La explosión ocurrió en un edificio donde funciona una fábrica clandestina de fuegos artificiales, contigua a varias casas, en el barrio de Vila Alzira, en Santo Andrés, en San Pablo.
El diario O Globo informó que, si bien el cuerpo de bomberos local confirmó hasta el momento tres muertes y al menos 30 heridos, la Prefectura de Santo André habla de alrededor de 11 fallecidos.
Al menos cuatro casas fueron completamente destruidas y una proporción del barrio fue intervenido por Defensa Civil.
Según el diario brasileño, el fuego amenaza los alrededores y los productos de pirotecnia causan explosiones continuas.
Las víctimas son trasladadas al Hospital Municipal.
En el lugar trabajan 12 dotaciones del cuerpo de bomberos local, 35 efectivos de Defensa Civil y alrededor de 70 guardias municipales.