De acuerdo a las últimas cifras relevadas por la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (ART), durante 2010 hubo en la provincia de Santa Fe 354 accidentes laborales graves; de los cuales 108 tuvieron lugar en la zona centro norte, al igual que 15 casos fatales. Por otra parte, desde el 1 de enero de 2011 hasta ayer, los registros denotan un total de 125 siniestros laborales. Para sorpresa de muchos, el rubro que genera mayor accidentabilidad en Santa Fe es el agro, seguido por la industria y, en tercer lugar, por la construcción.
Los datos estadísticos acerca de accidentes laborales son en general, en el país, muy abarcativos. La entidad que concentra la mayor cantidad de información, procedente de los casos denunciados por las Aseguradoras de Riesgo de Trabajo (ART), es la Superintendencia de Riesgos del Trabajo de la Nación. Allí se incluyen desde lesiones leves (hay miles), hasta siniestros viales de camino o salida del lugar trabajo y episodios de inseguridad en ese trayecto también.
En cuanto al tratamiento de la seguridad en el trabajo, hay que destacar que Santa Fe –por ley 12.913– es la única del país que cuenta con Comités de Salud y Seguridad en el Trabajo, órganos paritarios encargados de velar por la salud y seguridad laboral en empresas con más de 50 empleados, y delegados de Prevención para empresas con menos de esa cantidad de trabajadores.
Ese es el ámbito por excelencia donde los trabajadores pueden ejercer su derecho a la defensa de la salud en ocasión del trabajo. Hoy, a dos años de la creación de los comités, más de 100 mil empleados están representados en los mismos y 900 empresas con delegados o comités.
En diálogo con Diario UNO, Luis Vaschuk, coordinador de Salud y Seguridad en el Trabajo de la zona centro norte (Santa Fe), explicó que “hace cuatro años, en la cabeza del ranking de accidentabilidad se encontraba la construcción; allí se registraba una enorme cantidad de accidentes y muchos de ellos mortales”.
Y continuó: “Desde el inicio de la gestión se apuntó a reducir ese nivel de accidentología, con inspecciones muy fuertes a partir de fines de 2008. Ahí bajaron las cifras. Lo que ocurrió, simultáneamente, fue el desarrollo agropecuario en estos años también, lo cual produjo más accidentes en ese rubro, a diferencia de años anteriores. Hoy los tres rubros que tienen más accidentes son el agro, la industria y la construcción. Con la industria pasó lo mismo que con el agro, hubo mayor crecimiento y más accidentes”.
Diferencias
“Hay que tener en cuenta que, del total de los accidentes laborales graves y mortales registrados en la provincia, alrededor de un 20 por ciento responde a accidentes in itínere. Son aquellos que sufre el trabajador yendo de su casa al trabajo o viceversa. En general, se trata de accidentes de tránsito más que laborales en sí”, resaltó Vaschuk.
A estos siniestros se suman los ocurridos en el mismo trayecto pero relacionados con la inseguridad y los viales que constituyen el empleo en sí de miles de ciudadanos (camiones, colectivos y otros medios).
En 2009
De acuerdo al último informe sobre Accidentabilidad Laboral en la Argentina, desde una Perspectiva de Género y Actividad Económica –elaborado por la Superintendencia de Riesgos del Trabajo y publicado en marzo pasado y correspondiente a 2009– los varones de las provincias de Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires, y Mendoza, registran la accidentabilidad laboral más alta.
En Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires la mayor accidentabilidad se concentra en cría de ganado bovino, producción de leche en tambos e invernada de ganado bovino; en el sector manufacturero, la fabricación y reparación de maquinaria y equipo para la agricultura y la ganadería; fabricación de piezas, repuestos y accesorios automotores, excepto cámaras y cubiertas y la actividad vinculada a mataderos y frigoríficos.
Al analizar el índice de incidencia de hombres y mujeres en las diferentes provincias argentinas, se destaca la accidentabilidad de las mujeres en provincias como Mendoza, Río Negro, Neuquén, y el índice de los hombres en las provincias de Santa Fe, Mendoza y Córdoba.
Por su parte, los trabajadores varones de las provincias de Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires y Mendoza, registran la accidentabilidad laboral más alta: 92, 91, 90 y 90 accidentes de trabajo por mil empleados registrados respectivamente, todas por encima del promedio de las 77 por mil que registra la población masculina a nivel nacional.
Si se considera además la actividad económica, en las cuatro provincias mencionadas se destaca la accidentabilidad en los sectores de la construcción, la manufactura, y agricultura, ganadería y pesca.
Cuando el análisis de los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales se realiza observando las diferencias por provincias, se ve con claridad cómo se configuran perfiles de riesgos en torno a las explotaciones regionales.
Es el caso de la vid y su manufactura en Mendoza, o de la industria ganadera y su manufactura en Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires, distinguiéndose esta última además por la actividad pesquera.
Por otro lado, al analizarlo por género se pone de manifiesto la accidentabilidad laboral que de otra manera hubiera permanecido velada: es el caso de la elevada incidencia de las mujeres en la fruticultura.
Si a esto se añade además el análisis por género, se encuentra con la ocupación de mujeres en actividades riesgosas como el agro. Aun cuando a priori no son esperable índices de incidencia elevados en la población femenina en actividades como la agricultura, ocurre que en provincias en donde la explotación agrícola está vinculada con la producción de frutas (Mendoza con la vid, o la producción de legumbres y hortalizas, o Río Negro con la producción de manzanas y peras), la incidencia en las mujeres cobra relevancia y explica una parte importante de los accidentes laborales.
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