El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha decidido cortar los tradicionales beneficios comerciales que facilitaba su país a Bangladesh en una respuesta básicamente simbólica a la situación en la industria textil del país del sureste asiático, en la que el año pasado murieron más de 1.200 personas.
La decisión estadounidense no afecta directamente a las exportaciones multimillonarias de prendas de Bangladesh, dado que no tienen derecho a los recortes de aranceles estadounidenses. Pero podría llevar a la Unión Europea a tomar medidas similares, y eso sí tendría un impacto mayor, ya que Bangladesh exporta textiles y vestimenta a la UE libre de impuestos.
«He decidido que es adecuado suspender (a) Bangladesh (…) porque no está dando pasos para permitir derechos de los trabajadores reconocidos internacionalmente a los trabajadores en el país», dijo Obama en un comunicado.
El Gobierno bangladeshí dijo que no espera que esta decisión tenga un impacto empresarial inmediato, pero que sí teme que pueda perjudicar las inversiones estadounidenses en el país con el tiempo.
«Estamos tratando de actualizar desesperadamente la situación de nuestras fábricas textiles y esperamos (tener) asistencia, no acciones punitivas», dijo H.T.Imam, asesor gubernamental de la primera ministra Hasina.
Sus instalaciones recibieron la atención mundial después de que en abril se hundiera el edificio Rana Plaza que albergaba distintas factorías, causando la muerte de 1.132 personas, y del incendio en noviembre del año pasado de la factoría Tazreen, en el que murieron 112 personas.
«Esta no ha sido una decisión tomada a la ligera», dijo a la prensa el representante comercial estadounidense, Michael Froman. «Nuestro objetivo, por supuesto, es no solo ver que Bangladesh restaure su idonedad para los beneficios (comerciales), sino ver a los trabajadores bangladeshíes en situaciones laborales seguras y apropiadas».