SEGURIDAD ELECTRICA, EL ESTADO DERECHO Y LAS ESTADISTICAS

En oportunidad de la última Conexpo en Córdoba se volvió sobre la temática de las seguridad en las instalaciones eléctricas, pues muchos entendemos la necesidad de insistir e insistir en que se cumplan las leyes y las Normas, cuestión nunca resuelta al menos en una gran mayoría de este nuestro país Federal.

Porque digo Federal, porque el camino para iniciar el tema de la seguridad en las instalaciones eléctricas (del medidor de energía «aguas abajo») hace suponer que debemos andar y andar los vericuetos de cada Municipio de Argentina pues las autonomías ejercen el denominado poder de policía y habilitación de las instalaciones eléctricas de exclusiva incumbencia Municipal. Esto resume sin tecnicismos el sistema administrativo para cumplir y hacer cumplir las leyes por medio de las autoridades de aplicación.

No es la Argentina el mejor ejemplo de aplicación de las leyes del estado, y la historia nos dice que se ha tenido que gestionar y gestionar iniciativas en el poder legislativo de los consejos deliberantes municipales pues entendimos que somos los ciudadanos los que debemos proponer y exigir que se cumplan las leyes, liberando a nuestros representantes de esa obligación, situación que me parece totalmente impresentable.

Pero el lector dirá ¿a que estado de derecho nos referimos? cuando hablamos de un sistema de instalaciones eléctricas sin reglas, normas ni responsabilidades, donde las autoridades de aplicación no se consideran involucradas y hasta alegan no conocer o no saber de que se está hablando pues dicen que son «temas técnicos» cuando todos vemos las consecuencias nefastas y pavorosas que el «no hacer» a originado en nuestra población.

Es necesario explicar ¿hace falta alguna estadística para cumplir estas elementales razones, entre muchas otras…? En Argentina a ¿quien podemos recurrir para que acepte estas explicaciones? Y que hicimos los ciudadanos: numerosas veces partimos con la propuesta «para que se cumpla la ley» a llevar propuestas y vaya si lo hemos hecho. ¿Y a quien?, claro, a los concejales y de allí a los bomberos ¡ellos sí saben que pasa!

Y conseguimos documentación estadística de cortocircuitos, electrocutados, incendios; y con este material «estadístico» fuimos a la autoridad esperanzados en que entenderá lo que proponemos y seremos reconocidos en nuestra acción republicana.

Eso lo hemos hecho años y años, ¿y que paso?: nada. No se pudo resolver pues las mayorías o las minorías no acordaron, no trataron o no encontraron la forma de resolver la propuesta y allí quedo en una pila de material descartable. El estado de derecho ¿es una acción o una elección?, las leyes ¿son obligaciones u opciones?; estas preguntas y sus respuestas son importantes, pues los ciudadanos debemos saber a la hora de participar si nuestras propuestas de cumplimiento de leyes serán no solo escuchadas, y lo que más importa si serán respetadas.

Pero volvamos a la famosa «estadística» que me parece, merece una reflexión especial, pues es un material muy solicitado a la hora de estas presentaciones de cumplimiento de leyes en instalaciones eléctricas. ¿Porque es tan importante la estadística? Para verlo de otro punto de vista: ¿Se piden acaso estadísticas de muertos, heridos o enfermos para controlar la fabricación de remedios o alimentos?: No.
Porque se entiende que el control en esos casos es absoluto para garantizar la seguridad pública. Podríamos seguir pero no perdamos tiempo en esto, vamos a lo que importa ¿es posible que alguien pide una estadística para justificar que se cumpla una ley o un conjunto de leyes para garantizar la seguridad pública de las instalaciones eléctricas? ¿Existen ejemplos positivos de generación de leyes y garantía de su cumplimiento? Si, lo establecido en España desde hace décadas (extracto de lo publicado en Internet).

Explica que toda España existe un sistema estatal que impone un reglamento de instalaciones eléctricas. Menciona el anterior Reglamento electrotécnico aprobado en 1973 y la necesidad de avance en materia de reglas técnicas e instrucciones complementarias. Menciona que «los reglamentos de seguridad de ámbito estatal se aprobarán por el Gobierno de la Nación, sin perjuicio de que las Comunidades Autónomas, con competencia legislativa puedan introducir requisitos adicionales sobre las mismas materias cuando se trate de instalaciones radicadas en su territorio».

El Reglamento que se aprueba mediante Real Decreto.
El Reglamento remite a normas, en la medida que se trate de prescripciones de carácter eminentemente técnico y, especialmente, características de los materiales. Dado que dichas normas proceden en su mayor parte de las normas europeas EN e internacionales CEI, se consigue rápidamente disponer de soluciones técnicas en sintonía con lo aplicado en los países más avanzados y que reflejan un alto grado de consenso en el sector.

Se definen las figuras de los instaladores y empresas autorizadas, teniendo en cuenta las distintas formaciones docentes y experiencias obtenidas en este campo. Se establece una categoría básica, para la realización de las instalaciones eléctricas más comunes, y una categoría especialista, con varias modalidades, atendiendo a las instalaciones que presentan peculiaridades relevantes.
Se establece un cuadro de inspecciones por organismos de control, en el caso de instalaciones cuya seguridad ofrece particular relevancia, sin obviar que los titulares de las mismas deben mantenerlas en buen estado.

Se encarga al centro directivo competente en materia de seguridad industrial del Ministerio de Ciencia y Tecnología la elaboración de una guía, como ayuda a los distintos agentes afectados para la mejor comprensión de las prescripciones reglamentarias. Se aprueba el Reglamento electrotécnico para baja tensión y sus instrucciones técnicas complementarias por Real Decreto. El Reglamento electrotécnico para baja tensión, adjunto al presente Real Decreto, entrará en vigor, con carácter obligatorio, para todas las instalaciones contempladas en su ámbito de aplicación, al año de su publicación en el «Boletín Oficial del Estado».

Es decir en apretada síntesis: En España es un sistema nacional, se aprueba por Real Decreto, remite a normas, establece figuras de instaladores, crea mecanismos de inspección y crea boletines oficiales de interpretación. En ningún momento justifica su acción por estadísticas. Y hablando de estadísticas, es sabido que las instalaciones eléctricas ineficientes, además de ser peligrosas, consumen más energía que las normalizadas y también sabemos que la energía es un bien que debemos preservar (sobre todo en Argentina) y que también hay leyes que establecen la necesidad de hacerlo, leyes que deberían ser motivo de preocupación de «los que nos piden estadísticas». La experiencia en Argentina dice que, «mientras todo funcione», nadie se preocupa de la seguridad eléctrica ni de la eficiencia energética.

Con referencia a los ciudadanos y la administración la posición ha variado. Antes de Cromañon todo transitaba por vericuetos administrativos y la medida de una instalación era el precio que incluía «la gestión» municipal. Después de Cromañon todo se complico y ahora «la gestión» exige lo que antes eran las mismas exigencias evidenciándose que entes no se cumplían las leyes y ahora se dice que si.
La pregunta es ¿qué cambió después de Cromañon?; que tenemos más respeto o que tenemos más miedo. La respuesta se dilucidara en próximo incendio, pues si se dice que fue un lamentable cortocircuito todos sabemos que el sistema es el mismo.

Rubén Roberto Levy (buscapolocordoba@hotmail.com) – Desde Córdoba
Ingeniero Electricista Electrónico

Fuente: Boletín EAS 80 – Electricidad, Alarmas y Seguridad
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Difunden un demoledor informe contra la NASA

LO ELABORARON SIETE MIEMBROS DE UN GRUPO DE CONTROL
Critican la falta de liderazgo y la acusan de eludir las medidas de seguridad.

La NASA pasó por alto mejoras de seguridad para cumplir con plazos poco realistas de lanzamiento del transbordador espacial Discovery, sostuvieron ayer, tras los contratiempos sufridos por la última misión espacial, siete de los 26 miembros de un gremio de control independiente en un demoledor informe sobre la agencia espacial estadounidense NASA.

Para la NASA, el calendario sigue siendo más importante que la seguridad y la agencia espacial norteamericana no ha aprendido de sus errores, señala el informe final publicado ayer, en una sección que ya fue bautizada «El informe de los Siete».

Se trata de un grupo de expertos que integran un ex astronauta, un ex subsecretario de Marina, un ex director de la oficina de Presupuestos del Congreso, un ex ingeniero en cohetería, un ingeniero nuclear retirado y dos profesores universitarios.

La cúpula de la NASA debe romper definitivamente, según los siete expertos, el círculo vicioso en el que «la vanidad sustituye al conocimiento experto. Jefes autoritarios y petulantes afectaron decisiones cruciales y errores de gestión y falta de responsabilidad han costado tiempo y dine ro», señala el duro informe.

Las deficiencias de liderazgo fueron la causa de que el regreso del transbordador al espacio resultara más complicado, más caro y más prolongado de lo que debió ser. «Esperábamos que la conducción de la NASA impusiera patrones de trabajo rigurosos después de la tragedia del Columbia. En general, estamos decepcionados», señala el fragmento de diecinueve páginas del grupo minoritario del organismo de control de la agencia espacial.

Por el contrario, el grupo mayoritario del órgano independiente de control indica en su informe final, de 216 páginas, que la NASA ha modificado a pasos agigantados las condiciones que en febrero de 2003 condujeron al accidente mortal del «Columbia».

Esta mayoría señala también como inevitable la caída de trozos de espuma aislante que tuvo lugar en el lanzamiento del «Discovery» e indica que en el espacio se pueden hallar y posiblemente reparar daños.

El grupo minoritario, sin embargo, considera que la NASA no cumplió con las tres obligaciones más importantes de una lista de 15 antes del lanzamiento del «Discovery». Critica que la NASA retrasase en total en veintitrés ocasiones la fecha de despegue para los transbordadores, provocando una presión innecesaria sobre los grupos de trabajo.

Este grupo independiente de expertos se creó tras el accidente del «Columbia» en 2003, que costó la vida a sus siete los tripulantes. El «Discovery», también con siete astronautas a bordo, regresó el martes de la semana pasada a la Tierra tras una misión en el espacio que se alargó más allá de lo previsto. El transbordador no pudo aterrizar en la estación espacial estadounidense de Cabo Cañaveral, sino que tuvo que hacerlo en California.

El retorno del «Discovery» desde el Estado de California al Kennedy Space Centre de Florida tendrá lugar sobre un avión Boeing 747 modificado. Ya se ha retrasado porque el acople de la nave a su «medio de transporte» llevó más tiempo de lo previsto. La NASA señaló el miércoles que el vuelo desde la Base de la Fuerza Aérea Edwards no saldrá antes de la mañana del viernes.

Quién sabe si bajo la influencia del informe o no, y quién sabe también bajó cual de las dos opiniones, la crítica o la complaciente, la NASA decidió ayer aplazar al menos hasta marzo de 2006 el lanzamiento del próximo transbordador espacial, según una nota entregada ayer por la agencia a la prensa. Al margen de las críticas y los elogios, los ingenieros siguen intentando comprender por qué un pedazo de aislante se desprendió del Discovery el pasado 26 de julio.

Fuente: Diario Clarín

Ya sancionaron a 117 hoteles familiares por fallas de seguridad

Los motivos principales fueron problemas en los sistemas contra incendio y falta de certificados de habilitación. Les aplican multas de hasta 20.000 pesos y les impiden recibir nuevos inquilinos.

Luego de la tragedia de Cromañón, el Gobierno de la Ciudad comenzó a ponerse al día con las inspecciones a edificios de uso público. Además de los controles a boliches y geriátricos, otro rubro quedó bajo la lupa: los hoteles familiares. En lo que va del año, la Comuna clausuró 117 establecimientos, de los cuales 51 siguen «apercibidos», todos por diferentes fallas en las medidas de seguridad.

Así lo informó la Secretaría de Seguridad. Sobre los 1.320 hoteles de pasajeros que hay en Capital (funcionan tipo pensión, para un público de bajos recursos), ya se revisaron más de mil, el 76% del padrón. De ellos, 117 sufrieron una clausura administrativa: no pueden recibir nuevos inquilinos hasta que no corrijan los problemas que se les detectaron.

Este «punto intermedio» antes de la clausura total se toma para no dejar en la calle a los habitantes del hotel. En esta situación aún se encuentran 51 establecimientos, ya que el resto solucionó sus falencias. De todas formas, en todos los casos los hoteles sufrieron multas de 100 a 20.000 pesos, según la falta.

¿Qué fallas les encontraron? Entre las más repetidas y graves se detectó que carecían de certificado de tratamiento ignífugo, libretas sanitarias, matafuegos, planos de habilitación, luces y señales de salidas de emergencia y otros requisitos de seguridad. Pero no se registraron situaciones de hacinamiento, incluso había hoteles que tenían piezas vacías. Se calcula que unas 75.000 personas viven en estos establecimientos.

Los hoteles en falta tienen entre 3 y 45 días para solucionar los problemas. Si no lo hicieran, sí serían desalojados. En ese caso, y según comentaron en la Secretaría de Desarrollo Social, a las familias que viven en esos establecimientos el Gobierno les da un subsidio de $ 15.000 o bien les permite acceder a un crédito hipotecario de hasta $ 60.000.

El secretario de Seguridad, Diego Gorgal, explicó: «Hay ciertos rubros que consideramos críticos y sobre los que concentramos el 80% de nuestro trabajo. Se trata de los boliches, estaciones de servicio, geriátricos, fábricas, colegios, shoppings, cines, sanatorios y hoteles de pasajeros. La idea es que a estos establecimientos los visitemos al menos una vez por año. Con los hoteles vamos a conseguirlo». Por otro lado, la Comuna revisó, entre enero y julio, el 98% de los colegios privados (son 985) y el 47% de las estaciones de servicio (hay 438), entre otros establecimientos.

En el Gobierno explicaron que la normativa vigente obliga a los hoteles familiares a tener un matafuegos cada 200 metros cuadrados, salidas de emergencia con señales y luces, y tratamiento ignífugo en todos los revestimientos de madera, cortinas y cielorrasos acústicos. Además, no puede haber cables expuestos, y el máximo de capacidad por habitación es seis personas.

Para los especialistas, los hoteles también son un punto crítico. Raúl Martínez, gerente de la Cámara Argentina de Seguridad, afirmó: «Lo importante es que estos edificios, así como los geriátricos o sanatorios, tengan un sistema integral de prevención. Hoy, por ejemplo, casi ninguno cuenta con detectores de humo, los que permitirían combatir un fuego en la etapa temprana. A eso hay que sumarle los métodos de extinción, como los matafuegos, y que el personal esté capacitado para guiar a la gente en una eventual evacuación. No alcanza con poner carteles con las señales de emergencia, porque un hotel es un lugar con gente en tránsito, que no siempre conoce el edificio y no sabe cómo actuar en una emergencia».

Desde la Cámara insisten con que se aprueben una serie de modificaciones al Código de Edificación, que hace más de 20 años no se actualiza. Esos cambios fueron propuestos por ellos y otros especialistas de universidades y los Bomberos. El Gobierno también quiere que el proyecto prospere. Sin embargo, hace poco que ingresó en la Legislatura porteña y aún no se sabe cuándo podría ser sancionado.

Los hoteles también significaron un dolor de cabeza político. El año pasado, el polémico juez Roberto Gallardo (el mismo que clausuró La Rural) embargó al Gobierno porteño con $ 3 millones y hasta ordenó que se le descontara parte del sueldo al jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, y otros funcionarios para que reubicarán a 350 personas que vivían en hoteles a los que consideró «indignos» por sus pésimas condiciones de habitabilidad. Según Sergio Beros, subsecretario de Gestión Social y Comunitaria, «la situación quedó solucionada porque esas familias recibieron el subsidio de 15.000 pesos o el crédito hipotecario, según el caso». Desde hace seis meses, el Gobierno dejó de utilizar los hoteles para ubicar a la gente con problemas de vivienda. Ahora, en parte para evitar problemas, pasó al sistema de entrega directa de dinero.

Dos accidentes este año

El tema de los hoteles es un punto sensible para el Gobierno. Es que hay antecedentes dolorosos: por ejemplo, el domingo 1º de agosto, una explosión en un establecimiento de Olleros al 3100, en Colegiales, terminó con un hombre y una mujer internados en el Instituto del Quemado. Según las pericias, el accidente se habría producido por una pérdida en un garrafa de gas.

Pero el hecho más trágico de los últimos tiempos ocurrió el 26 de mayo. Un nene de cinco años murió al incendiarse el hotel Toledo, en Pavón 1679, Constitución. El chico vivía allí con sus padres y su hermanita de un año.

El incendio comenzó cerca de las 19.30. Se cree que una estufa explotó o entró en cortocircuito. El chico se encontraba sólo en la pieza, porque su madre había subido a la terraza a colgar ropa.

Para denunciar

La Comuna acaba de lanzar una campaña para que los vecinos cumplan y hagan cumplir las leyes. La gente puede plantear denuncias en el 0800-999-2727 o en un apartado de la página www.buenosaires.gov.ar
Pablo Novillo.
pnovillo@clarin.com

Fuente: Diario Clarín

Se metió en un horno a 284° C y batió el récord mundial

Estuvo 20 minutos y entró en el libro Guinness. Se llama Antonio, es rosarino e hincha de Newell´s, y asegura que no es «pecho frío».

Un rosarino que se dedica a la construcción y a la reparación de hornos de panadería permaneció durante veinte minutos en un horno a una temperatura de 284 grados, por lo que batió así el récord mundial de Guinness.

El hombre se llama Antonio Acosta (foto gentileza La Capital de Rosario), de 58 años, padre de cuatro hijos y abuelo de otros cuatro, quien relató a la agencia DyN la proeza por la que pudo lograr «un sueño largamente acariciado».

«Permanecí durante veinte minutos en el horno rotativo de la panadería San Cayetano II, ubicada en Montevideo 6270, con una temperatura de 284 grados centígrados», dijo.

Acosta, del barrio rosarino de Belgrano, aseguró que logró completar «una marca única en el mundo», de acuerdo a una consulta realizada en Londres, Inglaterra, por un amigo del constructor.

Según dijo, el único antecedente registrado en la editorial Guinness, que publica todos los años una recopilación de récords mundiales, fue durante la Segunda Guerra Mundial, cuando un grupo de soldados vestidos con una ropa especial soportaron 260 grados calor dentro de un horno.

En este caso, Acosta permaneció en el horno «con ropa muy simple», según afirmó, «con una camiseta, un buzo y un pantalón de jogging».

Esta no es la primera vez que el rosarino hace este tipo de pruebas, ya que durante un tiempo se preparó para completar el récord marcado hoy. «Incluso puse un pollo congelado y salió cocido en unos 35 minutos registrándose una temperatura de 270 grados», contó, aunque esa vez no lo registró ante un escribano público, como sí lo hizo en esta ocasión.

Con la compañía de su esposa y junto a un médico, Acosta, fanático hincha del club Newell´s Old Boys, bromeó: «Creo que los centralistas, con este logro, tendrán que cambiar el calificativo de ‘pecho frío’, finalizó.

Fuente: www.infobae.com

Rosario ya tiene su «hombre horno»

Un rosarino de 48 años pasó ayer veinte minutos adentro de un horno industrial bajo una temperatura de 284 grados y logró ingresar formalmente al libro Guinness de los récords. La hazaña fue certificada por un escribano público y se produjo sin contratiempos ni lesiones. Tras retirarse las mudas de ropa que lo protegieron del calor, Antonio Acosta – un reparador de hornos de panadería – afirmó haber cumplido «un sueño».

El desafío de Acosta se produjo ayer en la panadería San Cayetano (Montevideo 6270) y tras haber cumplido su meta pasó a convertirse en el «hombre horno», certificado por los Guinness.

Don Antonio hace más de 30 años que es reparador de equipos de alta temperatura. «Siempre tuve la inquietud y por mi oficio debo soportar mucho calor porque los hornos se arreglan en caliente», narró a La Capital.

Ayer sintió la confianza necesaria para desafiar sus propios límites y protegido con seis mudas de ropa (todos joggings de algodón), cuatro gorros de lana, un toallón en el rostro y guantes de cuero reforzado, ingresó al horno que en veinte minutos alcanzó los 284 grados centígrados.

Para constatar la veracidad de los sucedido y dar fe de esta «prueba de fuego», se hizo presente en el lugar el escribano Carlos Gascheto, mientras una cámara de Canal 5 filmó la proeza.

Así, y con los trámites ya iniciados ante el libro de las hazañas más descabelladas, Acosta pasó a convertirse en el «hombre horno». «No creo que tenga competidores, en el país debe haber unas diez personas que hagan este trabajo con mucha temperatura. El único antecedente que informó Guinness fue de unos soldados que en la Segunda Guerra Mundial toleraron 260 grados», remarcó el hombre.

Con la prueba superada y rodeado de sus cuatro hijos y nietos, Acosta atendió a La Capital en su casa de Deán Funes al 3900. «En una prueba anterior, entré con un pollo crudo y congelado en las manos, estuve 35 minutos y el pollo salió cocido», recordó para agregar otra perlita: «Ingresé al horno con una silla de madera y al poco tiempo se descoló todo el pegamento». Eso sí, pese a las bromas que le hicieron, este hombre de 48 años pareció no calentarse.

Fuente: Diario La Capital

Consignas de Seguridad en el Trabajo Rural

El desconocimiento de los peligros o de la prevención llevan al trabajador rural a enfrentarse a situaciones de riesgo. Por estos motivos es importante pensar y anticiparse para organizar el trabajo, evitando riesgos innecesarios, analizando las condiciones externas e internas de la actividad que se va a emprender y comprendiendo las consecuencias que puede tener hacer las cosas de un modo o de otro. A modo de ejemplo podemos decir que las diversas tareas realizadas con el tractor y sus implementos son una fuente considerable de accidentes relacionados con el trabajo. Para evitar accidentes es necesario que los trabajadores dispongan de un medio de transporte alternativo al tractor, para desplazarse; además nadie debe subir al tractor o a la barra de tiro, salvo el tractorista. Todo acompañante corre riesgo de caerse y ser apretado por algún implemento. Evitemos los cruces con líneas eléctricas en nuestro recorrido, revisando previamente las trayectorias. Los conductores de máquinas agrícolas y los motosierristas sufren en mayor medida las consecuencias del ruido. También en determinados trabajos con animales o con productos del campo existen situaciones de alta exposición a ruidos como por ejemplo la molienda, la preparación de alimentos y la alimentación de lechones en recintos cerrados. Para estos casos es recomendable utilizar protectores auditivos.

Autor: Maria Victoria Zaldivar Rolon
Alumna 1er año Inst. Sup. Federico Grote
Rosario – Argentina.

Vuelca un camión cuyo conductor iba bebiendo cerveza tras consumir coca

El conductor de un camión fue detenido en Tarragona por los Mossos d´Esquadra acusado de un delito contra la seguridad del tráfico tras volcar con su vehículo, que conducía mientras bebía cerveza, y tras haber dado positivo por consumo de cocaína.

Los Mossos d´Esquadra informaron hoy de que la detención de José María P.Y., de 44 años y vecino de Tarragona se produjo el jueves al mediodía después de que un conductor que circulaba por la carretera N-340 a la altura de Cambrils (Tarragona) avisara con su teléfono de que había visto un camión de la marca Man y con matrícula de Tarragona circulando de un extremo a otro de la calzada y con su conductor bebiendo cerveza.

Una patrulla de la policía autonómica salió en busca del camión y lo encontró volcado en el kilómetro 1.160 de la autopista AP-7 en dirección a Barcelona. El conductor fue evacuado con heridas leves al hospital Joan XXIII de Tarragona donde quedó detenido.

Fuente: La Opinión de A Coruña