Dos obreros de Venado sufrieron una descarga eléctrica de 13 mil voltios

Cables peligrosos. A 24 horas del trágico derrumbe en Funes otra vez la fatalidad en una obra en construcción.
Manipulaban una chapa que tomó contacto con cables de alta tensión. Recibieron graves quemaduras.

Venado Tuerto. A menos de 24 horas de ocurrido un derrumbe en una estación de servicios de Funes, con el lamentable saldo de un operario muerto y tres heridos, otra vez la fatalidad tocó a la puerta del sector de la construcción. Esta vez en Venado Tuerto, donde dos obreros recibieron una descarga de 13 mil voltios cuando maniobraban con una chapa sobre un andamio y, aparentemente, ésta tomó contacto con cables de alta tensión.

Los infortunados trabajadores fueron trasladados al Centro del Quemado del Sanatorio Británico de Rosario y pese a que se encontraban compensados al momento del traslado, el estado era de suma gravedad. El hecho se registró a media mañana de ayer en la intersección de las calles Santa Fe y Aufranc, donde se levanta un templo evangélico.

Los heridos fueron trasladados por los Bomberos Voluntarios al hospital Alejandro Gutiérrez y de allí fueron derivados a Rosario como consecuencia del grave estado en el que se encontraban.

Varios eran los operarios que estaban colocando el techo del templo, aunque los damnificados fueron dos. El que manipulaba la chapa y la acercó hasta los cables de alta tensión y uno que estaba al lado. Un tercero sufrió heridas, pero no por la descarga sino por la caída desde el andamio, aunque no reviste gravedad alguna.

Los pesquisas están investigando si los operarios tocaron los cables con una chapa y eso produjo el accidente, o si en el lugar había un cable que hizo contacto y descargó la energía a través de la chapa. No descartan tampoco que los operarios ni siquiera hayan tocado los cables y, en cambio, el contacto se haya producido con el arco voltaico, es decir a pocos centímetros del cableado de alta tensión.

Todo está sujeto a investigación aunque ésta última hipótesis es la que manejan los bomberos venadenses. Otros dos que estaban en la superficie no recibieron ningún tipo de heridas aunque observaron atónitos cómo sus compañeros sufrían la poderosa descarga eléctrica. En rigor llevó varios minutos rescatar los cuerpos de los desafortunados obreros, aunque el denodado esfuerzo de los bomberos culminó exitosamente.

Uno de los muchachos, Raúl Rivero (27), «tenía graves quemaduras en más de la mitad del cuerpo cuando ingresó al hospital, aunque se logró estabilizarlo. Se le colocaron dos vías de hidratación y los médicos de cirugía debieron hacerle otra vía central», explicó la médica de guardia del nosocomio provincial, Margarita Stortini.

La facultativa comentó que «en estos casos lo grave son las heridas internas que provoca la descarga en la parte de nervios y de tejidos. En general no se ven grandes ampollas por fuera ni nada de eso, pero lo más importante es la gran precipitación de proteínas por el daño que produce».

Rivero fue el operario que recibió la peor parte y por eso fue derivado en primer lugar a Rosario tras recibir las atenciones primarias en el hospital Gutiérrez. Su estado era de gravedad y fue trasladado en compañía de un médico.

Horas más tarde fue derivado el segundo herido, David Forglas (27), quien también recibió quemaduras de consideración, aunque en menor escala. «Desde Venado Tuerto salieron estabilizados pero no están fuera de peligro», explicó la profesional médica.

Cuadro dantesco
Los operarios de la empresa constructora Mercon no salían de su asombro ante el cuadro dantesco que se presentaba ante sus ojos. Es que la descarga sufrida por los dos trabajadores se notó rápidamente en el cuerpo de los accidentados. Uno de ellos tenía grandes quemaduras en todo el cuerpo y su piel estaba literalmente «negra».

La descarga eléctrica se extendió por todo el cuerpo a diferencia del segundo operario que estaba de rodillas trabajando. «En este caso se puede decir que la descarga llegó hasta las rodillas ya que en ese lugar estaba el orificio de salida de la corriente eléctrica», explicó un testigo.

Carlos Walter Barbarich / La Capital

Fuente: Diario La Capital

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