La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda unos límites máximos de exposición al ruido ambiental de 50 decibelios (dB) y considera al sonómetro como la técnica de medición del ruido idónea, aunque son las administraciones municipales los organismos responsables de regular y establecer los métodos de control del ruido en la calle y los límites de exposición. Pero no siempre existen regulaciones autonómicas o estatales comunes, lo que sí sucede en el ámbito laboral. Los grupos de consumidores realizan con asiduidad estudios en distintas áreas de la comunidad y después remiten a las autoridades sus resultados y recomendaciones.
El último, elaborado Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha evaluado el ruido procedente del exterior que «soportan» diez centros públicos de educación infantil y primaria de Madrid y Barcelona, y en siete de los diez colegios se superaban los límites marcados por las ordenanzas municipales, concluye. La OCU señala que realizó un modelo acústico siguiendo las recomendaciones de la Comisión Europea para la evaluación y gestión medioambiental.
«Las mediciones se realizaron en horario lectivo durante abril y mayo. En los puntos más ruidosos de los diez colegios seleccionados, el valor medio obtenido en fachada oscilaba entre los 53 y los 76 decibelios (dB). En dos colegios se superaban los límites marcados en las ordenanzas municipales, pero hay cinco centros inmersos en un ambiente sonoro en el que de media hay 70 dB.
A juicio de la OMS, este nivel de ruido, si se soporta de forma continua en el tiempo, puede provocar pérdidas de audición».
El estudio de la OCU subraya que los niveles menos aceptables se encontraron en el interior de las aulas sometidas al ruido del tráfico intenso.
Fuente de los datos: Correofarmaceutico.com