PIDEN ELEVAR A JUICIO LA CAUSA POR EXPLOSION DE AMBULANCIA

Córdoba, 9 de septiembre (Télam).- Un juez de Córdoba ratificó hoy el pedido de elevación a juicio de la causa por la trágica explosión de una ambulancia del Servicio Municipal de Emergencias 107, hace casi tres años, que ocasionó cuatro víctimas fatales y dos heridos, informaron fuentes tribunalicias.

La requisitoria del juez de Control Agustín Spina ratifica la petición de la Fiscalía que investiga el hecho ocurrido el 26 de setiembre de 2006 en el sudeste de la ciudad, que causó la muerte de dos policías y de dos empleados del servicio, además de graves heridas a otras dos personas, informó un vocero judicial.

El pedido del magistrado se suma al realizado tiempo atrás por la fiscal Mercedes Ballestrini, para que sean sometidas a juicio los siete imputados: tres ex funcionarios del municipio local y dos ejecutivos y dos técnicos de la empresa que construyó el vehículo.

El vocero precisó que se trata del entonces subdirector a cargo del servicio de Emergencias, Claudio Marcelo Gómez; el encargado de Logística, Carlos Alberto Navarro, y el subencargado del área, Pablo Federico Olmos.

Por la empresa Vallé SRL, que construyó la ambulancia, están acusados los ejecutivos Omar Alfredo Vallé y Ricardo Vallé y los técnicos Víctor Scienza y Hugo Alberto Seveso.

Según consta en el expediente, los delitos imputados van desde homicidio culposo agravado y lesiones culposas a incumplimiento de los deberes de funcionario público de los ex responsables del servicio de emergencias de la capital cordobesa.

La detonación ocurrió minutos después de que personal de la ambulancia asistiera a los tripulantes de un móvil policial que había chocado en la zona sudeste de la ciudad, cuando se dirigía rumbo al Hospital Municipal de Urgencias con las víctimas del accidente.

En esos momentos el vehículo se prendió fuego en la parte inferior de la cabina e instantes después explotó, causando la muerte del médico Eduardo Gustavo Botta, la enfermera Clelia Ada Camozzi y los policías María José del Valle Padilla y Rodrigo López.

El chofer del movil sanitario, Rubén Alberto Peralta, y el policía Luis Fernando Monserrat – quienes viajaban en la cabina – sufrieron graves heridas.

Durante la investigación judicial los peritos determinaron que la trágica explosión fue provocada por graves falencias en las instalaciones eléctricas del rodado y en la carga de gas medicinal que llevaba en el habitáculo, además de otras deficiencias en el sistema de ventilación.

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Fuente: www.terra.com.ar

Indagarán a inspectores de Trabajo por la muerte de dos albañiles

A 16 meses del derrumbe en una obra en construcción de Santiago y Urquiza, que provocó la muerte de dos operarios y otros cinco heridos, la Justicia llamó a indagatoria a dos arquitectos, dos ingenieros, un constructor y dos inspectores del Ministerio de Trabajo. Todos ellos deberán brindar explicaciones del accidente. Las pericias habrían determinado que se utilizaron técnicas de apuntalamiento que están por fuera de las normas.

La tragedia que se desató en la obra de Santiago y Urquiza permanece hasta hoy como uno de los emblemas de los accidentes en las construcciones, que el año pasado se cobraron al menos diez vidas.

Los resultados más llamativos de las pericias oficiales en torno a las causas del derrumbe indican que la obra en cuestión estaba apuntalada con un sistema prohibido por el Instituto de Higiene y Seguridad Laboral y que los profesionales de la construcción desaconsejan: tirantes de hierro y madera de poco espesor, apenas sujetados por el peso del encofrado.

Según los especialistas, ese sistema es riesgoso ya que genera una fuerza discontinua que cedió al ser recargada por el hormigón.

Explicaciones. Con estos elementos, el juzgado de Instrucción Nº 5, a cargo de María Luisa Pérez Vara, ordenó llamar a declaración indagatoria (se presupone algún grado de responsabilidad) a seis personas. Se trata de los arquitectos María Teresa Minucci y Diego Paoli, el constructor Martín Arce, los ingenieros Guillermo Sosa y Carlos Geremía, y los inspectores del Ministerio de Trabajo, Ana María Vitale y Enrique Suriñach. A todos ellos escuchará la jueza para conocer sus roles y responsabilidades en la obra.

Un dato alarmante es precisamente el de los controles. Un profesional a cargo de la construcción, presente al momento del accidente, dijo que los agentes de Trabajo habían realizado una inspección el día anterior.

En ese momento aparecieron indicios sobre ciertas anomalías que ahora el juzgado confirmó a través de las pericias y sobre las cuales se sustentaron las imputaciones.

Día trágico. El accidente ocurrió al mediodía del 15 de mayo de 2008. En la esquina de Santiago y Urquiza se levantaba un edificio de siete pisos (a cargo del fideicomiso Espisolcin SRL) donde trabajaban unos once operarios.

De repente, el encofrado cedió y arrastró toda la estructura que aplastó a tres operarios. Dos murieron en el acto y uno quedó herido de gravedad. Todos quedaron sepultados por una montaña de hierro, madera y cemento.

Las víctimas fatales fueron identificadas como Isael Ortigoza, de 20 años, y Héctor Jara, de 27. Un capataz de la obra explicó en ese momento que “llevaban hormigoneada media losa cuando un puntal aparentemente cedió”, y arrastró toda la estructura.

Fuente: www.lacapital.com.ar

Las ART también responden en sede civil

El Superior Tribunal de Justicia de San Luis revocó una sentencia que negó la responsabilidad solidaria de una ART. Los ministros argumentaron que “la jurisprudencia más actualizada es coincidente en el sentido de que las ART deben responder civilmente si han omitido cumplir las obligaciones de prevención”.

FALLO COMPLETO

Fuente: www.diariojudicial.com

Procesan a siete ex directivos universitarios de Río Cuarto

Siete ex directivos de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC) fueron procesados ayer por la Justicia Federal por estrago culposo agravado, a raíz de las explosiones en una planta piloto de la Facultad de Ingeniería local, ocurridas el 5 de diciembre de 2007, en las que murieron cinco docentes y un alumno.

El juez federal de Río Cuarto, Carlos Ochoa, dictó además la falta de mérito al decano Diego Moitre, quien estaba de licencia cuando ocurrieron las explosiones, y desestimó la acción penal contra Miguel Mattea, director de la investigación y fallecido en las explosiones. Los procesados son Carlos Bortis, ex vicedecano de Ingeniería; José Luis Pincini, ex secretario de coordinación técnica y servicios; Sergio Antonelli, secretario técnico de Ingeniería, responsable de comité de seguridad; Miriam Ferrari, directora del departamento de química; Matilde Ducros, vicedirectora del departamento de química, y los representantes de la empresa De Smet, Javier Boreti y Aníbal De Marco.

La empresa De Smet fue la encargada de proveer el hexano para los ensayos que causaron el accidente.

El siniestro le costó la vida al estudiante Juan Politano, de 22 años, y a los investigadores Lilian Giacomelli, de 42; Carlos Ravera, de 64; Damián Cardarelli, de 43; Gladys Baralla, de 52, y Miguel Mattea, de 58.

El 5 de diciembre de 2007 estallaron los tubos de hexano con los que realizaban las investigaciones dentro de la Planta Piloto de la Facultad de Ingeniería.

Convenio.

La firma admitió que dos de los heridos están vinculados con ella. Uno de ellos fue Diego Bonasa, de Verdu SA, de Rosario, subcontratista de la compañía belga y dedicada a montajes industriales.

El producto había sido enviado por la empresa De Smet SAIC, filial argentina de De Smet-Ballestra, multinacional belga que reconoció un convenio «de cooperación científica y técnica». En la facultad iban a efectuar ensayos orientados a lograr más eficiencia en el proceso de la extracción de aceite.

Fuente: www.lacapital.com.ar

El dueño de la lavandería seguirá preso y pedirán prisión preventiva

René Auvieux, el propietario de la lavandería en la que se produjo una explosión el 20 de julio, a raíz de la cual murieron cuatro personas, seguirá detenido luego de que el juez de Instrucción Víctor Manuel Pérez rechazara el pedido de eximición de prisión que había solicitado el defensor José Agustín Ferrari. El fiscal Guillermo Herrera, que investiga el suceso, pedirá entre hoy y mañana que se dicte prisión preventiva contra el empresario, imputándole estrago con dolo eventual, delito para el cual el Código Penal establece penas de entre ocho y 20 años de prisión.

Tras la explosión de una secadora-planchadora, conocida entre los empleados del rubro como calandra, una de las tapas atravesó el muro. El cilindro y la base embistieron a los empleados Javier Lizárraga, de 27 años, y Carlos Hansen, de 25, quienes murieron en el acto. Lucía del Carmen Pérez, de 45 años, falleció el miércoles posterior y Mariana Indiana Raspari, de 40, el jueves siguiente. Dora Argañaraz, José Contreras y María del Valle Díaz Lobo sufrieron heridas.

Pericias y testimonios

La imputación que realizó el fiscal Herrera se basa en el informe que remitió Bomberos, en los testimonios de los empleados y en la declaración de dos ingenieros. En todos los casos se afirmó, según dijeron oficialmente, que a esa máquina, a pesar de tener más de 25 años, jamás se le habían hecho tareas de mantenimiento. La figura delictiva es la misma a raíz de la cual se condenó al empresario Omar Chabán por el incendio del 30 de diciembre de 2004 en el boliche República de Cromagnon, en el cual murieron 194 personas. El delito no es excarcelable.

Herrera solicitó la detención de Auvieux el 18 de agosto y ese mismo día se concretó la medida. El hombre fue internado en ese momento y luego pasado primero a dependencias de la Dirección de Investigaciones y luego a la sede de Infantería. Auvieux no quiso hacer declaraciones. «Estoy muy mal», se justificó. Su abogado, en tanto, se mostró contrariado por la gravedad de la imputación. «No estamos de acuerdo y pretendemos demostrar que se trató de un accidente», dijo.

Fuerte apoyo

Ayer unas 50 personas marcharon en silencio alrededor de la Plaza Urquiza para pedir la libertad del empresario. Entre los manifestantes había algunos empleados de la lavandería. «Es un hombre de moral intachable, esto podría haberle ocurrido a cualquiera», opinó Mario Neme, amigo de Auvieux. Los carteles decían: «Inocente, fue un accidente», «Justicia» y «Sin libertad no hay trabajo».

«Fue una fatalidad; él nunca quiso generarla. Está preso como si fuera un delincuente y no me parece que sea para que esté preso. Además, el estrago doloso me parece que no cabe, porque le puede pasar a cualquier persona. El (por Auvieux) estaba a 10 metros cuando ocurrió la explosión», argumentó. «Los que lo conocemos tenemos fe en Dios y en la Justicia», afirmó.

Tras el pedido de prisión preventiva de Herrera, el juez Pérez tendrá 10 días hábiles para resolver la situación procesal del imputado.

Fuente: www.lagaceta.com.ar

La pelea inesperada: la industria se enfrenta a las ART por las indemnizaciones laborales

Gustavo trabajó durante 10 años en un taller mecánico. Desde hace dos no lo hace más porque un torno le trabó el brazo y se lo partió en tres. Por el accidente laboral Gustavo se dirigió a un abogado y luego de escuchar la recomendación del letrado inició una demanda. El juicio, a pesar del accidente, no favoreció al trabajador. El abogado, como corresponde, cobró por su trabajo. El que pagó los costos de la demanda fue el dueño del taller. Hoy tal taller no existe más porque, según lo que dice su propietario, el juicio que terminó ganando increíblemente lo quebró. Gustavo está sin trabajo y sin un peso. Es que la ley indica que el abogado cobra un porcentaje por el monto de la demanda, y que en el caso de que el trabajador pierda el juicio la empresa tiene que pagar los gastos del abogado y luego cobrarle ese monto al trabajador. Esta última instancia es casi imposible de llevar a cabo en la realidad.

El ejemplo es uno de los tantos que preocupa a miles de empresarios de Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) del país que ven que desde que los trabajadores pueden iniciar ante un accidente de trabajo juicios por doble vía (laboral y civil), el límite entre seguir al frente de la compañía o bajar las persianas depende más de la suerte, que de cómo se desenvuelvan en los negocios.

En promedio un juicio laboral ronda los u$s 30.000 y desde que comenzaron los de doble vía se registraron alrededor de 65.000. Por ende, las demandas hoy suman cerca de u$s 2.000 millones a las cuales hay que agregarle unos u$s 600 millones de gastos (honorarios, peritos, etc). Si se tiene en cuenta que en la Argentina el 95% de las empresas son Pymes, y que las Pymes ocupan a más del 90% de los trabajadores, se está a las claras ante un problema.

La semana pasada el ministro de Trabajo, Carlos Tomada y el superintendente de ART, Juan González Gaviola; recibieron a la Unión Industrial Argentina (UIA), encabezada por su presidente, Héctor Méndez; el secretario de la entidad, José Ignacio de Mendiguren; y el abogado Daniel Funes de Rioja. También estuvieron presentes los representantes de los trabajadores: el titular de la Confederación General del Trabajo (CGT), Hugo Moyano, y el abogado laboralista, Héctor Recalde.

Así y luego de un largo debate se resolvió llamar a un consejo consultivo permanente (lo integran trabajadores, empresarios y el Gobierno). Las fuentes oficiales indicaron que el motivo del llamado fue que los negociadores llegaron a la conclusión de que si bien el tema de la doble vía es importante, no es el único en el que está embarcada la seguridad laboral hoy. En realidad se llamó al consejo porque surgió algo inesperado: los empresarios industriales le dijeron a Tomada que no es lógico que las empresas Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (ART) no hayan aumentado desde que se instrumentó la doble vía las indemnizaciones laborales. En términos llanos esto significa que cada enfermedad o discapacidad que sufre un trabajador está tarifada por el seguro. La queja de los hombres de la UIA radica en que el pago que una empresa realiza a la ART está atado al sueldo del trabajador. Por lo tanto, cada aumento de sueldo que pagan las empresas también engrosa la caja de las aseguradoras, pero no la indemnización del trabajador. A la UIA, esta última parte no es la que la desvela. Lo que sí la inquieta es que si la indemnización no es apetecible, los trabajadores están más dispuestos a realizar juicios civiles que laborales.

Con este panorama el Gobierno volvió a llamar a la UIA. Así el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, recibió a De Mendiguren; y a los vice de los fabriles, Federico Nicholson y Adrián Kaufmann Brea, representantes también de Ledesma y Arcor respectivamente.

En el encuentro el ministro les dijo que había una voluntad de la presidenta, Cristina Fernández, de resolver el problema de la doble vía y enviar al Congreso un nuevo proyecto de ley. Eso sí, antes el jefe de Gabinete se habría encargado de aclararles a los representantes industriales que todos los proyectos que estuvieron dando vuelta y que habían sido originados en la UIA o en la CGT no convencieron. Parece que en todos los casos había un denominador común: o beneficiaban a los abogados o a las ART, pero ninguno favorecía a los trabajadores.

Por Horacio Riggi.
Horacio Riggi Editor de Negocios: hriggi@cronista.com

Fuente: www.cronista.com