Comisión investigación concluye que accidente viaducto A-7 no era previsible

La comisión de investigación del desplome, en noviembre de 2005, de una parte de la estructura del viaducto de la A-7 a su paso por la localidad granadina de Almuñécar, en el que murieron seis trabajadores, concluye que el accidente ‘no era previsible’, dijo hoy el secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán.

Según explicó Morlán en su comparecencia en la Comisión de Fomento y Vivienda del congreso, la caída de la estructura se produjo por la rotura de una pieza (el marco trasero de la batería izquierda).

La investigación apunta a distintas causas, una de las cuales es que alguna soldadura estuviera debilitada por el uso anterior de la cimbra o que alguna tuerca pudiera haberse aflojado en los sucesivos ciclos de la obra.

Según Morlán, la investigación se hizo de forma exhaustiva, lo que muestran los 23 tomos y 5.500 páginas de documentación sobre el accidente, aportados por dos estudios que se realizaron en paralelo, por los técnicos de Fomento y los peritos judiciales.

Ambos señalan ‘de forma unánime’ que la causa del desplome fue la ‘rotura del marco trasero de la batería izquierda’ y sólo aportan las diferentes versiones con respecto a las causas de la rotura de dicha pieza.

La investigación se realizó en tres ámbitos diferentes: los trabajos de campo, los ensayos en laboratorio y los trabajos de cálculos estructurales.

Además de estos dos dictámenes, la Inspección de Trabajo también estudió las causas del siniestro y resolvió que la obra contaba con el preceptivo plan de seguridad.

Aparte de las conclusiones de la investigación, el informe de Fomento elabora distintas medidas para este tipo de obras que se aplican desde el pasado año y tienen por objetivo evitar que se produzcan más accidentes en el futuro.

Asimismo, el secretario de Estado hizo hincapié en la rápida reacción de Fomento tras el accidente, con la puesta en marcha de una investigación interna de forma inmediata, además de ponerse a disposición del juez instructor del caso y no regatear medios para investigar lo ocurrido.

El accidente se produjo en la tarde del 7 de noviembre de 2005 y en él murieron cinco trabajadores portugueses y uno español, y otros tres resultaron heridos, tras el desplome de parte de la estructura del viaducto que estaban construyendo en la A-7 a su paso por la localidad granadina de Almuñécar.

La obra había sido adjudicada a la Unión Temporal de Empresas (UTE) La Herradura – formada por Azvi, Obras Subterráneas y Ploder – que subcontrató parte de los trabajos a la gallega especializada en viaductos Estructuras y Montajes de Prefabricados, que, a su vez, delegó parte en la portuguesa Douro Montemuro.

Fuente: http://actualidad.terra.es

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