía cutánea a las personas que atendían la emergencia”, reiteró Artica. Raúl Enrique y Obed Borjas resultaron levemente afectados y son atendidos en el hospital de San Lorenzo, al igual que el dueño de la chatarrera y uno de sus hijos, que estaban en el lugar.
“El estado de salud del dueño del negocio, del cual no se proporcionó el nombre, es de pronóstico reservado”, afirmó. Wilfredo Hernández, comandante de los Bomberos de Choluteca, comentó que el chimbo de gas lo habían comprado con el fin de utilizar el hierro para venderlo y que trataban de romperlo con una pulidora para sacarle el líquido.
Para evitar que el chimbo siguiera emanando gases, determinaron introducirlo a una letrina, pero aun así continuaba el derrame del cloro gaseoso.
La explosión
Los bomberos, quienes utilizaban el equipo adecuado para ese tipo de tareas, determinaron que llevarían el cilindro al crematorio municipal.
Cuando intentaron sacar el chimbo de la letrina, este explotó y derramó el líquido en la zona, el que fue inhalado por los socorristas y por el dueño de la chatarrera. En ese momento, el comandante de los bomberos salió en su carro para trasladarse al hospital y que le dieran atención medica, pero falleció en el interior del carro ambulancia que conducía, antes de llegar al centro asistencial.
Hernández manifestó que Alvarado padecía de asma, por lo que la inhalación del gas le provocó la muerte más rápido. Raúl Hernández relató que todo sucedió en cuestión de segundos.
“Nosotros fuimos los primeros que llegamos a inspeccionar el lugar y sentimos el fuerte olor que nos quemó los ojos y nos quitó la respiración por un momento”, dijo.